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Oración del Huerto, centenario en recuerdo a la poética de Federico Muelas

Se cumple este año el Cincuentenario de la muerte del poeta y escritor conquense
Oración del Huerto, centenario en recuerdo a la poética de Federico Muelas
Foto: Saúl García
27/03/2024 - José Vicente Ávila

El 25 de noviembre de este 2024 se va a cumplir el Cincuentenario de la muerte de Federico Muelas y Pérez de Santa Coloma, el Cronista conquense, así con mayúsculas, que tanto hizo por su ciudad desde su atalaya literaria, en años difíciles en los que aún se preguntaba “¿Existe Cuenca?” Federico de Cuenca, como así se le conocía y se le reconoció, se encargó de propagar a la rosa de los vientos el encanto de las bellezas de nuestra tierra (Sierra, Alcarria y Mancha) como poeta, escritor, guionista y sobre todo embajador conquense allende de todas las fronteras.

La Semana Santa fue una de sus razones de ser, desde su familiar hermandad del Santísimo Cristo de la Luz, Vulgo de los Espejos, como solía decir, y de ello doy fe, pues tuve la suerte de conocerle y tratarle, además de seguir sus consejos: Cuenca, por encima de todo. 

Federico Muelas pronunció hasta diez pregones de la Semana Santa, los primeros de 1945 a 1952 (ese año hubo dos, pues también pregonó Aristeo del Rey), y posteriormente en distintos años en escenarios como la Casa Sindical (1961) y en la Casa de Cultura, el último en 1968, que no pudo pronunciar por enfermedad y lo leyó Joaquín Benítez Lumbreras. 

Pero si hay un Pregón de Federico, en el que muestra su vena poética, es el de 1950 en el que figuran los distintos versos nazarenos que sirvieron de citas en tantos escritos y pregones de otros oradores.

 Aquel pregón poético de 1950 comienza con ‘Invocación’: Sé que estás junto a mí Cuenca. Me cerca / el pálpito callado de un gran bosque / que mis ojos no ven. Sé que la fecha / nos congrega al calor de los recuerdos, / que vienen como al valle el agua limpia / desde la roca altiva o la sencilla / fuente nacida como llanto humilde…

Los restantes títulos de las oraciones poéticas de Federico Muelas de aquel Pregón son ‘Miércoles Santo: La Oración del Huerto’, ‘Jueves Santo: Procesión y Jesús del Puente’;  ‘Viernes Santo: Jesús de la mañana; San Juan, por la Serranía, Cristo de los Espejos, Miserere y Procesión en la sombra’. 

De esos versos o poemas nazarenos hemos elegido el de ‘La Oración del Huerto, hermandad  que este año celebra el Centenario de su fundación. Con el imaginario sonido de ‘Nuestro Padre Jesús”’ de Cebrián, la marcha jiennense que se hizo conquense, recordamos la Oración de Federico Muelas en el Miércoles Santo, a golpe de horquillas, que es cuando cobra toda su dimensión en la noche del Silencio blanco:

 

La Santa oliva del Huerto

cierne luz de luna llena,

y flor de harina de luna

la faz de Cristo blanquea

 

Sois vosotros, hortelanos,

orfebres de la ribera.

Apenas diez apellidos,

veinte familias apenas.

 

Tres siglos las mismas sangres,

tres siglos la misma tierra,

terrón que la vida erige

Y que la muerte disgrega.

Que Cuenca os prestó y que un día,

muertos, devolvéis a Cuenca.

Federico Muelas, el gran periodista, poeta y guionista conquense falleció el 25 de noviembre de 1974, siendo enterrado en un nicho del cementerio municipal “Cristo del Perdón”. 

Seis años después, en la misma fecha de 1980, sus restos fueron trasladados a la ermita de San Isidro, siendo sepultados en una tumba construida por obreros municipales, en terreno anejo, en el que años después fueron enterrados los restos mortales de Fernando Zóbel y Luis Marco Pérez, creándose así el denominado Camposanto de Personalidades Conquenses, donde años más tarde fueron depositadas, en diferentes espacios pétreos cenizas de Miguel Zapata, Bonifacio Alfonso Gómez, Florencio Martínez Ruiz y Víctor de la Vega.

POEMA INÉDITO

Con mi tulipa en el Huerto

Hacia ti me ha traído la sangre

de la tarde blanca y santa

esta de Miércoles bajo la oliva.

Soy de la vieja sangre, 

de aquellos que dijo Federico Muelas.

Señor, doblada mi rodilla

sobre el surco y la besana,

en esta tarde de luna de anijas

llego para ser testigo de tu cáliz

y reencontrar mi fe nazarena.

(José Luis Lucas Aledón ante el paso del Huerto el Miércoles Santo de 1995, grabado por  José Vicente Ávila).