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Salud laboral

Trabajadores bajo cero

Algunos trabajos tienen que convivir estos días con las bajas temperaturas, lo que puede suponer una menor destreza manual y mental y, por lo tanto, un mayor riesgo de accidentes
Fotos: Saúl García y Rocío Ibáñez
06/02/2023 - Miguel A. Ramón

En las últimas semanas, las bajas temperaturas se han generalizado en todo el país y, por lo tanto, en nuestra provincia, como consecuencia de la llegada de una masa de aire frío y seco del norte de Europa, que está dejando los termómetros en negativo, sobre todo a primera hora de la mañana. 

Una situación que la gran mayoría de la población solventa con la climatización de viviendas y centros de trabajo. Algo que, sin embargo, no es válido para algunos trabajadores que, por las características de su profesión o del centro de trabajo, se ven obligados a convivir con las bajas temperaturas día tras día, lo que, sin duda, dificulta de manera notoria el desempeño de sus funciones e, incluso, pueden llegar a someterlo a una situación de riesgo.

Construcción, agricultura, servicios de limpieza, tratamientos selvícolas, mensajería o conservación de carreteras, por ejemplo, son algunos de estos “trabajadores bajo cero” que tienen como denominador común el desarrollo de sus competencias al aire libre, en exteriores. Pero no son todos, puesto que en este grupo también se pueden incluir aquellos que trabajan en locales sin climatización o desempeñan sus funciones en contacto permanente o habitual con el agua o con cámaras frigoríficas.

En todos ellos, el riesgo de accidente laboral está muy presente, tal y como subraya María José Mesas, secretaria provincial de Comisiones Obreras de Cuenca, porque las bajas temperaturas pueden llevar consigo una disminución de la destreza manual y mental, así como de la capacidad física. Y es que, a su juicio, no hay que olvidar que, además, trabajar en un ambiente bajo cero, también puede generar tanto problemas respiratorios –irritaciones o broncoespasmos– como cardiovasculares, sin olvidar las lesiones cutáneas.

PREVENCIÓN

Es por ello que desde CCOO se otorgue una importancia vital a las acciones preventivas en este tipo de puestos de trabajo, entre las que deben ocupar un lugar destacado tanto la formación y la información del trabajador en esta materia como la implementación de las medidas preventivas necesarias para garantizar la seguridad y salud laboral. 

Así, Mesas pone como ejemplo de medidas de prevención, más allá de la equipación térmica adecuada, la habilitación, si es posible, de un local climatizado, donde poder recuperar la temperatura corporal y tomar bebidas calientes, para aquellos trabajadores que desarrollen su labor a la intemperie o el establecimiento de salidas periódicas de las cámaras frigoríficas para aquellos que estén en contacto, sino permanente sí muy frecuente, con este tipo de espacios de trabajo.

Al hecho de que la Inspección de Trabajo se encargue de velar por la seguridad y la salud laboral en los centros de trabajo, se suma la acción sindical, como asegura la secretaria provincial de CCOO, con las correspondientes denuncias a la autoridad laboral por bajas o altas temperaturas en el entorno laboral. Y es que, según subraya, “la acción preventiva es una cuestión de todos, aunque legalmente el responsable último sea el empresario”.

Rocío Ibáñez está muy familiarizada con estas situaciones de estrés térmico, tanto por altas como por bajas temperaturas. Es bombera forestal de la empresa pública GEACAM y, en la actualidad, está realizando trabajos selvícolas en el monte para prevenir incendios forestales. 

Una labor que la coloca diariamente, al igual que al resto de sus compañeros, en situaciones de extremo frío con temperaturas a primera hora de la mañana que rondan los 10 grados bajo cero y que, según asegura, dificultan en gran medida el desarrollo del trabajo. 

“Las manos se entumecen por el frío al estar limpiando el monte entre escarcha” y, sin duda, no ayuda, según indica, que “no dispongamos de indumentaria térmica apropiada para estas temperaturas”. Eso les obliga a salir de casa con todo tipo de prendas de abrigo, desde camisas térmicas a gorros hasta bragas de cuello. Lo importante es que el frío no entre en el cuerpo, de ahí que “lleve hasta guantes térmicos debajo de los guantes de seguridad y que lo primero que hagamos nada más llegar al lugar de trabajo sea encender una hoguera”.

La empresa proporciona, además del mono de trabajo y camisetas no térmicas, los EPI de seguridad (casco, gafas, pantalla facial y botas y guantes de seguridad) ante el manejo de maquinaria, como la desbrozadora o la motosierra, pero “nada específico para combatir el frío”. Algo que esta bombera forestal considera que no es de recibo a tenor de las temperaturas extremas que soportan. 

De ahí que coincida con Mesas en resaltar la importancia de la prevención ante este tipo de situaciones.