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Eduardo Soto
07/03/2025

Por nuestra seguridad

El 7 de julio de 2022 publiqué esto: “Sí, llegará el día en que pensemos que por qué seguimos adelante, que por qué no nos paramos un poquito a pensar lento, como seres humanos racionales, previsores, estrategas, sensatos, dialogantes, conocedores de la historia. Llegará el día en que nos digamos que por qué en vez de enfriar la diplomacia no se abrió y mantuvo una negociación de paz para detener la guerra de Ucrania y con ella la escalada del armamento, de la inflación y de las penurias subsiguientes. (…) Hablar de sentar a negociar a Ucrania con Rusia es anatema hoy. Llegará el día, llegará tarde.”

Las guerras se pagan. No “enviamos” armas, las prestamos. Me agrada que el Rubio sea claro en este aspecto: Zelenski me debes 350.000 millones de dólares (fuck you). Así de clara es la estulticia de la guerra y qué boba parece la vieja disputa entre ambos países eslavos. Qué fácil les habría sido negociar entonces una mala paz. ¿Dónde quedará ahora el grandilocuente patriotismo de ambos? Quizá revuelto entre las deudas, las tierras raras, los odios enquistados, las mafias, la contaminación mental, la violación de los acuerdos impuestos. Ahora qué poco parece importar la democracia o la tiranía, los exiliados, la destrucción o el millón de muertes que la guerrita ha supuesto. Basta con insultar a su presidente y charlar por teléfono con Putin. Se firmará la paz, humillante. Y una vez más habrán perdido los de siempre, los de abajo, que decía Bertolt Brecht.

Oigo en la radio que se emplea el término realpolitik para justificar la nueva carrera armamentística a la que se aprestan los europeos, cuando es bien sabido que el término nació precisamente para todo lo contrario a principios del siglo XX. Habrá que recordar al profano que la weltpolitik, esta sí, de rearme a saco, fue la que desencadenó las dos guerras mundiales. Ya no existe la URSS y es público que el Rubio tiene una sintonía especial con Putin. Todos sabemos que es anómalo, oscuro, y un tanto absurdo, que esconde algo que puede que le explote a Zelenski en la cara o al propio Rubio en el culo, pero, como diría Vonegut: es lo que hay. ¿Cuál es la necesidad imperiosa de derivar los fondos del Estado en la compra de armas?

Los jóvenes han de saber que ese dinero para comprarle armas a quienes las fabrican se detrae del que normalmente empleamos para la educación, la sanidad, la investigación, la ciencia, la administración de justicia, la cultura, las infraestructuras verdes que precisamos para paliar y adaptarnos al cambio climático, son los fondos que empleamos para pagar las prestaciones por desempleo, la renta básica y la construcción de vivienda pública. Si ya no hay enemigo ¿por qué hay que armarse hasta los dientes? Cito a Christine Lagarde: "para evitar una guerra comercial con Trump, debemos comprar productos americanos". Ese mismo día, hace un mes, en Bruselas se acordó comprar armas y energía a USA. Quiz: ¿Qué país en el que hay decenas de asesinatos cada día es el mayor exportador de armas del mundo (sin aranceles), con una cuota de mercado que supera el 40% de las exportaciones globales?

Armas y más armas. Armas más potentes, armas más dañinas, armas que llegan más lejos y hacen más destrozos. Armas que matan a más y en mucho menos tiempo. Invirtamos en armas, en más armas. Defendamos la paz con armas y más armas: llamémosle seguridad. Demostremos a todos en qué consiste nuestra verdadera fuerza democrática, que vean cuántas armas somos capaces de comprar las democracias para defender la democracia. Dejemos que la democracia sea una expresión vociferante de las benditas armas. Volvamos alegremente atrás, a ese mundo agredido y agresor, donde el arma lo dice todo, donde las palabras no valen nada, donde la razón queda apagada por la nube de pólvora y las voces de la paz ensordecidas por el himno de las patrias.

Compradnos armas, necesitáis armas. Convoquemos a todos los países a hablar sobre las armas, las que necesitamos ahora y en ese futuro inseguro lleno de armas. Y, por cierto, al mismo tiempo, desmontemos la ONU, desautoricemos la palabra. Hay que calmar al Rubio. Es por nuestra seguridad.