“Quiero que el público se conmueva, que vea que en esta vida todos somos humanos”

Ni con el puente de agosto se para la actividad cultural en la provincia de Cuenca, y por ello la pianista María Parra actuará junto a su Trío el sábado 16 de agosto en el Museo de Fotografía de Huete dentro del ciclo Actuamos en Patrimonio de la Diputación de Cuenca. Lo hace con su último trabajo, Intuition, donde Parra explora un lenguaje propio que fusiona jazz, música clásica y otras influencias. El recital, que será a partir de las 22:30 horas, es gratuito hasta completar el aforo del recinto.
¿Qué se va a encontrar el público que acuda al concierto?
Se va a encontrar con una pianista muy bien acompañada por dos grandes músicos de la escena jazzística actual: Gonzalo Maestre a la batería y Miguel Rodrigáñez al contrabajo. Tocaremos piezas de mi último disco, ‘Intuition’, que salió el año pasado y está formado por composiciones propias. Es un trabajo con mi propio lenguaje, que bebe de fuentes como el jazz, la música clásica y el pop. No es un jazz al uso, tampoco inusual, porque refleja mi manera personal de ver la música e interpretarla en un formato tan emblemático como el trío.
¿Qué han aportado el contrabajo y la batería a su piano?
Muchísima textura y amplitud. El escenario ahora se llena mucho más gracias al diálogo entre los tres instrumentos. Estaba antes prácticamente sola al piano, sentí la necesidad de estar más arropada, y hacerlo en un universo más cercano al jazz. Elegí este formato porque quería recuperar lenguajes que aprendí en mi juventud y darles un toque actual, más robusto y vigente.
¿Cómo surge ese cambio desde el piano solo al trío?
Todo viene de muy atrás, cuando estudiaba música clásica en Tarragona y Barcelona. Escuchaba otro tipo de música, y paralelamente, me formé en la Escuela Taller de Músicos para adquirir otros lenguajes y enfoques de la música. Todo eso lo hice en paralelo hasta que la vida me llevó a especializarme en París en repertorio clásico y en música española con Alicia de Larrocha. Iba encaminada hacia la interpretación clásica, pero sentí la necesidad de expresar algo propio. Fue un proceso rápido en el tiempo porque en 2018 comencé a componer, en 2020 publiqué un disco a piano solo con Warner y, después, otros dos discos con obras propias. Ahí me di cuenta de que no quería seguir sola y recuperé todos aquellos lenguajes que había aprendido en mi juventud, más vigentes para mi gusto.
¿Cómo ha sido la acogida del público con ‘Intuition’?
Muy positiva. De hecho, es el formato que mejor funciona porque llega a un público más ecléctico, con miras más amplias y a festivales distintos. Sorprende porque no se puede etiquetar fácilmente: no es algo estándar que el público ya tenga en su memoria. Siempre salen sorprendidos y eso me encanta. Además, se genera una fidelización, ya que hay gente que me sigue por toda España después de escucharme una vez. Fue un riesgo, pero la respuesta ha sido muy satisfactoria.
¿Qué quería transmitir cuando componía los temas?
Yo cuando compongo me abro en canal, soy como una transmisora de todas las vivencias que he tenido. No me inspiro en algo concreto, pero hay influencias claras. En los conciertos explico las piezas, hago un guion hablado de lo que van a escuchar, y eso las convierte en pequeñas secuencias cinematográficas, como pequeñas pinturas ilustradas por la música. Intento hacer una comunión emocional, espiritual, y la música hace como de vínculo mágico entre nosotros y el público. El público lo acaba captando ya que nosotros les hacemos partícipes de algo importante. Salimos todos muy reconfortados.
Vienes de la música clásica y ahora trabajas con influencias del jazz, el pop… ¿Hay algún elemento en común que una todos estos géneros?
La emoción. Después de años interpretando piezas muy complejas que buscaban impresionar, he ido simplificando y al final me he quedado con lo que nos une: lo humano. Eso es lo que hace que nos sintamos frágiles, vulnerables, que tengamos el mismo latido. Hoy parece que admirar está por encima de conmover, y yo no quiero admiración. Quiero que el público se conmueva, que vea que todos somos humanos, con nuestras luces y sombras y que estamos en la vida remando todos juntos.
¿Qué proyectos tiene en el horizonte?
Estoy preparando un nuevo disco con Warner que saldrá a finales de año, troceándolos en singles. Será algo completamente diferente a lo que he publicado, con un sonido más cinematográfico. He estudiado producción musical y eso me ha permitido añadir nuevos elementos. Quiero, a parte de transportar al público a un mundo de sueños, que genere su propia película a través de mi música, igual que cuando leemos y nos vamos imaginando la historia en nuestra cabeza.
¿Cómo se integrará su música en un espacio renacentista como es el Museo de Fotografía de Huete?
Muy bien, porque siempre he creído en la fusión entre patrimonio y música. He organizado festivales que unían arquitectura, cultura del vino y música, y funcionaba genial. Tocar en lugares históricos es darles vida con lo que hoy tiene sentido para nosotros. Es una manera de respetar y revitalizar la historia.
¿Qué mensaje le daría al público para que vaya al concierto?
Estamos pasando días de mucho calor, así que les invito a que aprovechen para refrescar el espíritu en estas noches de verano. Queremos ofrecerles un momento de desconexión y de sueños a través de nuestra música y que los disfruten en familia.
¿Concierto emotivo por sus raíces manchegas?
Sí. Mi padre, Alfonso Parra, que fue un pintor de prestigio, nació en Villarrobledo y vivió sus últimos años en El Provencio. Para mí, La Mancha y la provincia de Cuenca son muy cercanas a mi infancia y a mi corazón. Por esto, este concierto va a tener esa doble connotación de emoción. Por un lado, tocar concretamente en Huete y, hacerlo en Castilla-La Mancha siempre es una emoción particular. Además, ‘Intuition’ está ilustrado con cuadros suyos: cada tema tiene asociado un cuadro. Fue mi manera de rendirle homenaje
¿Cree que la música instrumental está más reconocida hoy?
Todavía atrae menos público que la cantada, porque parece que el mensaje entra mejor con letra. Pero siempre hay público que se emociona solo con la música. En mi caso, los relatos que explico en los conciertos ayudan a guiar la escucha y a que la gente conecte.
¿Dónde podremos verle próximamente?
El 10 de octubre en el Teatro Monumental de Madrid, en un concierto que grabará RTVE para emitir en Los Conciertos de La 2. Después, en noviembre, estaremos en un conocido festival del sur. Y a partir de otoño, presentaré mi nuevo proyecto.