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“La 60ª SMR llega con obras maestras que será la única vez que se puedan escuchar”

El director artístico de la Semana de Música Religiosa pone el acento en la calidad tanto de los artistas como de los directores internacionales
“La 60ª SMR llega con obras maestras que será la única vez que se puedan escuchar”
Fotos: Saúl García
01/04/2023 - Rubén M. Checa

Cuando Andoni Sierra (San Sebastián, 1971) asumió la dirección artística de la Semana de Música Religiosa de Cuenca, había un asunto que era claro: la programación de este 2023 tendría que estar a la altura de las 60 ediciones que el festival cumple. Con ese reto, ha conseguido programar “obras maestras” de la música religiosa como va a ser la Pasión según San Lucas de K. Penderecki, una obra que va a ser la primera vez que se escuche en Cuenca y seguramente la última debido a su idiosincrasia.

Ya arranca la 60 edición de la Semana de Música religiosa. ¿Cómo la afronta?

Con los lógicos nervios de estas vísperas al comienzo del festival, pero con la esperanza de que tenga una buena respuesta y acogida, que es para lo que hemos trabajado con tanta intensidad y con tanta ilusión este tiempo. 

¿Cómo ha sido preparar esta edición, teniendo en cuenta la efeméride de este año?

Por una parte, el hecho de que se celebre la sexagésima edición era como un acicate, un plus para esta motivación de hacer las cosas bien un poco condicionados por, como todo ha ido un poco tarde, estos asuntos se preparan con un año o dos de antelación, y aquí ha habido que hacerlo todo exprés. Pero hay que saber amoldarse a las circunstancias y hacerlo lo mejor que uno puede. 

¿Qué receptividad ha habido por parte de los artistas que van a estar estos días en Cuenca?

La Semana sigue siendo una plaza atractiva para los artistas, un lugar donde se quiere figurar en fechas tan señaladas como la Semana Santa. En ese sentido, la receptividad fue amplia y positiva.

Nos encontramos artistas y  bandas tanto de España como de ámbito internacional. 

Sí. Es cierto que el grueso de las formaciones grandes, tienen sede en España, pero vienen acompañadas de directoras como Marzena Diakum, que es Polaca y viene con un concierto con el coro de Polonia y la Orquesta de la Comunidad de Madrid que va a ser un hito. Poder programar una obra como la Pasión de San Lucas de Penderecki es algo que ocurre muy pocas veces, por lo que animo a todo el mundo a que vaya a este concierto. También hay un director francés, Marc Leroy-Calatayud, un verdadero fenómeno. El director germano Christoph König, que va a ser el próximo director titular de la Orquesta y Coro de RTVE, se va a subir a los escenarios de la SMR así como Giuseppina Bridelli, etcétera. Los cuerpos de las orquestas son en su mayoría orquestas con sede española pero que estarán dirigidas por cantantes de diversas nacionalidades europeas. 

También tendremos a María Cristina Kiehr, la gran dama del canto de la música antigua, que es argentina y estará acompañada por el vihuelista Ariel Abramovich, que es también argentino, o el destacado grupo inglés Stile Antico.

Con todo este cartel que hay este año, ¿cómo va la venta de entradas?

Por un problema informático no podemos tener acceso a la comparación con años anteriores, pero sí que está habiendo una respuesta de público. Quienes han estado trabajando en ediciones anteriores, me están comentando que hay un ritmo bonito de venta de entradas y cuanto más se anime la gente, más fondo recaudaremos y más presupuesto tendremos para programar mejor en ediciones futuras.

Han habido pequeñas modificaciones como el traslado de los conciertos de la iglesia de San Miguel o el concierto de campañas al próximo ciclo de adviento. 

Todo el mundo ha entendido esta situación. Se ha hecho todo lo posible por mantener los espacios y la programación, pero cuando surgen imprevistos de los que nadie es responsable directo, solamente cabe adaptarse a la nueva realidad con la mejor disposición posible. A todos nos hubiera gustado volver a San Miguel, pero el último informe indicaba que las fechas que en un principio se habían barajado iban a ser absolutamente irreales. Lo mejor, cuando ocurren estas cosas, es dar a conocer la situación lo antes posible para que la gente, si tiene que renunciar a su entrada, tenga el derecho a hacerlo y quien vaya a comprar, sepa donde va a ser.

Con todas estas propuestas que ofrece la SMR, ¿cuál o cuáles son las que nadie se debería perder?

Creo que la propuesta de la orquesta de la Comunidad de Madrid junto con el coro de la Radio Polaca con la Pasión según San Lucas de Penderecki es algo que jamás se ha escuchado en la SMR y es muy difícil que se pueda volver a escuchar. Estamos hablando de una obra maestra del siglo XX. Es cierto que es un lenguaje que quizás es más complicado de entender que otras obras de Pasión, pero tiene una duración menor y una espectacularidad que es algo que, la gente, no se puede perder. Siempre que me han preguntado he dicho que todos son buenos carteles, programas muy atractivos, pero por diferente, por especial, por difícil de programar y asistir a un evento como este, es la San Lucas (Jueves Santo, 6 de abril, a las 20:00 horas en el Teatro Auditorio). 

Luego, la gente quizás no conoce tanto a Giuseppina Bridelli (Sábado Santo, 8 de abril, a las 20:00 horas en el Teatro Auditorio), una mezzosoprano que está en el top de los cantantes de la música antigua con esa voz maravillosa y una fuerza escénica que es increíble, y el Pianto de María, una obra con un dramatismo extraordinario. Es una obra que Bridelli la borda y, además, estará acompañada por la Orquesta Barroca de Sevilla y el director concertino Enrico Onofri que, si no es la persona que más sabe de este repertorio, es una de las personas que más conocen con mayor profundidad esta música y que, creo con total sinceridad, es otro de los conciertos que no hay que perderse. 

¿Qué deseo tiene Andoni Sierra para la 60 edición de la SMR?

Es el deseo de todos los que nos dedicamos a la programación de festivales: que el público responda, y no solamente que responda sino que cuando el público salga de los conciertos, tenga la sensación de haber sido tocado por la magia de esta música religiosa hecha en los tiempos en los que hay que hacer. Es un doble deseo: que el público responda y tengamos asistentes que es lo que los artistas necesitan y, por otra parte, que sea una experiencia que la gente recuerde.