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“El Servicio de Atención Integral LGTBI es un espacio seguro para cuidar de las personas"

El SAI no sólo atiende a personas LGTBI, sino también a sus familias, allegados, profesionales y a cualquier persona interesada en formarse o sensibilizarse sobre diversidad
“El Servicio de Atención Integral LGTBI es un espacio seguro para cuidar de las personas"
Foto: Saúl García
22/08/2025 - Eduardo M. Crespo

Desde el pasado mes de julio, la provincia de Cuenca cuenta con un espacio pensado para escuchar, asesorar y acompañar a las personas LGTBI y a su entorno. Se trata del Servicio de Atención Integral (SAI) de Castilla-La Mancha, que ha abierto su delegación provincial en la ciudad. Al frente de esta oficina está José María Pacheco, un trabajador social de 31 años que está poniendo toda su ilusión, experiencia y conocimiento para que el SAI LGTBI de Cuenca sea un espacio cercano, humano y, sobre todo, seguro: “Este es un espacio de cuidado y protección, donde las personas pueden sentirse seguras para trasladarnos sus necesidades y recibir apoyo”.

El SAI LGTBI, ubicado en las dependencias de la Delegación Provincial de Igualdad, no es un despacho más del engranaje de la administración. Es la puerta de entrada a un equipo multidisciplinar que ofrece atención social, psicológica, jurídica y sexológica, de forma totalmente gratuita y confidencial, “y con una altísima calidad en el trato y en el cuidado”. 

Hasta ahora, el SAI LGTBI funcionaba de forma centralizada en Toledo, con atención online y telefónica a toda Castilla-La Mancha. La llegada de oficinas provinciales como la de Cuenca permite un contacto más cercano, un acompañamiento presencial y un conocimiento más profundo de las realidades locales. Y eso, en una provincia con casi 200.000 habitantes y una marcada dispersión rural, supone una diferencia importante.

José María Pacheco nos cuenta que, en apenas unas semanas, el servicio ha recibido ya 12 consultas, desde demandas de información general hasta casos personales que requieren de un seguimiento. “Hay que llegar a todas partes, también a esos pueblos pequeños donde una persona joven puede sentirse sola. Queremos que sepan que no lo están, que pueden llamarnos o escribirnos desde cualquier rincón de la provincia”, explica José María Pacheco.

El SAI LGTBI no sólo atiende a personas LGTBI, sino también a sus familias, allegados, profesionales de otros ámbitos y cualquier persona interesada en formarse o sensibilizarse sobre diversidad.

La LGTBIfobia, nos cuenta José María Pacheco, sigue siendo el origen de muchas de las heridas que llegan hasta los servicios de atención y orientación: “Podemos estar hablando de un joven o una joven trans que quiere transicionar y que sus familias, aun siendo personas muy abiertas, necesitan apoyo para acompañar a su hijo o hija en su transición, o para afrontar situaciones de discriminación en el colegio o en el trabajo”.

La clave del Servicio de Atención Integral (SAI) de Castilla-La Mancha es aportar una perspectiva de diversidad que implique a la sociedad en su conjunto, “igual que se trabaja con la igualdad de género”. Una oficina como esta es la prueba de que Castilla-La Mancha apuesta por una sociedad más justa e igualitaria. “Aquí caben todos los perfiles: personas mayores, jóvenes universitarios, gente del medio rural… lo importante es que sepan que tiene un espacio seguro donde van a ser escuchados y atendidos”.

Para después, construir las necesarias redes de apoyo o grupos de ayuda mutua cuyos beneficios para el colectivo son muchos: apoyo emocional, comprensión, empoderamiento grupal, sentido de pertenencia y crecimiento tanto personal como colectivo. “El primer paso es que nadie se sienta solo, que la gente conozca el servicio y se sienta acogida y poner a su disposición las herramientas para afrontar cualquier situación”, subraya el responsable del servicio en Cuenca. 

El SAI LGTBI ha demostrado ser un punto de referencia, un símbolo de avance y un recordatorio de que la diversidad merece no sólo respeto, sino también cuidados. La labor social y vocacional de trabajadores como José María Pacheco es la garantía de que, aquí, las personas van a ser escuchadas y nunca se van a enfrentar solas a situaciones o circunstancias que les preocupan.