Honradez cum laude

La última ocurrencia de Esperanza Aguirre es la creación de una prueba de idoneidad para políticos, tratando de extrapolar la metodología que debe utilizar en Seeliger & Conde, empresa especializada en cazatalentos, para someter a un examen o interrogatorio a los alcaldables del PP de Madrid, en los distintos municipios donde se van produciendo vacantes por causas ajenas a la voluntad de los, hasta ahora, titulares del principal sillón municipal.

He escrito “debe utilizar” en vez de “utiliza”, porque, sinceramente, soy bastante escéptico sobre el trabajo que realiza la “lideresa” en la citada firma, en la duda razonable de que sus numerosas y continuadas presencias en los medios de comunicación le dejen tiempo para dedicarse a otros menesteres, sobre todo siendo un trabajo en el exigente sector público y no en la tan denostada Administración Pública, en la que por cierto anunció a bombo y platillo que iba a reingresar después de su cese como presidenta en la Comunidad de Madrid y en la duró menos de tres meses. ¿Por qué será?, que decía la Bombi. Pero volvamos a la prueba.

Los repetidos exámenes tienen como finalidad la elección de que los nuevos acaldes del PP estén limpios de polvo y paja al objeto de evitar que se les vuelvan a colar corruptos disfrazados de honrados, y su realización fue, además, pública, para demostrar que en el desarrollo de la prueba no había ni trampa ni cartón. Es decir, con la transparencia absoluta como la ley de tal denominación ordena y manda. Sí, con transparencia…pero menos, ya que después se ha sabido que todo era un paripé previamente ensayado.

Y afirmo que todo era un paripé ensayado previamente porque los dos primeros aspirantes a las alcaldías que se enfrentaron a la prueba de honradez, no sólo conocían con anterioridad las peguntas, sino que se habían preparado las respuestas con un experto en telegenia antes de contestar al estricto cuestionario en presencia de los medios de comunicación. Dicho esto y para ser justo, también he de reconocer que la candidata a la alcaldía de Collado Villalba, la más lista, aprobó el ensayo a la primera y no tuvo que repetir la prueba, mientras que el aspirante a la alcaldía de Valdemoro, tuvo que ensayar dos veces porque no sabía muy bien la lección.

Pero no se crean ustedes que conocida la triquiñuela, Aguirre y los suyos han entonado el mea culpa, qué va, al contrario; firmes en su línea de poseedores de la absoluta verdad, han seguido los consejos que en “Las mocedades del Cid” da Gillén de Castro: “Procure siempre acertalla el honrado y principal; pero si la acierta mal, defendella y no enmendalla”, porque de inmediato han negado la mayor sosteniendo que no se trataba de un amaño, ya que es de lo más normal que, como en todos los exámenes, se facilite al futuro examinando una adecuada preparación conociendo de antemano los temas objeto de la rigurosa “oposición al cargo” a la que se van a enfrentar. Esta preparación exhaustiva le ha permitido lucirse a la alcaldable de Collado Villalba, la más lista, con respuestas como: “ser corrupto es una opción personal, como elegir entre vino o cerveza”. No te…la cum laude.