“Reconocimientos como este nos acercan aún más a nuestro origen”
Con más de 23 siglos de historia, Solán de Cabras es mucho más que una marca de agua mineral: es un símbolo del equilibrio entre naturaleza, tradición e innovación, que ha llevado el nombre de Beteta, de la provincia de Cuenca y de Castilla-La Macha por todo el mundo gracias a la propiedad de sus aguas.
Ese es uno de los motivos que ha llevado al Gobierno regional a reconocer esa trayectoria y compromiso, otorgándole la Placa al Mérito Regional, un galardón que se le entregará en el acto institucional por el Día de Castilla-La Mancha que se celebra el sábado 31 de mayo en Albacete.
“Recibimos este reconocimiento con un inmenso orgullo, porque avala el firme compromiso de Mahou San Miguel para generar valor compartido allí donde desarrollamos nuestra actividad”, destaca Jesús Núñez, director general de la unidad de aguas de Mahou San Miguel. Y es que, Castilla-La Mancha es una zona estratégica para la compañía “donde estamos muy presentes con nuestro manantial de agua mineral natural Solán de Cabras, pero también con el de Fuente del Arca y con nuestra fábrica de Alovera (Guadalajara), el centro de elaboración de cerveza más grande de España y en el Top 3 a nivel europeo en cuanto a capacidad de producción”.
Núñez destaca que Solán de Cabras es una marca icónica, con unas credenciales de calidad excelentes reconocidas a nivel nacional e internacional. “Esto genera un enorme orgullo de pertenencia, tanto dentro como fuera de la compañía”. Cree que la empresa recibe esta distinción porque, más allá del producto, se trata de una compañía “muy arraigada y conectada con el entorno, con un impacto y vinculación local muy relevantes”, sostiene. “Ha sido capaz de construir relaciones estructurales y sostenidas en el tiempo, dejando patente su capacidad para generar progreso y riqueza local”, enfatiza.
En todo este tiempo, Solán de Cabras se ha convertido en un motor clave de desarrollo para la zona, ya que da empleo al 70% de la población del municipio, favoreciendo así la compra de proximidad y dinamizando la actividad económica del territorio. “Esto permite mantener la calidad de vida local, contribuyendo además a preservar el entorno natural privilegiado de la Serranía de Cuenca”.
A este respecto, enfatiza los programas de creación de empleo junto a Cruz Roja, y diferentes colaboraciones para la atracción de talento con becas de FP Dual en colaboración con el Gobierno regional, participa en el programa Emplea Rural de la UCLM y Fundación MAPFRE y desarrolla un programa formativo específico para Beteta, en colaboración con la Fundación Mahou San Miguel.
“Reconocimientos como este nos acercan todavía más a nuestro origen y a Castilla-La Mancha, una zona estratégica para nuestra actividad y donde queremos seguir reforzando nuestra contribución buscando vías para seguir aumentado el valor que generamos con nuestra actividad”, detalla el director general de la unidad de aguas de Mahou San Miguel, “siempre” minimizando su huella ambiental para preservar el ecosistema local.
El rey Carlos IV declaraba de utilidad pública las aguas de Solán de Cabras en 1790, y desde entonces, su reconocimiento público siempre ha ido a más. Tanto es así que el agua que nace en la Serranía de Cuenca hoy en día está presente en numerosos rincones del planeta, llevando la empresa la imagen de Cuenca a más de 30 países. “Somos la marca de agua mineral española con mayor huella internacional”, celebra Núñez, quien detalla que Solán de Cabras es “una joya de marca, con unas credenciales de calidad únicas en el mercado”.
Núñez agradece tanto a los trabajadores de Solán de Cabras como a sus consumidores el hacer posible el día a día de la compañía. “Este reconocimiento es del equipo humano de la entidad, porque nada sería posible sin su dedicación, excelencia y pasión que ponen cada día”. A los clientes que día a día eligen la marca, les pide que sigan confiando en ella, “porque seguiremos dando lo mejor de nosotros para ofrecer un producto de máxima calidad, innovando para responder a sus necesidades y adaptarnos a los diferentes momentos de consumo.
MANANTIAL
En la actualidad no se realizan visitas al público general en el manantial de Beteta y la planta de envasado, pero sus puertas sí se han abierto de forma puntual a públicos clave del ámbito privado e institucional.
Por ejemplo, Núñez destaca la acción para consumidores que realizaron junto a National Geographic para acercar al público al origen del agua mineral natural Solán de Cabras de la mano del fotógrafo y explorador Javier Corso. Los ganadores del sorteo, pudieron vivir una experiencia única: desde una espectacular ruta a Peña Rubia, hasta un picnic en plena naturaleza junto a los Baños de la Reina del siglo XVIII, histórico lugar de peregrinación desde pastores a reyes y que, rehabilitado, en 2018 entró a formar parte del Patrimonio Arquitectónico de Interés Histórico Artístico.
Aún así, no descartan estudiar opciones a futuro, pero siempre primando y preservando el entorno privilegiado en el que desarrolla Solán de Cabras su actividad.
RETOS DE FUTURO
En cuanto a los retos de Solán de Cabras de cara al futuro, Núñez subraya que el principal es “seguir llevando la marca cada día más lejos, adaptándonos de manera ágil a las nuevas tendencias y aumentando nuestra capacidad para llegar al mercado y al consumidor, dentro y fuera de nuestras fronteras”. Y todo ello, hacerlo “siendo una empresa con impacto positivo, no solo en el plano ambiental, sino también por su contribución y generación de valor”.
En definitiva, “siendo una compañía más admirada, competitiva y diversificada que emocione, que conecte y que sea ejemplo e inspiración para la sociedad”.