JCCM NUEVO HOSPITAL
Es noticia en Cuenca: Fiestas Patronales Balonmano Pádel Fútbol Rugby Autobuses urbanos Cuenca ASAJA Cuenca

¡Inscríbete en el Paro!

El pasado jueves, día 15 de enero de 2015, se abrió el plazo para solicitar la nueva ayuda a las personas que más lo necesitan, las que llevan tanto tiempo en el paro que ya agotaron las prestaciones por desempleo y luego los subsidios, la ayuda del PREPARA, que tienen cargas familiares y que ya llevan seis meses o más sin ningún ingreso.

Estas personas viven un largo drama en el que ellas y a sus familias desempeñan el papel de víctimas inocentes: primero de la crisis económica causada por la voracidad y la falta de escrúpulos del Capital; luego de la Reforma Laboral que en nuestro país está propiciando las peores tropelías de los peores empresarios, una Reforma que facilitó sus despidos y recortó, incluso con ensañamiento, su derecho a la protección social frente al desempleo; y víctimas, finalmente, de un mercado laboral inane y selvático.

Este es el desesperado escenario en el que malviven cientos de miles de trabajadores desempleados de nuestro país, a los que se les niega incluso la esperanza de volver a reinsertarse en el mundo del trabajo. Sin políticas de inversión y estímulo a la actividad económica; sin políticas activas de empleo para la recualificación; sin un salvavidas al que aferrarse para no hundirse con toda la familia detrás; y viendo cómo se reduce y se agota la protección económica que generaron con su trabajo.

Viendo, además, cómo se les cuestiona cualquier derecho y se les niega hasta la dignidad. Porque el neoliberalismo imperante y gobernante presenta a los parados, y más aún a los parados de larga duración, como “vagos que no quieren trabajar” y les suprime la prestación porque “así se les activa y se les motiva; son como patos: si les echas comida vuelven a por más y con más; por eso no hay que echarles de comer y que se busquen la vida solitos” como explicó un alto representante de la patronal regional.

Pero ¿cómo encontrar un empleo para llevar de comer a tu casa en un mercado de trabajo con una tasas de desempleo del 25%, cerca del 30% en CLM? Ni siquiera una gran cualificación o una larga experiencia garantizan nada. Apenas hay ofertas, por cada una de ellas hay miles de personas que las demandan. Cuando te pones en la cola para optar a un puesto de trabajo hay tanta gente delante como detrás, gente desesperada por acceder a un trabajo que sólo se ofrece en condiciones pésimas: sin contrato; sin alta en la seguridad social; o con contratos de cortísima duración; o a tiempo parcial -que a menudo encubren larguísimas jornadas-; y con salarios cada vez menores. Empleos que no dan para vivir y que ni siquiera generan una mínima protección, y por los que aún hay que estar agradecido.

Porque, sí, aún es peor seguir en el paro; acumular desesperación y agotar subsidios. Sin expectativas de mejora, sin un horizonte al menos gris en vez de negro; obligados a emigrar a otros lugares de la geografía española o de la geografía mundial; o a regresar a un techo del que se marcharon hace años y estirar las pensiones de sus mayores, que son hoy por hoy la tabla de salvación de muchas personas; o a vagar en busca de sustento en comedores sociales y de cobijo en cajeros automáticos porque una injusta ley desahucia a los peor tratados.

Y justo en estos momentos, cuando son más necesarios, también se han recortado los derechos sociales básicos. A través de años de luchas sindicales, los servicios públicos llegaron a propiciar en nuestro país un estado de bienestar en construcción que se ha visto abortado y aplastado con la espada de los recortes, la innovadora maquinaria de destrucción de derechos, de vidas y de futuro; que deja a la intemperie a cientos de miles de personas.

El servicio público de empleo no ha sido mejor tratado. En Castilla-La Mancha su eliminación fue la primera decisión que tomó el actual gobierno regional en materia de empleo. Ha pasado de ser un instrumento profesionalizado, con respuestas aunque con carencias de recursos, a convertirse en un descampado desolado en el que unos pocos profesionales, muy pocos y sin medios ni herramientas, hacen más de lo que pueden para atender tantos dramas a los que se enfrentan diariamente.

Esta mezcla explosiva ha provocado que muchas personas en paro que agotaron sus prestaciones, desanimadas por la falta de ofertas de empleo, por la falta de ofertas de formación, de orientación y de respuestas; y abatidas por las trabas que la administración les pone en el camino, hayan decidido no renovar sus tarjetas en el servicio público de empleo porque ya no les ofrecía nada y estaban convencidas que las había dejado en el olvido.

Nos preocupan especialmente estas personas, que son miles en CLM. Desempleados que sufren las desoladoras condiciones que les hace acreedores de la nueva prestación, pero a los que se les va a negar el acceso a este ingreso porque en su desesperación dejaron de renovar su inscripción en el servicio público de empleo. O, peor aún, personas a las que la propia Administración les ha alterado sus tarjetas de desempleo, recortando su antigüedad en los registros y bloqueando así su acceso a la nueva ayuda.

El servicio público de empleo es básico para las personas en desempleo. Es imprescindible que albergue la información de todos y cada uno de los dramas que el desempleo ha creado. Y es básico para obtener respuestas, aunque estas tarden y no alcancen a todos y todas.

La reivindicación sindical de CCOO ha conseguido que ahora el Gobierno ponga en marcha un programa para las personas que peor lo están pasando, una ayuda para paliar en alguna medida los dramas que sufren unas 21.000 personas en CLM –y sus familias.

CCOO CLM se congratula de este nuevo programa, pero no olvida al resto de personas que no se van a beneficiar de él. En nuestra región hay 285.400 personas en paro (EPA 3er trimestre 2014) y más de 125.000 de ellas no cobran prestaciones. CCOO seguirá luchando y reivindicando una renta mínima para todas las personas en desempleo.