El rey de las naranjas
Ahora es el ‘rey de las naranjas’. Pero cuando hace ocho años Rubén Garde Martínez contó a su familia que iba a montar una frutería en Cuenca, todos “se echaron las manos a la cabeza”. Hoy, vende a la semana entre 6.000 y 7.000 kilos solo de esta fruta, además de otras muchas y verduras y hortalizas.
Su actual oficio no le viene de tradición familiar. Rubén Garde había trabajado en la construcción, con la excavadora, hasta que llegó la crisis económica y se quedó en paro. Vio que se alquilaba un local en la galería de alimentación San José y se le ocurrió la idea de poner una frutería. “La monté yo solo porque nadie de mi familia me apoyó. No confiaba nadie. Me decían que estaba loco”, bromea el joven, que tiene ahora 34 años. “Pero al final me han tenido que dar la razón”, subraya.
TRES TRABAJADORES
De hecho, ahora su padre trabaja en la frutería Garde, junto a Rubén y otra empleada. “Y mi mujer también estuvo un tiempo en la tienda”, cuenta el joven.
La frutería se mantuvo en la galería de alimentación durante tres años hasta que se trasladó a su actual ubicación, en el número 60 de la avenida Reyes Católicos, donde ocupa un local de unos 25 metros cuadrados.
Casi desde su puesta en marcha, uno de los buques insignia de esta frutería son las naranjas. Son de tipo navelina, ecológicas y a un precio difícilmente mejorable: tres kilos por un euro. “Son un éxito. La temporada, que va más o menos de noviembre hasta mayo, es un no parar”, asegura.
“Cuando se acaba la temporada, los clientes nos siguen preguntando por las naranjas y, cuando se acerca la nueva, vuelven a preguntar sin parar que cuándo vamos a traer otra vez”, añade.
Las naranjas que venden en esta frutería proceden de Valencia. “Tengo un amigo que cultiva allí. Son ecológicas, sin ningún tratamiento. La calidad es muy buena”, subraya. Aunque la presencia es muy diferente a la de las frutas perfectas a las que estamos acostumbrados en la sociedad actual. “No están cepilladas ni enceradas. Y son de diferentes tamaños, grandes y pequeñas. Está todo mezclado porque compramos todo el campo”, detalla.
"No nos vamos a engañar. La gente joven que come fruta es una minoría. La gente más mayor sí tiene el hábito"Además de vender en la frutería, Rubén también va todos los martes al mercadillo de la capital y recorre muchos pequeños municipios de la provincia de Cuenca con su camión-tienda.
Arcas, Albentosa, Pajaroncillo, Salvacañete y Majadas son algunas de las poblaciones de la llamada España vacía a las que llega con la venta ambulante. “Vamos donde no queda ya casi nadie. En algunos de estos pueblos despachamos a solo tres personas. Hay muy poca gente y es una pena”, lamenta.
FRUTAS DE TEMPORADA
Frutería Garde cuenta con una amplia variedad de productos todo el año. Aunque Rubén señala que lo que más pide la clientela es sobre todo la fruta y las verduras y hortalizas de temporada. “Según la época, mandarinas, naranjas, cerezas, melones y sandías son lo más demandado”, apunta.
En un contexto en el que los estudios alertan de que el consumo de fruta ha bajado en nuestro país en los últimos años, la pregunta es obligada: ¿la comen los conquenses? “Nosotros no damos abasto en la tienda pero no nos vamos a engañar. La gente joven que come fruta es una minoría. La gente de más de cincuenta años sí tiene el hábito”, detalla. Por ello, Rubén anima: “La fruta es muy sana”.
