“Fue una auténtica bestialidad lo que se vivió ayer por la tarde”. Con estas palabras arranca nuestra conversación con el alcalde de Casas de Benítez, Samuel Mondéjar, horas después de que el temporal haya castigado con fuerza los cultivos del municipio conquense. En tan solo quince minutos, nos cuenta el alcalde, cayeron entre 25 y 30 litros de agua por metro cuadrado en los términos municipales de Casas de Benítez y Sisante.
“El granizo, el viento y la lluvia afectaron a toda la zona que viene desde Sisante y El Picazo hasta Casas de Benítez y el epicentro del temporal fue en un paraje conocido como Meco”, confirma Mondéjar, quien todavía impresionado por lo ocurrido, detalla que hay miles de hectáreas de viñedo arrasadas por el temporal, cuya fuerza ha afectado también al almendro y el olivo.
“A pie de campo es un desastre, dan ganas de llorar. Han caído árboles, ramas, las viñas no tienen sarmientos ni les queda uva, y las aceitunas de los olivos están por los suelos”, asegura el alcalde, para quien en algunas zonas "no sólo queda tocada la cosecha de este año sino también la del año que viene".
Como consecuencia del temporal se formó un tornado que afectó a la cubierta del polideportivo municipal de Casas de Benítez y a varios tejados, chimeneas y plazas solares en viviendas del pueblo. “Ha sido un desastre”, nos cuenta Benítez, “porque era una tarde de sol y, de repente, a las 19:30 empezó a caer agua y granizo, que duró como diez o quince minutos, y las consecuencias han sido desastrosas”.