
El apagón llegó y todo lo que venía por delante ya era imposible de prever. Desde el minuto uno, y así lo ha puesto de manifiesto el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, la coordinación entre instituciones y la organización para hacer frente a la contingencia sobrevenida funcionó al milímetro.
“A las 13:30 horas estaba todo preparado en el parque de bomberos para establecer allí el centro de mando y hacer frente a la situación. El parque dispone de generadores adicionales de larga duración y precisamente por las capacidades de autonomía eléctrica allí se centralizó el dispositivo”, ha detallado Darío Dolz, quien ha remarcado que en el centro operativo estaban tanto el equipo de Gobierno municipal como los concejales de todos los grupos políticos.
Una de las prioridades frente al apagón que estábamos sufriendo fue la de garantizar el abastecimiento de agua a toda la ciudad de Cuenca. “Tenemos siete depósitos en la ciudad, tres de ellos funcionan con gravedad, pero nos preocupaban sobre todo los depósitos de Villa Román y el depósito de Albaladejito”, ha asegurado el alcalde.
El depósito de Villa Román da cobertura a un montante de 15.000 personas y el de Albaladejito da Cobertura a Señorío del Pinar y todo el entorno del Pinar de Jábaga. Un tercer depósito, el del Barrio del Castillo, también necesitaba bombas de impulsión. La situación estaba controlada, pero cualquier prevención era poca: “Los depósitos tenían capacidad, podíamos haber pasado toda la noche sin hacer refuerzos, pero desconociendo lo que iba a durar nos volcamos en ellos para garantizar el abastecimiento aguar a toda la ciudad”.
Mientras esto ocurría, otra de las prioridades para el Ayuntamiento de Cuenca era la de “invitar a los ciudadanos a que utilizasen lo menos posible el vehículo privado”, y sí el transporte público “que ha funcionado desde el primer momento con toda normalidad”, salvo las lanzaderas al AVE que se paralizaron por la inactividad de los trenes.
Entre tanto, los policías locales que estaban de libranza, de vacaciones o asignados a otros turnos, se incorporaban activamente al operativo. Y lo mismo con las dotaciones de bomberos.
“Hasta cinco incidencias por atrapamiento en los ascensores resolvió el parque de bomberos del Ayuntamiento de Cuenca. Y al menos otras cinco personas fueron liberadas de los ascensores por empresas de mantenimiento”, ha explicado Darío Dolz.
VOLCADOS EN EL POLIDEPORTIVO SAN FERNANDOA última hora de la tarde, cuando se supo que 450 personas que viajaban en un convoy habían sido remolcadas con una máquina diésel hasta la Estación Fernando Zóbel, y sin posibilidad de llegar a sus destinos, el operativo se puso en marcha. Toda la flota de Autobuses Urbanos de Cuenca se puso a disposición de esas personas para ser trasladadas hasta el Polideportivo San Fernando.
“Utilizamos todos los autobuses de las líneas urbanas para traer a las 450 personas que estaban en la estación con la comprensión de quienes en ese momento estaban utilizando el transporte público, a los que fuimos acercando a sus destinos prácticamente ad hoc”, ha contado el alcalde, que se subió a uno de esos autobuses urbanos mientras dejaban a los pasajeros lo más cerca de sus casas.
“Esto fue sobre las 21:30 horas. A esas 450 personas se les facilitó cena agua, comida vegana, sin gluten… y esta maña a las 8:30 estaban todos otra vez embarcados en el AVE”, ha confirmado Dolz.
Otra de las prioridades para el equipo de coordinación era planificar la noche de una ciudad completamente a oscuras. “Había dotaciones adicionales de Policía Local en colaboración con Policía Nacional para estar patrullando la ciudad toda la noche. Hablamos de 17 vehículos con dotaciones dobles de policía. La indicación eran invitar a los ciudadanos a volver a casa”, ha explicado Dolz.
Emocionado y haciendo un balance altamente positivo de toda la coordinación y cooperación con la que Cuenca ha hecho frente al apagón, el alcalde de la ciudad ha leído las dos últimas frases de un correo que hoy mismo ha recibido y que dice así: “La humanidad y la impecable organización que experimentamos en Cuenca merecen ser reconocidas y celebradas”.