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Rafa Gascón: "Siempre me ha gustado la gente que se buscaba la vida sin necesidad de pedir nada a nadie"

Rafa Gascón: "Siempre me ha gustado la gente que se buscaba la vida sin necesidad de pedir nada a nadie"
05/11/2016 - S.B.

Artista conquense, intenta transmitir sus emociones y conocimientos a través del teatro

Se le puede ver montado en unos zancos, sorprendiendo a propios y extraños con sus malabares o, como el reconoce “haciendo un poco el payaso”, pero siempre disfrutando y buscando algo tan difícil y gratificante a la vez como puede ser hacer reir. Rafael Gascón Moreno, un conquense que prefiere mantener la magia sobre su edad asegurando que nació con el ‘baby-boom’ de los años 60, disfruta en su tiempo libre con una profesión tan bonita como complicada: sacar sonrisas. 


Y es que, este funcionario de profesión tiene su hobbie en el teatro. Afición que viene de su época en la Facultad de Bellas Artes y que avivó pasando por el teatro ‘Lebota’ y, como reconoce, “aprendiendo de forma autodidacta los trucos de un actor de calle. Es más, desde hace casi 15 años se involucró en la Asociación Cultural “El canto del gallo”, de la que es su alma mater, así como del Festival Conka Street. 


Todo eso en su tiempo libre y, como asegura, “poco a poco”. Su mejor recompensa, confiesa, ver como su hija de doce años le sigue a festivales “le gusta y ya está aprendiendo a montar en zancos”. Disfruta haciendo feliz al público y encima lo hace rodeado de los suyos. Cóctel perfecto.


Y es que, según dice, “para mi el teatro es comunicación, es hacer llegar a las emociones al público a través de una actividad programada, una forma de reconocernos en el mundo que nos ayuda a llevar la vida con un poco más de alegría”. Dentro de este registro, la vuelta de tuerca es el teatro de calle, donde se mueve como pez en el agua. “De siempre me ha gustado la gente que se buscaba la vida ella sola sin necesidad de pedir nada a nadie. Es hacer algo para divertir, entretener y transmitir conocimientos y emociones”, destaca.


De hecho, apunta, unos de sus recuerdos de infancia más bonitos los protagonizan esos titiriteros “que venían con la trompeta, con la cabra y la silla tocando a la puerta de casa”. Luego creció y dio un paso adelante para conocer lo que pasaba en el ambiente cultural fuera de Cuenca. “Te das cuenta que hay colectivos que hacen teatros de calle que llegan a tu personalidad, grandes montajes que siempre me han llamado la atención y siempre he salido fuera a beber de esas fuentes”, asevera.


Y en ello está, además de seguir colaborando en todas y cada una de las iniciativas que le proponen, ya sea dentro de la Asociación Amigos del Teatro o de Cuenca Clown Club “para traer a Cuenca actividades relacionadas con el mundo del payaso o del circo”. En definitiva, hacer y fomentar la cultura. “Lo que falta es llegar a todo el mundo y creer que podemos trabajar aquí y salir y hacer de ello una forma de vida. Por ejemplo, no debemos esperar a que nos traigan una colección de cuadros de fuera sino ponernos a pintar, a realizar, a hacer montajes de teatro, a sacarlos por ahí fuera y hacer algo que sirva como fuente económica”, concluye  Rafael Gascón.