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"Lo importante es que haya equipo, que la gente dé un pasito adelante"

El pívot del CB Cuenca, Javier Ruipérez, se ha formado en las categorías inferiores y ha sido parte de una generación dorada que estuvo a punto de conseguir el ascenso a Liga EBA
 "Lo importante es que haya equipo, que la gente dé un pasito adelante"
Foto: A.D.V.
01/06/2025 - Alejandro del Valle

El Club Baloncesto Cuenca dejó de contar al término de la temporada 2024/25 con toda una referencia bajo el aro: Francisco Javier Ruipérez, jugador que ha vivido casi toda su trayectoria bajo la disciplina del club conquense. Con la misma entrega con la que ha defendido la camiseta, se despide tras una temporada de altibajos, pero orgulloso por lo vivido aquí.

Formado en el CB Cuenca desde las categorías inferiores, Ruipérez ha ido quemando etapas a base de esfuerzo y compromiso, pasando por todas ellas hasta llegar al primer equipo. Las vueltas de la vida le llevaron a Valencia, donde terminó de formarse y llegó a disputar la Liga EBA, resaltando el gran salto de nivel y adaptación que requiere la categoría. Esta experiencia le mejoró como jugador y seguiría dando una gran versión en Cuenca. “Me volví a asentar aquí y llevo toda la vida jugando”, cuenta el pívot, que tuvo que tomar una decisión propiciada “por la edad y las circunstancias personales”. El trabajo, el matrimonio y la próxima llegada de su primer hijo en agosto han cambiado sus prioridades. “Seguiré ligado en lo que pueda, vendré a entrenar, pero a nivel de competición tengo que dedicar el tiempo a otra cosa”, asegura.

Su último año, reconoce, no ha sido fácil. Una temporada marcada por las bajas, la inestabilidad y una plantilla algo corta ha hecho que el CB Cuenca pase serios apuros y que, finalmente, haya perdido la categoría. A pesar de que ya había decidido alejarse de la pista al término de la pasada campaña, Ruipérez no dudó en ponerse el mono de trabajo y volver al equipo para echar una mano cuando más lo necesitaba. “Se podría decir que Jaime me engañó un poquito, y yo me dejé engañar otro poco”, cuenta entre risas. A pesar de que sabía que sería un año complicado, asumió galones y volvió a sumar en el equipo gracias a su experiencia. Se queda, eso sí, con el buen sabor de una plantilla que “a nivel humano es sensacional”.

Aunque Jaime Muñoz, entrenador del equipo, sigue haciendo las veces de base cuando es necesario, Javier Ruipérez es el último de una gran generación: los equipos comandados por el técnico Tino Antolínez, que contaban con Ruipérez, Ojeda, Álvaro Cañada, Carlos Novillo, Pablo Pérez, Cifu o Santi García, entre otros, dejaron años de muy buen baloncesto en la capital. Tan solo el ascenso a EBA se les resistió a estas grandes plantillas, que lo tuvieron especialmente cerca en La Solana.

 

FUTURO BALONCESTÍSTICO

La temporada deportiva ha concluido con la incertidumbre de si el CB Cuenca sacará un equipo a competición la próxima campaña. Él, como amante del baloncesto y figura íntimamente ligada al club conquense durante tantos años, reconoce que guarda cierta preocupación con respecto a la situación del deporte en la capital. “Lo importante es que haya equipo, que la gente dé un pasito adelante. Creo que hay gente para sacar plantilla en autonómica o nacional para que se pueda seguir disfrutando del basket en la capital”. Aunque reconoce que la situación del CB Cuenca es delicada y que el núcleo de jugadores de los últimos años ya no está, confía en que pueda producirse un relevo generacional: “Hay que ver qué puede aportar el júnior, sacar eso adelante. Sería una pena que no saliese un equipo”. 

Se marcha un gran capitán que ha crecido entre la pintura de la pista y que no se ahorraba un solo esfuerzo a la hora de saltar y morder por un rebote. “Ahora toca verlo desde la grada, aunque nunca me ha gustado. Se pasa mucho peor”, se sincera. No obstante, no será raro verle debajo del aro en alguna pachanga, reconoce. Porque uno puede salir del baloncesto, pero el baloncesto no sale de ti.