Es noticia en Cuenca: Noheda Motor Fútbol Quesos Triatlón Balonmano Campus de Fútbol

A ver si es verdad

Producir alimentos más eficientes ante la sequía, esa sería, según los mismísimos ministros de Agricultura de la Unión Europea reunidos los pasados lunes y martes en consejo informal en Córdoba, la apuesta y el camino a seguir si queremos salir adelante en estos en verdad que nada fáciles tiempos para ese sector. Una apuesta que conlleva, que deberá conllevar, la conformación de un sistema agroalimentario sostenible capaz de generar productos más eficientes y con menor consumo de agua del que hoy por hoy necesitan. Una apuesta que según los propios responsables europeos debería llevarnos a la introducción de nuevas técnicas genómicas –ya saben, esa nueva generación de tecnologías que posibilitan la introducción de modificaciones para ciertos rasgos tanto en este sector agroalimentario como también en los de la medicina o el industrial y que por ejemplo permiten introducir modificaciones dirigidas en el genoma– para poder producir alimentos consumiendo menos recursos, menos agua, claro, pero también menos fertilizantes, elementos fitosanitarios, pienso o energía. Técnicas en fin con las que lidiar con el cambio climático y hacer frente a esa sequía que casi como un tsunami va extendiéndose a lo largo y lo ancho de nuestro sufrido globo terráqueo, además de posibilitar el llevarnos a mejorar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad global, objetivos para los que por supuesto es imprescindible que se dé la mayor conexión posible entre esos avances que ya se alcanzan en el sector científico y las necesidades reales del día a día y la voluntad de las empresas. Unas tecnologías y una planificación que, eso sí, como el propio ministro hispano Luis Planas señalaba, es necesario que alcancen no sólo a las grandes explotaciones agrícolas sino también a las pequeñas y medianas que son las que evidentemente tienen más dificultades para invertir o para formarse, algo que digo yo que tampoco va a ser tarea fácil. Y por cierto, poniéndonos por una vez ufanos: es para alegrarnos, en cuanto sufridos ciudadanos de esta nuestra España, que precisamente en Córdoba, en la finca experimental que tiene en Rabanales su Universidad, poniendo una vez más de relieve la importancia de la investigación científica, se haya diseñado un agrosistema basado en la combinación de agricultura digital y sostenible que también conlleva la reducción del desperdicio alimentario aprovechando las ventajas de la economía circular y la cooperación internacional. Y volviendo a lo anterior, pues qué quieren que les diga, si el camino está tan claro y los responsables europeos afirman que lo está, a seguirlo pero que ya, pasando de las declaraciones a los hechos. A ver si es verdad.