“Mi labor como artista es generar un diálogo entre las propias piezas”
¿Qué tienen en común una réplica de un dinosaurio del Museo Paleontológico, una lata de morteruelo, una copia en yeso de una columna de la catedral, mariposas y un búho real disecados, una postal de la Ciudad Encantada, una colmena, u objetos de Antonio Pérez? Estas piezas y hasta un total de 92 conforman la exposición ‘Animales de : imagen y semejanza’, que se expone hasta el 12 de mayo en el Laboratorio Modulable Artístico (Lamosa) y en la que Raúl Hidalgo (Pedro Muñoz, Ciudad Real, 1980), artista y profesor en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, ha buscado establecer un diálogo que muestre el vínculo que tiene Cuenca con el reino animal.
La idea surgió a propuesta de Lamosa, que animó a Hidalgo a desarrollar un proyecto artístico en la antigua capilla del convento de Las Angélicas, en el centro histórico de la ciudad. Y fue el propio espacio expositivo quien ‘habló’ y trajo la inspiración al artista, doctor en Bellas Artes que vive a caballo entre Cuenca y Madrid desde hace siete años. “El tema de los animales parecía un punto de arranque interesante”, detalla.
“Mi labor como artista es generar un diálogo entre las propias piezas. Mostrar lo que no se ve”, concreta, explicando que decidió contar con piezas de diversa procedencia, desde las aportadas por ciudadanos y estudiantes hasta las obras de instituciones públicas y privadas, buscando un equilibrio entre ellas y poniéndolas al mismo nivel.
Precisamente el artista explica que una de las cosas que más ha disfrutado mientras preparaba la muestra ha sido con la búsqueda de ese diálogo para establecer relaciones entre los objetos.
Una de las curiosidades que muestra es uno de los capítulos del ‘Fuero de Cuenca’, del siglo XII, en el que ya se hablaba de cómo había que tratar a los animales. Aunque desde la perspectiva actual puede parecer que no era demasiado cuidadoso con ellos, para la época era completamente “revolucionario”. “Los animales tenían un enorme peso en toda la vida ciudadana, desde los palomares hasta las bestias o animales de carga”, señala.
Sobre la propia pared de enfrente Hidalgo ha pintado una transcripción literal de unas palabras de este capítulo con una “caligrafía que parece árabe” pero que recrea la escritura de aquella época.
“Como profesor, también he intentado que mi labor sea didáctica”, indica, añadiendo que busca visibilizar cuestiones como la ecología y la conservación animal. Además, pretende que “todo el mundo se sienta identificado” y que se reconozca en las piezas, que están dispuestas en dos partes diferenciadas que dan nombre a la exposición: una conforma el espacio de ‘Imagen’, mientras que una especie de gabinete de artista con curiosidades da vida a ‘Semejanza’.
En esta última, un espejo devuelve su reflejo al espectador. Y es que en la exposición no puede faltar el más animal de todos: tú, yo, todos.
