DIPUTACIÓN CUENCA CIRCUITOS
Más entrevistas: Juan Puerta Sergi March Paula Álvarez Díaz José Ángel García Kain Amoud Ron Lalá Andrea Pérez David Ojeda Guijarro Olivia Lara Nuria Tébar de Juanas

Sidecars: “Contar más de lo que hubiera querido nos hace conectar más con la gente”

La banda madrileña que lidera Juancho Conejo actúa esta noche en la Sala Samsara dentro de la gira Mahou 2018 con entradas a 25 euros
Sidecars: “Contar más de lo que hubiera querido nos hace conectar más con la gente”
24/05/2018 - Gorka Díez

Superados los años más duros de la crisis y el cierre de la Sala Babylon, la capital conquense vuelve a tener un circuito importante de conciertos en vivo. A ello están contribuyendo espacios como las salas Directo o Samsara. Será esta última, ubicada frente a El Mirador, la que este jueves, a partir de las diez de la noche (apertura de puertas media hora antes), acogerá la actuación de una de las bandas punteras del rock español: Sidecars. Fundado en 2006, el grupo que lidera Juancho Conejo, hermano de Leiva, con quien guarda no pocas semejanzas en la voz y en la composición, presentará el que es su quinto disco, Cuestión de gravedad, que está teniendo una gran repercusión en las redes por temas tan pegadizos como Amasijo de huesos.

Presentáis Cuestión de gravedad, que es vuestro quinto disco. ¿Qué tal está funcionando?

Tanto la repercusión como el feedback con la gente está siendo mucho más grande de lo que esperábamos. El disco anterior [Contra las cuerdas, 2016], supuso un poco un cambio en nuestra carrera y nuestra vida porque dimos como un pequeño saltito que con este disco pensábamos afianzar. Y de repente todo ha crecido más: las canciones se han hecho más grandes de lo que pensábamos y toda la gira de presentación ha estado con sold out, algo que nunca nos había ocurrido.

Es un disco de tiempos medios, con canciones muy pegadizas como Amasijo de huesos o Todo es mentira… ¿Cuáles son esas que mejor funcionan en directo?

Probablemente Amasijo de huesos y Tu mejor pesadilla. La segunda a fin de cuentas es la canción que ha estado sonando en la radio, la que ha servido para presentar el disco, pero con Amasijo de huesos es curioso porque ha sido la gente la que le ha dado tamaño. También están Olvídame, que en directo ha cogido mucho peso, o Canciones prohibidas.

Las nuevas canciones funcionan entonces tan bien o mejor que las antiguas…

La verdad es que sí. Nunca nos había ocurrido que tan poco tiempo después de sacar el disco, en cuanto empezamos la gira, la gente cantara con la misma fuerza las canciones nuevas. Es algo que normalmente tiene un proceso, y es necesario que pase un tiempo hasta que la gente se quede con ellas. Pero esta vez no ha sido así. No tengo la explicación.

Esta es una pregunta difícil de responder, pero, ¿qué tiene que tener una canción para que funcione?

Ojalá lo supiera, la verdad, pero no lo sé. Yo tengo la sensación de que hay un punto en los textos, que cuentan cosas que nos han ocurrido un poco a todo el mundo y que están escritos de una manera sincera. Y creo que ese punto extra de sinceridad que he tenido en este disco, de contar quizá demasiado o más de lo que hubiera querido, es lo que ha hecho que conectara un poco más con la gente. Y, luego, supongo que también una buena melodía. Pero ahí no entro a valorar si mis canciones tienen una buena melodía…

La crítica observa influencias muy variadas, de grupos de los ochenta como Nacha Pop o Los Secretos y más recientes como Ryan Adams o Wilco, sin olvidar otros nombres como Tequila o Burning. ¿Veis esas referencias?

Yo creo estamos muy acostumbrados a etiquetar todo y, de alguna manera, nosotros hemos bebido mucho de todos esos grupos, los últimos años quizá especialmente de los últimos que has citado, Ryan Adams y Wilco, cuyas influencias quizá sean más visibles en los últimos dos discos. Pero todo lo demás está ahí y si tienes una banda de pop-rock en castellano es imposible que no te nombren a Los Secretos, a Tequila o a Los Ronaldos, que personalmente estos últimos sí que fueron una influencia para nosotros.

También se nota cierta sintonía con las canciones de Leiva, que es tu hermano y con quien guardas cierto parecido en la forma de cantar, en el tipo de música que hacéis, en las melodías…

Somos hermanos, nos hemos criado escuchando la misma música, llevamos viviendo juntos doce años, compartimos discos, escribimos y nos enseñamos las canciones, cantamos el uno con el otro… Es muy natural que nuestra música vaya en la misma dirección. Es lo que hemos mamado y lo que nos sale. Y, por otro lado, yo he aprendido mucho de él y tenemos la misma voz hablando, así que no era capaz de inventarme una vez que no fuera la mía, con lo cual me ha quedado aguantar que se diga, y que se dirá toda la vida [que me parezco a él], lo cual no me importa porque es una comparación maravillosa. Si me compararan con alguien que no me gustara, sería más jodido.

Algunos críticos os reprochan no innovar, ser un poco previsibles, pero entiendo que innovar dentro de este tipo de música es complicado, porque es algo que también les pasa a otros cantautores como Quique González…

La verdad que mi lucha no es descubrir un estilo nuevo de música ni inventarme nada, que la gente diga “mira estos lo que están haciendo con la batería al revés”. Yo estoy intentando escribir cada vez mejores canciones, mejores textos, que cada vez suene mejor y encontrar más lo que es el sonido y la personalidad de Sidecars, a la que supongo que cada vez nos vamos acercando más. Esa es mi guerra.

Sidecars lleva ya doce años en la música. Al poco de debutar en 2006 ya tuvisteis varios reconocimientos. ¿Fue más difícil hacerse un hueco entonces o cuesta más mantenerse con el tiempo?

En realidad acabamos de llegar, porque aunque llevemos cinco discos y un montón de años en la carretera, a vivir de esto y a tenerlo como nuestro oficio hemos empezado como quien dice antes de ayer, hace un año y medio. Sé que los comienzos son muy difíciles, pero también se hacen con mucha ilusión. Ahora es cuando, quizá, sí ves las dificultades que pasaste entonces, momentos más duros de lo que te parecía porque tenías mucha ilusión y ganas de que nuestras canciones llegaran a la gente. Fue en realidad un comienzo superdespacito en el que nos llevamos un montón de golpes. Pero me alegro de que haya sido así.

Está claro que ahora los ingresos se obtienen más a través de los directos que de la venta de discos, al estar todo gratis en internet. ¿Cómo ves las nuevas formas de consumo?

Yo tengo la sensación de que se está abriendo un mundo nuevo y que esto a todos nos viene un poco grande. El acceso que hay ahora mismo a la música es maravilloso. Me acuerdo cuando era pequeño y me quería aprender una canción, y rebobinaba el casete, lo volvía a poner… Y era un casete que lo tenía que comprar o que me lo tenía que dejar alguien. Ahora en cambio tienes acceso a lo que quieras en cualquier momento del día, estés donde estés. También hay miles de tutoriales, de vídeos, algo increíble para la gente que quiere aprender música. Tiene un montón de ventajas, pero la parte de la industria, la económica, la del oficio, no está bien organizada. No tengo mucha idea pero me parece que lo que se gana a través de Spotify es un 0,0000… Cifras que no están muy bien hechas teniendo en cuenta que ya no se venden discos. Porque aunque está bien que los músicos vivan de las giras, la gente tiene que darse cuenta de que un disco conlleva meses de escribir, meses de ensayar, meses de grabar… Es un montón de trabajo que está muy bien que cualquiera pueda escuchar pero lo justo sería que, quien lo quisiera tener, se lo comprara a un precio que nos parezca justo a todos. Pero van a pasar años hasta que esto se regule un poco.

Sidecars empezó más dentro de la escena indie pero ahora no sé si os sentís ahí o más en la música mainstream o mayoritaria o ni una cosa ni la otra…

Yo nunca he considerado que fuéramos una banda indie porque siempre entendí el indie más como un estilo de música. Si pensamos en Vetusta Morla no se puede decir que no sea mainstream, ya que es un grupo que llena el Palacio de los Deportes de Madrid no sé cuántos días seguidos, pero el estilo de música que hacen es indie. A mí siempre me ha gustado pensar que nosotros somos una banda de rockandroll, de pop-rock, de canciones. Y en cuanto al mainstream, ojalá, porque eso supondría, supongo, que llegáramos a mucha gente.