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Semana Santa 2023

Cuenca enmudece en Miércoles Santo

(GALERÍA DE IMÁGENES Y VÍDEO) Numerosa participación en un largo desfile procesional del Silencio con capuces blancos y pasos con olivos como protagonistas
Fotos: Saúl García
05/04/2023 - D.C.

Cuenca ha enmudecido este Miércoles Santo con la procesión del Silencio, que ha contado con gran participación de nazarenos y numerosa afluencia de público en una noche de capuces blancos y pasos con olivos que han transformado a la ciudad en el huerto de Getsemaní.

Las primeras imágenes en salir a las calles de Cuenca este Miércoles Santo aguardaban en la iglesia de San Esteban su salida estelar. A las siete de la tarde y ante un expectante público, arrancaba el cortejo encabezado por la Banda de la Junta de Cofradías de Cuenca, que hacía danzar al olivo del paso de la Oración en el Huerto mientras que el de El Prendimiento –el Beso de Judas– se movía al compás de la Asociación Musical La Concepción de Horcajo de Santiago, acompañado también por la Guardia Pretoriana de la Pasión Viviente de Tarancón.

Con los olivos al viento y largas filas de nazarenos en ambas hermandades, muchos de ellos niños, avanzaba el desfile por Aguirre, Las Torres y Puerta de Valencia en dirección hacia la iglesia del Salvador para recoger la imagen de la Amargura con San Juan Apóstol, que hacía su aparición en la procesión sobre las ocho y cuarto de la tarde, recibida con el ‘Himno de España’ a manos de la Agrupación Musical de San Clemente, que ha acompañado a este paso durante todo el desfile.

La subida al Casco de las imágenes por la icónica curva de Solera con la calle del Peso dejaba un año más vistosas estampas en esta solemne procesión que, no obstante, ha sido en algunos momentos del desfile menos silenciosa de lo que su propio nombre establece.

En torno a las nueve de la noche, el desfile procesional llegaba a una abarrotada Plaza Mayor que ha ido recibiendo sucesivamente a los tres pasos que venían de la parte baja de la ciudad, los cuales han esperado después en este emblemático espacio hasta la llegada del resto del cortejo.

Primero, sobre las diez de la noche, se incorporaba el imponente paso de la Santa Cena con una exigente y milimétrica salida desde una puerta de la Catedral que se antoja exigua, lo que requiere de un gran ejercicio de pericia de los banceros al portar un conjunto escultórico que ronda los 1.200 kilos.      

Paralelamente, desde la iglesia de San Pedro, en la parte alta del Casco Antiguo, iban iniciando el descenso las hermandades de San Pedro Apóstol, la Negación de San Pedro y el Ecce-Homo de San Miguel para reunirse con el resto del cortejo en la Plaza Mayor, desde donde se ha iniciado posteriormente la bajada ya al completo de la procesión, ordenados los pasos siguiendo la cronología evangélica de los episodios que tuvieron lugar en el huerto de Getsemaní, como la traición a Jesús y su negación por parte de San Pedro.

Al compás de las horquillas, encabezaba el cortejo la imagen de la Santa Cena, a la que sucedían los pasos de la Oración en el Huerto, el Beso de Judas, San Pedro Apóstol, la Negación de San Pedro y el Ecce-Homo de San Miguel, finalizando la Amargura con San Juan, portando los nazarenos de todas las hermandades capuces blancos a excepción de la de San Pedro, que vestía capuchones encarnados.  

En este descenso, la Asociación Musical La Concepción de Horcajo de Santiago, que había subido al Casco con El Prendimiento, ha acompañado a San Pedro en la bajada, en la que la Banda de Cuenca ha custodiado a la Oración en el Huerto mientras que la Asociación Musical Moteña, de Mota del Cuervo, ha escoltado al Ecce-Homo de San Miguel, continuando la Agrupación Musical de San Clemente con la Amargura con San Juan y encabezando el desfile la Junta de Cofradías de Cuenca.

En el plano musical también se han vivido otros bellos y emotivos instantes a manos del Coro del Conservatorio de Cuenca, que ha cantado a las imágenes ante el numeroso público congregado en los alrededores de la iglesia de San Felipe Neri.

Por su parte, la Hermandad del Ecce-Homo de San Miguel ha escuchado por primera vez en la calle la nueva marcha dedicada a su titular, ‘Señor del Miércoles Santo’, obra del hermano Pablo Martínez Valiente y que ha sido interpretada por la Agrupación Musical Moteña.

Avanzando la noche y el desfile, las curvas de la Audiencia se han transformado en olivar evangélico al paso de las tres imágenes con árboles -Oración en el Huerto, Beso de Judas y San Pedro Apóstol–, escena que ha vuelto a repetirse después en la recta final de la procesión por la céntrica Carretería.

Llegando el desfile a su término tras una larga noche, las hermandades han ido retirándose sucesivamente, siendo la primera en decir adiós la de la Santa Cena, que se ha quedado en los jardines de la Diputación Provincial. En San Esteban se despiden la Oración en el Huerto y el Beso de Judas, y en Aguirre, San Pedro –tras sonar su saeta- y la Negación de San Pedro.

Prosiguen su marcha ya en silenciosa intimidad las hermandades de la Amargura con San Juan y del Ecce-Homo de San Miguel hasta las iglesias de El Salvador y San Andrés, respectivamente, poniendo el punto final a esta noche de capuces blancos.