"Hablamos de los sentimientos que nos acercan o alejan de las personas, incluso de nosotros"

Fizzy Soup vuelve a actuar en Cuenca y, además, a lo grande, en el principal escenario de la ciudad: el Teatro-Auditorio. Una apuesta de la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca por esta versátil y melódica banda fundada en el año 2014 en Cuenca por Sonia García (voz y percusión) y Javier Corroto (voz, guitarra y órgano Hammond) de la que también forman parte Eduardo Martinez (batería) y Carlos Bueno (bajo y sintetizadores). Rock, jazz, blues, indie o soul tienen cabida en las canciones de uno de los grupos con más proyección de la escena independiente nacional que en su concierto en Cuenca contará como invitados con otros reconocidos músicos y presentará algunos de los temas del que será su segundo álbum, que saldrá a la venta en enero de 2019 y cuyo nombre está todavía por decidir.

‘Gravity Tour’ es el nombre de la gira con la que llegáis este sábado 20 de octubre al Teatro-Auditorio de Cuenca. Aunque sorprende que la gira arranque cuando solo se han difundido dos temas del que será vuestro segundo largo...

La gira se llama ‘Gravity’ porque es la canción que abre camino hacia un nuevo trabajo y hacia una evolución en el sonido. Además, habla de los sentimientos que nos acercan o alejan de las personas, incluso de nosotros mismos, y de cómo a pesar de todo seguimos ahí, aprendiendo. Es algo que está muy presente en nuestro camino. Desde que publicamos ‘Not So Far’ a principios de 2017 no hemos parado, el recorrido con ese disco ha sido muy bonito, también frenético, y ahora queremos volcarnos con el nuevo trabajo. En la creación de un nuevo disco hay muchos aspectos en los que trabajar además de la grabación de las canciones, y requieren tiempo y cariño.

¿Y sonarán en el concierto adelantos del nuevo disco?

Sonarán las canciones de ‘Not So Far’, alguna canción anterior y los nuevos singles, pero de forma diferente a cualquier concierto que hayamos dado antes. Para esta ocasión hemos preparado una formación de banda única, con vientos, cuerdas, colaboraciones especiales... Va a ser un concierto muy emocionante.

¿Alguna canción todavía no difundida que os guste especialmente y tengáis muchísimas ganas de dar a conocer?

La verdad es que tenemos muchísimas ganas de que el nuevo disco sea una realidad, pero no solemos tener canciones favoritas, todas son especiales para nosotros.

¿Qué nos podéis decir del nuevo disco en su conjunto? Por los temas difundidos sigue un poco la línea de ‘Not So far’, con evocadoras melodías, cambios de ritmo y mezcla de estilos…

Los juegos con las melodías y las armonías siguen presentes, pero creemos que con estos dos temas hemos abierto puertas a nuevos sonidos, paisajes con más luz, más intensidad... Es un poco pronto para definir el sonido del disco, pero hasta ahora hay una evolución, sin olvidarnos de ese lado oscuro y profundo que se despertó con ‘Not So Far’.

Habéis grabado en los estudios Organic Audio de Cuenca. ¿Es un lujo contar con un estudio en Cuenca?

Sí, Iñaki Martínez es muy profesional y ya es como uno más de la banda. Nos entendemos muy bien y cuando nos juntamos salen cosas muy serias. Es una suerte contar con él en Cuenca.

Será vuestro segundo disco en menos de dos años. Entiendo que no os cuesta componer, que la inspiración no os falta…

¡A nosotros se nos han hecho largos!... (risas) No nos ha dado tiempo a aburrirnos ni un momento, pero a veces se echa de menos poder parar para mirar alrededor y ponerse a componer.

¿Y cómo y dónde componeís?

Juntos o separados, aunque luego vamos corriendo a enseñárselo a los demás. A veces llevan más tiempo de desarrollo y otras veces salen de una, y casi siempre es en casa, pero nos han surgido ideas en muchas situaciones: de gira, en pijama, en un bar bebiendo cerveza, en una prueba de sonido...

Dados los pocos discos que se venden hoy en día, supongo que vuestro principal objetivo será que las canciones se difundan por redes y radios…

La difusión en medios digitales y radios es muy importante y da mucha visibilidad, pero creemos que los discos siguen teniendo un papel precioso entre los grupos y el público, y creemos que, poniéndole cariño, se siguen vendiendo. Hay que mirar a los discos como algo más que un soporte sobre el que grabar canciones.

Volviendo al concierto, ¿cómo afrontáis el hecho de tocar en el Teatro-Auditorio? Supongo que con ilusión pero también con muchos nervios, con más responsabilidad…

El Teatro-Auditorio es un lugar muy especial, es un lugar que impone. Con tantos preparativos, pendientes de que todo salga bien y un aforo tan grande, es fácil ponerse nervioso, pero desde que comenzamos a imaginar este proyecto sabíamos que queríamos hacerlo allí. No hemos tocado antes con este formato y estamos realmente ilusionados por mostrar el resultado de tanto trabajo: creemos que el público se va a sorprender y va a disfrutar mucho.

Habéis anunciado la presencia de otros músicos conquenses…

Sí, junto a los anunciados Alex de Kitai, Sean de Dinero y Gabriel de Shinova tendremos con nosotros a David, Virginia y Poli de Sambas Colgadas, Juli de Progeria y Uzak, y Jose Kakel. La colaboración con todos ellos va a ser muy espectacular.

¿Se mueve la escena musical conquense? ¿Hay vida más allá de Fizzy Soup?

Sí, además desde hace un tiempo hay más movimiento en los locales de ensayo y hay más programación en salas y bares, y eso nos encanta. Hay músicos muy buenos, y grupos que han empezado hace poco que nos parece que, si se lo siguen currando, conseguirán proyección más allá de la ciudad: nos gustaría mucho verles crecer.

La gira, tras el concierto de Cuenca, pasará de aquí a final de año por Albacete, Madrid, Granada, Tarragona, Barcelona. ¿Estáis contentos con los conciertos que os van saliendo o cuesta?

Estamos contentos, algunas de las ciudades por las que pasaremos no las hemos visitado antes y siempre vas con algo de incertidumbre. Conseguir un hueco en las salas no suele costar mucho, a veces depende del tipo de sala que sea, de que las fechas coincidan o del nivel de las bandas que busquen los programadores, lo que más cuesta es que la gente se entere de que vas a ir a tocar y que vayan a verte.

El pasado verano tocasteis en el Sonorama. ¿Cómo fue la experiencia?

En Sonorama nos sentimos muy arropados, el público se entrega en los conciertos haga frío o un calor brutal. Lo disfrutamos tanto arriba como abajo del escenario: es un festival que nos hace sentir como en casa.