Es noticia en Cuenca: Tradiciones Villa de Noheda Ciclismo Agricultura Caño On Fútbol Conciliación

Agravio comparativo en las inversiones ferroviarias: el olvido de la línea Valencia–Cuenca–Madrid

¿Por qué se abandona la vía más corta entre Valencia y Madrid?

Mientras se invierten en torno a 500 millones de euros, en 4 años, en modernizar la línea ferroviaria Valencia–Teruel–Zaragoza, otra línea histórica y estratégica como la Valencia–Cuenca–Madrid ha sido cerrada y abandonada por completo, cuando con solo 200 millones (menos de la mitad) se podría arreglar y acondicionar por completo. No hablamos de una vía secundaria sin utilidad: es la conexión ferroviaria más corta entre Valencia y Madrid, y podría ser una solución clave para el transporte de mercancías en un momento en que el puerto de Valencia bate récords de tráfico y necesita urgentemente más salidas hacia el interior peninsular.

La decisión de suprimir esta línea, tomada sin debate público ni justificación técnica convincente, supone un agravio comparativo difícil de entender. Frente al eje por Teruel —al que no le faltan inversiones ni apoyos—, la vía por Cuenca se cerró de forma silenciosa y definitiva, dejando a esta provincia sin tren convencional y al sistema logístico español sin una de sus alternativas más racionales.

¿Por qué es tan importante esta línea?

Porque es más corta: Ir de Valencia a Madrid por Cuenca supone recorrer 80 km menos que por Albacete. Eso se traduce en 160 km de ahorro por cada viaje de ida y vuelta, lo que reduce tiempo, costes y emisiones contaminantes.

Porque descongestionaría otras vías: La línea Valencia–Albacete–Madrid ya está al límite de su capacidad, con trenes de mercancías y pasajeros compartiendo el mismo trazado. Lo mismo ocurre con la línea por Teruel. Reabrir la línea por Cuenca aliviaría esta saturación, haciendo el sistema más eficiente.

Porque podría dedicarse casi exclusivamente a mercancías: A diferencia de otras rutas, esta vía podría destinarse preferentemente al tráfico de mercancías ligeras, sin interferencias con trenes de viajeros. Eso permitiría viajes más rápidos, regulares y competitivos para la industria y la logística.

Porque vertebra el interior y lucha contra la despoblación: Recuperar esta línea ayudaría a reconectar Cuenca con el resto del país, favorecer el desarrollo logístico del centro peninsular y dar oportunidades a zonas hoy olvidadas. Es una medida clara para combatir el abandono de la “España vaciada”.

Porque contribuye a descarbonizar la atmósfera al reducir el tránsito de camiones por carretera, en la línea de lo que se preconiza la UE en términos de coste ambiental y disminución de la contaminación que contribuye al cambio climático.

Todo esto se podría hacer sin necesidad de electrificar ni desdoblar la vía, con inversiones muy inferiores a las que se están destinando a otros corredores. Y, sin embargo, lo que vemos es un cierre arbitrario, acompañado de un silencio administrativo y político que duele aún más.

El crecimiento del puerto de Valencia exige una red ferroviaria más amplia, equilibrada y funcional. No tiene sentido seguir apostando únicamente por unos corredores y dejar que otros, con igual o mayor sentido logístico, se pierdan para siempre. Reabrir la línea Valencia–Cuenca–Madrid no es un capricho localista: es una decisión estratégica con beneficios para todo el país.

Es hora de que se escuche a la ciudadanía y se recupere esta vía con visión de futuro. Porque un sistema ferroviario justo y sostenible no puede construirse dejando fuera a quienes más lo necesitan