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Semana Santa Cuenca 2024

La Vera Cruz procesiona en la intimidad de la Catedral debido al mal tiempo

La climatología obliga a suspender el desfile por las calles de Cuenca, habiéndose predicado las siete palabras en el interior del templo para los hermanos presentes
Fotos: Lola Pineda
25/03/2024 - D.C.

Las previsiones más agoreras se han cumplido. Con la lluvia amenazando, poco antes de las diez de la noche y con media hora de retraso respecto al horario de inicio previsto para la salida, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz tomaba la decisión de no procesionar por las calles de Cuenca, optando por predicar en la intimidad de la Catedral conquense las siete palabras para los hermanos presentes.

Con tristeza aunque resignados con la decisión por responsabilidad, el cortejo se formaba en el interior del templo, cerrado para el público general. El obispo de Cuenca, José María Yanguas, ha sido el encargado de la primera palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, reflexionando después monseñor sobre la importancia de reconocer los propios pecados para demandar el perdón divino. 

Con sonido de tambor velado marcando el paso a los banceros y con el coro de Alonso Lobo, dirigido por Luis Carlos Ortiz, arropando, el desfile procesional proseguía su camino dentro de la catedral camino de la segunda palabra: “Por cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”, que ha sido pronunciada por Armando Martorell Montero, hermano de la Vera Cruz, quien meditaba sobre la esperanza y la confianza ante el Señor.  

La tercera parada la ha protagonizado Eduardo Ortega García, hermano de la Vera Cruz, quien cavilaba sobre las palabras “Madre, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre”, máximo exponente del dolor materno simbolizado en la madre de Jesús, invitando el predicador a honrar a los padres. 

Avanzando el sobrio desfile procesional dentro de la seo conquense entre aromas de incienso, Ana Montserrat Lara, hermana de la Vera Cruz, ha traído la cuarta palabra: “Dios mío, dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, aludiendo a la soledad de Jesús al asumir los pecados del mundo.  

El siguiente en predicar ha sido el hermano mayor de la Vera Cruz, Joaquín Racionero Page, quien ha entonado la quinta palabra: “Tengo sed”, reflexionando sobre la necesidad humana de Jesús, que pedía fuerzas para seguir aguantando, y haciendo también alusión a la sociedad materialista actual.

El recorrido continuaba hacia la sexta palabra, “Todo se ha cumplido”, a cargo de Antonio de Lerma Ruiz, hermano de la Vera Cruz, quien se ha referido a esta expresión no solo como la consumación de la profecía sino como el cumplimiento de la voluntad del Padre. 

Poco antes de las once y cuarto de la noche, tenía lugar la séptima y última palabra, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, a manos de Antonio Fernández Ferrero, vicario general del Obispado de Cuenca y párroco de la iglesia de San Esteban, que daba significado a estas palabras argumentando que el plan de salvación se ha cumplido, por lo que Jesús se entrega al Padre antes de expirar. 

Rezos de los asistentes y el miserere final entonado por el coro Alonso Lobo culminaban un Lunes Santo más corto de lo habitual aunque, a pesar de que el mal tiempo no ha dejado, el respeto, el silencio y la solemnidad han acompañado fielmente un año más a la imagen de Cristo en la cruz, que portaba una rosa y un manojo de cardos como único adorno floral.

Entre las novedades de este año se encontraba el cambio en la uniformidad de los niños y niñas participantes en la procesión, que han podido desfilar sin capuz. Además, se ha limpiado y restaurado la Cruz de Guía y se han incorporado hachones de cierre en el final del cortejo con el fin de mejorarlo tanto estética como en lo relativo a la organización.

Como es habitual, los hermanos de las cofradías de La Vera Cruz de Mira y de Villar de Domingo García han acompañado a la hermandad conquense, y el coro Alonso Lobo ha interpretado diversos motetes para la talla, además de cada una de las composiciones creadas por Luis Carlos Ortiz para las siete palabras.