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“Hay que salir de la dinámica del no a la Junta”

Darío Dolz, candidato del PSOE a la Alcaldía de Cuenca, aboga por el “tándem” Ayuntamiento-Gobierno regional para “salir de este charco de crisis más social que económica”
“Hay que salir de la dinámica del no a la Junta”
Fotos: Saúl García
06/02/2019 - Gorka Díez

Ingeniero técnico forestal y funcionario de carrera en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha desde 1994, Darío Dolz (Cuenca, 1968) conoce bien el Ayuntamiento de Cuenca al haber sido primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo en la legislatura (2011-2015) y ahora aspira a ser el máximo responsable de su gestión si el 26 de mayo los ciudadanos le dan su apoyo en las urnas. Aunque todo apunta a que habrá varios partidos con representación en el Consistorio y serán necesarios pactos para gobernar, él asegura que saldrá a ganar.

¿Por qué decidió presentarse candidato?

Porque me duele mi ciudad y no quiero que esté conforme está. Desde hace tiempo ha habido colectivos y gente de forma particular que me lo ha pedido cuando me los cruzaba por la calle: pensaban en mí como una persona que podía ser un buen candidato para gobernar la ciudad. Ha sido una decisión muy meditada, como no podía ser de otra manera, con mi mujer, porque sé por experiencia que la política municipal no es fácil.

¿Qué cree que puede aportar?

Sobre todo, tres cosas que yo creo que son básicas: experiencia en la gestión, en parte municipal, al haber estado cuatro años en el Ayuntamiento como primer teniente de alcalde gestionando distintos ámbitos y otras responsabilidades como la de delegado provincial de Agricultura, director general de Política Forestal y director-gerente de la empresa pública Geacam; cercanía, estar con la gente, escucharles, recibirles; y, también, la condición de servidor público, de intentar buscar y hacer cosas para el beneficio de los ciudadanos que creo que tenemos que tener todos los que nos dedicamos a la política.

Al presentarse ahora, entiendo que le hubiera gustado formar parte de la lista a las elecciones municipales de 2015...

Yo me debo a mi partido y cuando se decidió que no iba en las listas lo vi como algo normal y natural. El candidato que se presenta busca las mejores piezas que él piensa para conformar esa candidatura. Cuando me dijeron que no iba en ella seguí trabajando con el mismo ahínco con el que venía trabajando en los años anteriores. Tengo claro que esto es así: hoy estás y mañana no, y no pasa nada.

A dicho que le duele la ciudad. ¿La ve deprimida?

La veo deprimida desde el punto de vista tanto fisonómico como intelectual en el sentido del sentimiento que tiene la gente: una sensación de abandono, de dejadez, de que esto no puede ser, de que tenemos que salir de este charco de crisis más social que económica. La ciudad está en un tono gris y vamos a ver si pasamos a unos tonos un poquito más alegres.

Hace cuatro años no es que estuviera muy boyante, pero no sé si cree que, en esta legislatura, ha ido a peor...

Para mí, sí. Y lo digo como ciudadano de Cuenca. No he visto proyectos ni actuaciones nuevas. Se ha seguido una dinámica que en la mayoría de los casos habíamos iniciado nosotros, con ejemplos como la peatonalización de Carretería, que aunque haya pintadas en algún cruce con límites de velocidad, se mantiene. O con el transporte urbano, cuyo modelo cambiamos nosotros con un nuevo contrato, ya que con la anterior empresa se generaron unas deudas impresionantes y tengo que recordar que el primer día de nuestro mandato nos encontramos con una convocatoria de huelga. Alguien puede decir que a lo mejor cuatro años es poco tiempo, y tal vez lo sea, pero entiendo que se han mantenido los mismos parámetros y que no hay nada nuevo.

¿Carretería está mejor que con las tablas?

Yo me siento orgulloso de que fuera un gobierno del PSOE el que la peatonalizó. Lo hicimos con los medios que teníamos en ese momento, es decir, sin medios económicos. Ahora se le ha dado otro matiz pero desde el principio dijimos que la idea era peatonalizar Carretería y que, con el paso del tiempo, se le dotaría de mejores infraestructuras. Estas siguen faltando: iluminación, aceras... Pero me quedo con el tema de fondo: que Carretería está consolidada como espacio peatonal, aunque por supuesto se puede mejorar. Pero también hay que mejorar otras cosas porque hay muchos barrios que necesitan reformas, adecuaciones, un mantenimiento cotidiano. Es algo en lo que vamos a volcar esfuerzos con los medios de que dispone el Ayuntamiento.

“Hay que salir de la dinámica del no a la Junta”

Qué se puede hacer para atender las peticiones de mejora de los barrios?

Hay que buscar medios para ir satisfaciendo sus demandas, que muchas veces son cosas muy sencillas: arreglar unas aceras, pavimentar un tramo de carretera, instalar bancos y papeleras, poner vegetación... Es verdad que todo cuesta dinero, pero hay que priorizar y ejecutar en su totalidad el presupuesto de inversiones, cosa que ahora no se está haciendo. Espero también que nos encontremos el Ayuntamiento en una mejor situación económica, pues la deuda se va amortizando progresivamente. Aunque también hay que buscar recursos en otras partes. Aquí tenemos un gran aliado, que es la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Emiliano García-Page, que va a ser de nuevo el presidente de Castilla-La Mancha, va a tener en el alcalde de Cuenca un bulldog que le va a pedir recursos económicos allí donde el Ayuntamiento no puede llegar.

El Cerro de la Horca, cuyas viviendas se entregaron durante la legislatura de Juan Ávila, sigue sin terminar de urbanizarse...

Lo que hicimos fue incautarnos de la fianza de las obras porque el agente urbanizador se retiró. Se sacó un proyecto que no llegamos a ejecutar porque hubo problemas con la licitación. Pero creo que, después de cuatro años en esa situación, el Ayuntamiento debería haberlas acometido ya. Los vecinos han enviado peticiones de las actuaciones más urgentes que necesita el barrio y si el Ayuntamiento no las acomete en este periodo de tres-cuatro meses que queda hasta las elecciones, será una prioridad, porque sí que hay dinero para mejorar ese barrio. Y no solo nos ocuparemos de las obras de urbanización y de mobiliario urbano sino, también, de diseñar que, de cara al futuro, la red del transporte urbano llegue a esos barrios del entorno de la Ronda Oeste como el Cerro de la Horca o el residencial La Hípica.

La conexión con el nuevo hospital beneficiaría a toda esta zona…

Sí, es una infraestructura que se está generando a buen ritmo y que estará finalizada en 2022. Y no podemos esperarnos a entonces para planificar su accesibilidad. Las obras de conexión hay que ejecutarlas previamente para que esa conexión sea la mejor posible. Y el transporte urbano tiene que llegar tanto al nuevo hospital como a los barrios del entorno.

El problema es que, dada la ubicación del nuevo hospital, aumentará la dispersión y el kilometraje de los autobuses...

Pero la dispersión que tiene la ciudad no la podemos corregir: los barrios están donde están y tenemos que hacer el esfuerzo de que estén bien conectados. Aunque Cuenca es una ciudad que se puede andar en su inmensa mayoría, hay barrios que tienen que estar mejor conectados. Hace poco me decía un padre que su hijo, para ir a la Universidad, tiene que desplazarse casi 20 minutos andando para coger el transporte urbano: esas cosas son las que hay que corregir. Hay que ver las poblaciones de esos barrios que no están en el núcleo central de la ciudad y darles unas buenas conexiones. Porque esa conectividad va a reducir el tránsito de vehículos particulares y nos permitirá hacer una ciudad más sostenible. Según los últimos datos, el transporte urbano da cabida a en torno a un millón de viajeros a lo largo del año, y hay que seguir trabajando para conseguir en torno a 200.000 o 300.000 viajeros más y cambiar la dinámica del transporte urbano.

El conquense abusa del vehículo privado...

Es que muchas veces, si uno no tiene una alternativa cierta, se ve abocado a ello. Pero si tiene una buena alternativa, con buenas frecuencias de transporte urbano, se puede plantear coger el autobús. Ahora el Ayuntamiento está en situación de ampliar y mejorar ese contrato.

Aunque el Ayuntamiento ha aceptado finalmente ceder la Casa Zavala a la colección de Roberto Polo, en general no respalda las propuestas del Gobiero regional (ascensores, centro de convenciones con hotel, centro de mayores de Las Quinientas, traslado de la depuradora) o se muestra reticente a ellas. ¿Qué opina?

Hay que salir de la dinámica del no a la Junta. Mucha gente me manifiesta que hay cierto hartazgo de que, a todo lo que propone el Gobierno regional, el Ayuntamiento se niegue en banda, ponga trabas o dé largas en vez de subirse a un carro que es beneficioso para la ciudad, sea una exposición, un ascensor que dé más accesibilidad al Casco Antiguo o un centro de convenciones que puede generar actividad económica y ser un foco de atracción para que congresos y eventos se puedan celebrar en nuestra ciudad. Si es algo beneficioso para la ciudad, no hay que coartarlo porque sea de otra formación política, sino sumarse a ello. Que se construya un ascensor, un centro de convenciones, genera actividad en el sector de la construcción y toda la dinámica que lleva consigo: a corto plazo, hará falta más combustible para abastecer a los camiones que lleven los materiales; y a medio y largo plazo, se dinamizará la hostelería... Todo está muy entrelazado. Por eso, hay que hacer un tándem con Emiliano García-Page al frente del Gobierno regional y Darío Dolz -lo digo con la mayor humildad- al frente del Ayuntamiento. Entonces, yo creo que a la ciudad nos va a ir mejor: vamos a conseguir mayores recursos tanto económicos como de actividad.

"Vamos a llamar a todas las puertas a las que haya que llamar y a algunas más para que, con toda la deslocalización que hay en el mundo, se instalen en Cuenca empresas de tecnología"

La mayoría de los proyectos que propone la Junta están dirigidos al turismo. ¿Es el sector por el que más hay que apostar? Porque también se reclama industria…

Hay que mimarlo porque somos una ciudad Patrimonio de la Humanidad y el turismo es un motor de desarrollo importante. Hay que apostar por la cultura, por que Cuenca sea un referente nacional e internacional; y por la gastronomía, aprovechando las excelencias culinarias que tenemos, con una reciente estrella Michelin o la reapertura del Mesón Casas Colgadas gracias al Consorcio de la Ciudad. Pero claro que hay que generar más actividades. Tenemos también un potencial de naturaleza muy importante que hay que poner en valor y vamos a investigar, instigar y llamar a todas las puertas a las que haya que llamar, y a algunas más, para que, con la deslocalización actual, se instalen en Cuenca empresas de las tecnologías. Porque al final uno puede estar trabajando en Cuenca y dar servicio a Suecia, por poner un ejemplo. El Dusi, aunque no sea la panacea, también tiene que ser una herramienta que nos facilite esas cuestiones. Hay que ahondar en todos los nichos económicos que se puedan porque queremos un tejido empresarial nuevo y pujante.

¿Y Cuenca puede ser un destino atractivo para la industria?

Las industrias destinadas a la tecnología, como he dicho, se pueden instalar en Cuenca perfectamente y de hecho ya tenemos un ejemplo [se refiere a la instalación de la multinacional de servicios profesionales de tecnología Serbatic, instalada en el centro de la capital hace un año y que ya da trabajo a unos 60 trabajadores cualificados]. Necesitamos que vengan empresas pequeñas, medianas y, ojalá, grandes, y cambiar la fisonomía del tejido empresarial con la ayuda de los empresarios de la ciudad para que Cuenca empiece a caminar en el siglo XXI y no seguir como andamos, casi anclados en el siglo XX.

En el caso de la conexión a través del AVE con Madrid, el alcalde actual, disconforme con las nuevas tarifas Avant, pide trenes más madrugadores y más económicos para que los conquenses puedan residir en Cuenca y trabajar en Madrid. ¿Qué opina?

No tengo datos concretos de si hay mucha gente que vive en Cuenca y trabaja en Madrid y necesita trenes más tempranos o de las dinámicas de trabajo que esto podría generar. Habría que conocer la situación. Pero, aunque me parece muy bien que la gente viva en Cuenca y trabaje en Madrid, yo lo que quiero es que la gente viva en Cuenca y trabaje en Cuenca. Necesitamos masa social que demande servicios y nos permita que la ciudad empiece a crecer.