Más entrevistas: Olivia del Saz Ortega Jairo Cárcaba José María Albareda Jorge Sánchez Albendea Andoni Sierra Ron Darío Dolz Julián Recuenco Araceli Cuerda Alejandro Moya Mabel Lozano

“Siempre hay ‘peros’ para emplear a personas con discapacidad”

La responsable del colectivo, que aglutina a 17 asociaciones, pide una mayor concienciación y se plantea como reto la coordinación con las administraciones para sacar adelante proyectos
“Siempre hay ‘peros’ para emplear a personas con discapacidad”
Foto: Saúl García
18/07/2021 - Dolo Cambronero

Hace casi diez años, cuando tenía 33, le diagnosticaron esclerodermia, una enfermedad autoinmune que en su caso le afecta especialmente en las articulaciones cuando hace frío. Diplomada en Relaciones Laborales, Marta Montero Torrecilla (Cuenca, 1978)  ha sido elegida ahora por unanimidad presidenta de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Cuenca (COCEMFE Cuenca), colectivo en el que empezó a trabajar en 2006 como dinamizadora rural, siendo posteriormente técnica laboral. Después también ha pasado por el departamento administrativo del centro especial de empleo de Amiab en Cuenca.       

Enhorabuena. ¿Qué supone haber sido elegida presidenta?

Es todo un reto. Por problemática personal te encuentras ligada a este mundo y entiendes más la necesidad de que hay que hacer algo para fortalecer el colectivo. No hay gente que tire del movimiento asociativo. Tú te quieres involucrar y una vez que das el paso, también sientes miedo por los problemas que te vas a encontrar, por si lo vas a hacer bien...

¿Qué retos se plantea al frente de Cocemfe Cuenca?

El reto es conseguir la plena inclusión y la participación activa de todas las personas con discapacidad, en este caso, física y orgánica, en todos los ámbitos de la sociedad, a través de la promoción, reivindicación y defensa de sus derechos. Y que exista coordinación con los estamentos públicos para que podamos sacar proyectos adelante en favor de este colectivo.

Ahora mismo estamos con el Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ) de la ONCE, que se dirigen a la formación. Lo llevamos haciendo el año pasado y este. Es también un un reto porque para nosotros es difícil adelantar una financiación pero gracias a la ONCE estamos haciendo algo nuevo y diferente.

¿A cuántas personas da servicio Cocemfe Cuenca? 

Nosotros aglutinamos a 17 colectivos de personas con discapacidad física y orgánica. Atendemos a entre 500-700 usuarios de forma habitual.

¿Qué tipo de atención ofrecéis?

Desde que entran por la puerta, se les acompaña y se les da apoyo en todo lo que necesiten, por ejemplo, para realizar todo tipo de trámites, desde becas de estudios para sus hijos a un plan de empleo, la firma digital, subvenciones, el ingreso mínimo vital... En este último, ha habido muchas personas que nos han pedido ayuda debido a la brecha informática, que en este colectivo es mayor porque hay más pobreza y falta de recursos. También les ayudamos con el reconocimiento del grado de discapacidad. Y si quieren unirse a la bolsa de empleo, las dos trabajadoras de Castilla-La Mancha Inclusiva Cocemfe que tenemos en Cuenca ofrecen atención personalizada para buscar un trabajo acorde con su experiencia y le hacen seguimiento.

 

“Gracias al centro especial de empleo de Amiab en Cuenca, hemos conseguido la inserción laboral de muchas personas con discapacidad. Si no, sería difícil”

¿Qué problemas encuentra el colectivo en el apartado laboral?

Hoy, gracias a que tenemos en Cuenca el centro especial de empleo de Amiab, hemos conseguido la inserción de muchas personas con discapacidad. Pero si no estuviese, sería difícil porque, a nivel empresarial, Cuenca no está concienciada de los beneficios que supone contratar a personas con discapacidad. Mucha gente cree todavía que no son capaces de desarrollar un trabajo. Hay que cambiar esa mentalidad. Hay empresas que se han dado cuenta de que hay personas con discapacidad competentes y muy trabajadoras pero en otras muchas el tabú sigue. Eso es algo que hay que romper en una Cuenca en la que hay poco tejido empresarial. Es muy difícil para este colectivo entrar en las empresas privadas. En el caso de las personas que nacen con discapacidad, su nivel de estudios no suele ser alto porque han tenido limitaciones por el camino. 

¿Qué reivindicaciones le hace a las administraciones?

Lo primero es empezar a hablar para colaborar con las administraciones. Hace un tiempo que están muy receptivos con el mundo de la discapacidad. Como nueva presidenta, me he presentado a colectivos y a las administraciones y ya estoy recibiendo las primeras llamadas. 

Y luego hay que concienciar más a la sociedad sobre este colectivo. Por mucho que parezca que está concienciada, a la hora de la verdad, cuando te pones delante de una empresa para que contrate a una persona con discapacidad, empiezan los “peros”: ‘Es que no va a poder hacer tal cosa’. Tenemos limitaciones, cada uno según su discapacidad, pero podemos trabajar. 

En su caso, ¿ha sentido alguna vez discriminación?

En mi caso, tengo problemas con el frío; no me riegan bien las articulaciones. Pero es una enfermedad autoinmune que afecta a órganos internos y ahora, diez años después, parece que empieza a afectarme en ese plano. Hoy mis circunstancias son óptimas pero no se sabe cómo  se va a desarrollar la enfermedad. Llevo guantes en cuanto hace frío y puede llegar el mes de mayo y seguir con ellos. Y llegan las frases del tipo: ‘¡Qué exagerada eres!’ Pues si los llevo, será por algo, igual que otra persona puede llevar otra cosa que necesite. Hay falta de concienciación. El típico comentario de ‘yo te veo muy bien’ también duele porque la procesión va por dentro. Cuando me da la crisis por el frío, no puedo ni andar y tengo mucho dolor. Y frases como esas hacen mucho daño. Y como aparentemente nos ven bien a algunos, también cuestionan que tengamos discapacidad. Hay personas que nos encontramos con enfermedades sobrevenidas. Nadie está exento. Te puede tocar en cualquier momento.