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“La rehabilitación de viviendas puede ayudar a la recuperación económica”

Juan José Ramón Vindel coge las riendas del Colegio Oficial de Arquitectos en un momento en el que los encargos se han reducido entre el 20 y el 25%
“La rehabilitación de viviendas puede ayudar a la recuperación económica”
Foto: Saúl García
01/08/2020 - Dolo Cambronero

Tras cuatro años como secretario durante el mandato de Miguel Ángel Redondo, Juan José Ramón Vindel (Cuenca, 1964) ha cogido ahora su testigo al frente de la Demarcación de Cuenca del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha, con el que lleva colaborando desde principios del siglo XXI. “Estuve en la comisión de Deontología durante dos legislaturas”, explica este titulado por la Universidad Politécnica de Madrid, que llega a la dirección en un momento en el que la Covid-19 lo condiciona todo.

¿Cuáles son los retos que se plantea como presidente?

Los retos no son solo míos sino de la nueva junta directiva. He intentado hacer una junta de consenso sin necesidad de elecciones y he procurado hablar con todo el que ha querido. Al final, una persona se presentó en un puesto de vocal sin poder integrarlo. Hay miembros de la anterior junta, gente joven, personas nuevas que se habían presentado en otras elecciones porque querían optar a cargos pero no había sido posible... Hemos querido dar la oportunidad a todo el mundo. En Castilla-La Mancha, suele pasar que casi en ningún sitio hay elecciones y se llegan a acuerdos. En Cuenca, había un poco de enfrentamiento y yo quería que fuera de consenso. El principal reto ahora es afrontar la crisis de la Covid-19. Hemos empezado en un momento complicado. Aunque no hay peores ni mejores momentos; hay tiempos interesantes y menos interesantes... Desde el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) se ha iniciado un estudio sobre la vivienda poscovid, ‘Pensar en habitar’, al cual se ha sumado el Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha. Se ha estado muy activo durante esta crisis y se va a seguir así. Pretendemos que las viviendas mejoren, sacar algo positivo.

La crisis sanitaria trae después una crisis económica y ya hemos notado una reducción en la entrada de proyectos de entre el 20% y el 25% en la Demarcación de Cuenca. También se hizo una encuesta en el Consejo Superior en plena crisis y los datos de las estimaciones eran similares. Los arquitectos preveían una reducción importante, superior incluso, del 20% al 50%. Había muchos que pensaban que incluso podían reducir su nivel de trabajo hasta la mitad.

Así, luchar contra la crisis es el primer reto. Pero ya hemos tenido otras; no es la primera. Tanto el CSCAE y la Demarcación pensamos que la rehabilitación puede ser un factor muy importante de recuperación económica. De cada 100 euros invertidos en rehabilitación, el Estado puede recibir hasta 45. Eso significa que si las administraciones subvencionaran las obras al 50%, prácticamente no les costaría dinero y se generarían muchos puestos de trabajo. Las ayudas volverían en forma de seguros sociales, impuestos directos e indirectos... Eso también mejoraría nuestro parque de viviendas. Después de la crisis de la Covid-19, una de las cosas que ha salido de la encuesta que hicimos es que la mayoría de la gente pensaba hacer alguna reforma en su vivienda. No la consideraba como vital o estrictamente necesaria pero consideraban que mejoraría mucho su vida.

En torno al 50%-60% pensaba que en los próximos años iba a acometer una reforma en su vivienda. Otro dato es que la tasa de rehabilitación en España es muy inferior a la de Europa. Eso nos dice que todavía tenemos margen para crecer en este ámbito. Lo primero que queremos es fomentarla porque eso nos dará trabajo a todos, no solo a nosotros sino a un sector como el de la construcción que puede absorber mucho empleo.

La nueva situación ha impulsado la demanda de viviendas en los pueblos. Uno de los temas que abordarán los grupos de trabajo del estudio Pensar en Habitar es precisamente la vivienda rural. ¿Cuál es el estado de los inmuebles en la provincia de Cuenca, a priori más amplios y con más espacios exteriores que los de la capital?

Todavía no se han sacado conclusiones. Hemos tenido varias reuniones y hay siete líneas de trabajo, entre ellas la que aborda la vivienda rural, grupo del que voy a formar parte. La vivienda rural nos parece muy importante en esta comunidad y especialmente en Cuenca. La Junta de Comunidades nos pidió especialmente al Colegio de Castilla-La Mancha un estudio de la vivienda en el medio rural, fundamentalmente con medidas para combatir la despoblación y analizar la posibilidad de crear una tipología de vivienda protegida para este ámbito, recogiendo de manera flexible una variedad que pueda responder a las circunstancias especiales y necesidades sociales y económicas del mundo rural. En Castilla-La Mancha creo que es muy importante y es muy relevante en nuestro estudio. Desde Cuenca vamos a estar para intentar dar soluciones.

Las siete líneas de trabajo del estudio son: vivienda en el entorno rural; adaptación de locales y oficinas a viviendas; intervención en edificios anteriores a la normativa actual para mejorar sus condiciones; nuevo concepto de vivienda: habitabilidad; vivienda poscovid: volver a la comarca; arquitectura industrializada, transformable, reutilizable y desmontable; y segunda residencia y su versatibilidad. Cada grupo tiene un coordinador y somos tres de Cuenca. En las reuniones telemáticas se aprende mucho, es un privilegio, un lujo poder participar.

Otra de las iniciativas de la junta es continuar la colaboración con la Diputación de Cuenca en la difusión del patrimonio arquitectónico de la provincia mediante la página del PARCU [punto de acceso unificado público a toda la información existente relativa al Patrimonio ARquitectónico de la provincia de CUenca].

Por otro lado, también nos planteamos salir más a la provincia. Anteriores juntas ya han celebrado reuniones con ayuntamientos. La última fue el año pasado en San Clemente y fue muy positiva. Queremos continuar en esa línea y reforzar la idea de que el colegio no es solo de la capital sino de la provincia. Aunque hay menos arquitectos, hay un número importante que trabajan y viven en los pueblos.

Y en Cuenca capital, ¿cuáles son los retos de la ciudad a nivel arquitectónico? La accesibilidad será uno de los más importantes.

Sí, es un reto claro. Nosotros llevamos colaborando con la Junta y el Ayuntamiento, y también algo con Diputación, para mejorar la accesibilidad del Casco Antiguo y siempre colaboraremos. Hace varios años, el Gobierno regional nos pidió una lista de arquitectos y de ahí salió el estudio que hizo Cuenca In sobre la accesibilidad a esta zona de la ciudad. Desde el Colegio siempre hemos querido resaltar que cualquier acción para mejorar la accesibilidad debe partir de un estudio previo importante y se debe pensar en las personas que viven en el Casco Antiguo. Aunque entendemos que este recurso sería fundamental para el turismo, en todo momento hemos dicho a los arquitectos que han colaborado y a las administraciones que nuestra prioridad eran los ciudadanos del Casco. No se les debe olvidar. Ahora no se puede hacer ningún gran proyecto sin una consulta a los vecinos. Respecto a si ascensores y escaleras, pensamos que ¿por qué no pueden ser los dos? La propuesta de los ascensores viene de un trabajo hecho por compañeros nuestros colegiados, Cuenca In, que consideramos que está bien hecho. Y las escaleras mecánicas ya están contempladas en el plan especial del Casco Antiguo; no es una solución novedosa sino que ya estaba prevista en un planeamiento que se hizo hace mucho tiempo. Lo único que queda es ver su solución efectiva. Estamos pendientes de que el Ayuntamiento nos enseñe pronto a los colegiados el estudio que se ha hecho, que también es de un colegiado nuestro, Pablo Garrido Serrano. Pero no tenemos ninguna duda de que se hará con estudios y bien hecho. Será positivo. Son compatibles las dos ideas.

Por la orografía, la ciudad no es compacta, lo que dificulta la movilidad.

Al volver a salir a la calle después del confinamiento, nos hemos encontrado una ciudad vacía y con un uso diferente ya que la hemos observado desde otro punto de vista. También se están haciendo estudios en el Colegio de Castilla-La Mancha en ese sentido, dentro del grupo de trabajo Pensar en Habitar. Pensamos que se debe hacer un estudio de la movilidad para hacerla más sostenible, que sea más pacífica, más humana, algo que creo que en Cuenca podemos conseguir.

"Vamos a plantear al Ayuntamiento de Cuenca una iniciativa denominada Acupuntura Urbana, con pequeñas intervenciones para mejorar la ciudad"

Cuenca está rodeada de naturaleza pero ¿tiene suficientes espacios verdes en la capital o de uso recreativo?

Cuenca es privilegiada porque, independientemente de los espacios verdes interiores, en nada sales al campo. La ciudad tiene unos espacios verdes exteriores fantásticos. Pero siempre se puede mejorar en movilidad y uso de los espacios libres después de la Covid-19. Y en ese sentido, tenemos una iniciativa específica que queremos presentarle al Ayuntamiento denominada Acupuntura Urbana. Es un trabajo que desarrollaron una serie de arquitectos de forma voluntaria y por iniciativa propia y brillante de la Comisión de Urbanismo de la Demarcación de Cuenca para mejorar la ciudad. Se trata de pequeñas intervenciones que mejoren mucho la ciudad. Es una estrategia de regeneración urbana. Esto es una teoría de ecologismo urbano y considera a las ciudades como organismos vivos que respiran y señala áreas específicas que necesitan una reparación. Se pretende hacer proyectos sostenibles que sirvan como agujas que revitalizan un punto. Es intervenir de un modo selectivo en los que tienen mayor potencial de regeneración, evidentemente en los peores puntos. La propuesta contempla placemaking, itinerarios peatonales, caminos escolares seguros... Tenemos la estrategia y cuatro ejemplos, cuatro puntos en los que intervenir. Nos gustaría que el Ayuntamiento fuera receptivo; tiene recorrido el proyecto. La referencia del placemaking en espacios privados sin uso es ‘Esto no es un solar’. Es para Cuenca pero se puede poner en marcha en cualquier población de la provincia.

La pandemia ha paralizado todo. ¿Tienen previstas actividades en el colegio?

Tenemos que empezar a preparar la Semana de la Arquitectura en Cuenca, que es en octubre. Contemplamos actividades culturales para ese evento y también alguna exposición para colaborar con el Día del Patrimonio, que es el 12 de septiembre, en la Demarcación. Y también tenemos alguna iniciativa más como la organización de cursos sobre la nueva normativa Código Técnico de la Edificación. Estamos esperando porque preferimos hacerlo presencial pero no sabemos si será posible e igual tiene que ser por videoconferencia. Se tendrá que hacer en otoño porque entra en vigor. Y estamos colaborando con el Consejo Superior de Arquitectos y con el Colegio de Castilla-La Mancha, que han estado muy activos durante la crisis de la Covid. Queremos seguir así.