ALICIA

Desde hace unos días una persona, una funcionaria, una servidora de lo público, una profesional de la Sanidad ha pasado a la situación de jubilación. Este hecho, normal, cotidiano, sencillo, impuesto por las leyes del tiempo y la legislación laboral, que con toda probabilidad no constituye noticia para casi nadie, salvo para la interesada y su familia, sí lo es para la “ALCER CUENCA” y para muchos de los enfermos renales de nuestra provincia, porque afecta a ALICIA MARCO MARCO. ¿ Y quién en Alicia?.

Desde que en Septiembre de 1984 se estableció en el Hospital “Virgen de la Luz” el Servicio de Hemodiálisis, Alicia es, ha sido, la Supervisora del mismo. La insuficiencia renal crónica es una mala enfermedad –todas lo son-, pero el hecho de tener que cifrar la supervivencia en la dependencia de una máquina la hacen especialmente dura. Es difícil de comprender, salvo para los afectados y los familiares cercanos, lo que ello supone y cuanto se agradece en estas circunstancias una atención profesional adecuada y un trato personal afectivo.

Alicia, a la sazón una joven enfermera, se hizo cargo de estas responsabilidades y a lo largo de tantos años ha cumplido como la mejor. Ha sido la mujer, la profesional que con sus conocimientos, sus atenciones, a veces una mirada, una sonrisa o un buen consejo, hacía más fácil sobrellevar la enfermedad. Por eso, desde ALCER Cuenca, no queremos dejar pasar la oportunidad de agradecerle sus servicios de tantos años y la entrega en su trabajo. En estos tiempos, en los que tan generosos somos en la crítica – hasta con razón-, no podemos ser parcos en el agradecimiento merecido.

Y en Alicia personificamos también a tantos y tantos profesionales que sorteando dificultades, recortes, falta de medios y hasta consideraciones personales, hacen cada día de su trabajo un acto de servicio a los demás. Alicia, la jubilación no es sino una situación laboral distinta.

Te queda mucha vida y muchas vivencias personales por delante. Gracias y que seas feliz.