"Para llegar bien a San Mateo hay que entrenar el cuerpo varios meses antes”

Lleva más de 35 años corriendo la vaca y más de una década al frente de los maromeros en una de las fiestas más conquenses y participativas del año, San Mateo. Con 55 años de edad, Álvaro Guijarro está convencido de que Cuenca es taurina y de que los conquenses viven con muchísima intensidad y cariño estos cuatro días grandes de septiembre. Guijarro cree que la apertura del nuevo Museo de La Vaquilla y San Mateo es un gesto grande hacia la fiesta matea y anima a todo el mundo a que participe y disfrute al máximo, pero eso sí... con muchísimo respeto hacia la vaca.
¿Qué papel juegan los maromeros en la fiesta de San Mateo? ¿Cuál es exactamente vuestra labor?
Nuestra labor es vital en el toro de cuerda y en San Mateo porque tenemos que guiar a la vaca para que no pase nada durante el recorrido. Los maromeros vamos soltando la maroma para que el animal vaya suelto siempre. Nosotros nunca lo paramos, solo intervenimos en el caso de que haya algún percance, como que el animal intente coger a alguien o salte la barrera. Pero la vaca corre, va siempre suelta. Y estamos para eso, para guiarla y actuar en el caso de que ocurra algo.
¿Cómo te preparas física y mentalmente para esta fiesta?
La preparación física es fundamental y para llegar bien a San Mateo tenemos que entrenar al menos tres o cuatro meses antes con bastante intensidad, y dedicándole unas dos horas al día más o menos. Hay que entrenar para estar bien físicamente y en mi caso voy al gimnasio, hago bicicleta y corro. Correr es muy importante porque el animal corre mucho y nosotros somos los guías. Tienes que tener las piernas fuertes y aguantar desde la primera salida porque si no estás bien preparado físicamente, la vaca te deja tirado.
Y después hay una preparación mental para que nada falle y la suelta sea un éxito, hay que ser conscientes de que el entrenamiento mental ayuda a tener más destreza con la maroma y mejores reflejos.
¿Cuál es para ti el momento más crítico?
El problema principal, desde mi punto de vista, es la aglomeración que muchas veces se produce. El momento crítico es cuando hay muchísima gente en la Plaza Mayor porque no podemos manejar la soga como queremos, no sabemos si ir hacia un sitio u otro y eso complica mucho las cosas. La masificación no es buena para nosotros. Nos complica el trabajo y la gente tiene que ser consciente de ello.
¿Y el momento más emocionante cuál es?
El momento más emocionante es la salida de la primera vaca cuando llevas esperando tantos meses a que comience San Mateo. Después del pregón en el balcón del ayuntamiento y del pasodoble, ese momento de la primera vaca es para mí el mejor. Es adrenalina pura. Es un momento muy emocionante, la verdad.
“El momento más emocionante es la salida de la primera vaca cuando llevas esperando tantos meses a que dé comienzo San Mateo”
¿Ha cambiado mucho la fiesta matea a lo largo de los años?
Ha cambiado muchísimo la fiesta. Hace 40 o 50 años había cuatro peñas en San Mateo: Botes, Marisol, Pelusa y Corinto. Y para de contar. Ahora hay como 44 peñas mateas y unos 5.000 peñistas. La Asociación de Peñas Mateas hace un gran trabajo y facilita mucho las cosas y eso hay que reconocerlo.Pero claro que ha cambiado todo. Y si hablamos de animales, ese cambio también se nota porque son vacas bastante más grandes y más fuertes. Si la vaca es más grande y fuerte la gente siente más respeto hacia ella y eso siempre es positivo.
¿Qué significa para ti ser el jefe de maromeros de esta fiesta tan importante en Cuenca?
Es todo un orgullo, sin duda. Toda la gente que está en el equipo es muy buena haciendo su trabajo, somos once maromeros y cualquiera podría ser el jefe de maromero, pero a mí me ha tocado por antigüedad.
¿Qué medidas se toman para garantizar la seguridad de los animales?
Cuidamos mucho a los animales, de eso que no quepa duda y quiero dejarlo bien claro. Las vaquillas están muy controladas y cuidadas en las cuadras, las tratamos siempre bien y con todo el cariño. Mientras estamos nosotros ahí, nadie puede hacerles nada. Nadie, absolutamente nadie, puede acercarse a ellas.
¿Qué te parece el nuevo museo de La Vaquilla y San Mateo?
Pues me parece algo importante para los amantes de esta fiesta y es un gesto hacia ellos. Tener ese espacio en Cuenca donde albergar la historia de San Mateo y los recuerdos a lo largo del tiempo me parece acertado. Yo creo que Cuenca es taurina y disfruta de los toros y de San Mateo.
¿Qué mensaje lanzarías a los conquenses?
Para mí el mensaje principal, como responsable de maromeros, es que tengan cuidado y que no se confíen. Estamos hablando de animales grandes y una cornada puede ser muy peligrosa. Nosotros siempre vamos a hacer lo posible para que no haya percances en la suelta y el recorrido, pero hay que salir con responsabilidad. Así que el mensaje es ese, que salgan a la calle, que disfruten de San Mateo, que disfruten de la fiesta y que corran la vaca si quieren, pero siempre con mucho respeto.