“Quiero llevar el Área Sanitaria de Cuenca a la medicina del siglo XXI”
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria “por vocación” y convicción, José Antonio Ballesteros (Cuenca1973) se ha propuesto aprovechar el traslado al nuevo Hospital Universitario para llevar la medicina a otro nivel, en el que la Atención Primaria tendrá un papel fundamental. La optimización del Área de Salud, la aplicación de la continuidad asistencial tanto en el ámbito hospitalario como en el Área Sanitaria, la atención del paciente crónico pluripatológico, la atención comunitaria, la mejora de la capacidad resolutiva, o impulsar la docencia son algunos de los principales ejes de su proyecto al frente de la Gerencia del Área Integrada de Cuenca, cargo al que llega después de una dilatada experiencia en el área de gestión.
Durante lso últimos ocho años ha estado al frente de la Dirección General de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). Ha sido subdirector y director médico en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca y director médico de la Gerencia de Atención Primaria. Además, es especialista de área en el Servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario Mancha Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y médico de Familia en el equipo de Atención Primaria de Mota del Cuervo.
Ahora inicia nueva etapa con la responsabilidad de poner en marcha el nuevo Hospital Universitario de Cuenca, que -está convencido- marcará un cambio de era.
¿Cómo afronta el nuevo reto de estar al frente de la Gerencia del Área Integrada?
Cargado de ilusión y emocionado. Todo el bagaje previo hace que uno se implique de manera muy especial. El momento en el que estamos es clave y estoy muy agradecido al Gobierno regional, no solo por la propuesta de que sea gerente del Área Sanitaria de Cuenca, es el hecho de que 2024 es el año del nuevo hospital de Cuenca, un cambio que afronto con responsabilidad y de emoción.
¿Cómo se esta acoplando al nuevo cargo?
Muy bien. Me siento como en casa. Creo que más que como gerente al uso se me ve como a un compañero dispuesto a implicarse en todo lo que haya que implicarse. Estos días que llevamos trabajando los hemos dedicado principalmente a hacer un equipo directivo compacto. Uno no puede llegar muy lejos trabajando solo, la clave es hacer un gran equipo directivo, con una cantidad de perfiles completamente distintos para que no se nos quede nada descolgado, y ya lo tenemos. Lo hemos presentado tanto al Hospital como al Área de Atención Primaria, y ya estamos metidos en harina total.
El gran reto es el traslado al nuevo hospital... ¿en qué punto está?
Está en una fase muy avanzada, por encima del 95% en obra y el enlace con la ciudad va a ser una realidad visible en cuestión de apenas unas semanas. Respecto a la dotación, en estos momentos se está instalando el TAC de planificación, que será el de Oncología radioterápica, y ya está en el hospital una gammacámara para Medicina Nuclear y el PET-TAC, que son unas prestaciones impresionantes. Además, ya se ha adjudicado –por más de un millón de euros– la central de esterilización y también se ha adjudicado el suministro e instalación de equipamiento de la cocina central por 1,5 millones, y está saliendo también el área de farmacia completamente robotizada y automatizada. El área del laboratorio está perfectamente definida. Y en el mobiliario, clínico y no clínico, se ha hecho ya un trabajo excepcional, de análisis e inventario del viejo Hospital Virgen de la Luz para ver qué necesitamos.
Las fechas de inicio han experimentado cambios, la última previsión apuntaba al segundo semestre de 2024. ¿Cree que se cumplirán los plazos?
Yo creo que no tenemos que obsesionarnos con los plazos. Sin la más mínima duda, el año del nuevo hospital de Cuenca es el 24, eso está claro. Hay que tener en cuenta muchos factores que no dependen de la administración, por lo que es difícil fijar fecha concreta. Nosotros nos estamos empleando a fondo en ver cómo va a ser ese cambio. El nuevo hospital no puede suponer solo una triste mudanza, nos tenemos que ir de otra manera. El viejo Virgen de la Luz merece ser cerrado con todos los honores y estamos planteando un escenario digno que no sea darle un portazo. Pero una vez hecho esto al nuevo nos tenemos que ir habiéndonos replanteando todo.
¿Algún avance sobre el diseño de plan, fases, áreas?
Una vez inicias el periplo del cambio el final tiene que transcurrir en muy poco tiempo porque se acaba doblando prestaciones sanitarias que necesitamos desdoblar lo antes posible, incluida la disponibilidad del personal. Por tanto, cuando empecemos se habrán dado todas las circunstacias. Crearemos un comité específico para la logística y el cambio lo haremos en cuestión de semanas.
Hablaba anteriormente de un cierre digno para el actual hospital. ¿Qué proponen?
El viejo hospital ha supuesto muchísimo para Cuenca, tiene personalidad propia. Muchos profesionales se han dejado lo mejor de su vida ahí. Muchos están jubilados, algunos aún viven, unos en Cuenca y otros no; pero creo que será bueno por reconocerles lo mucho que hicieron –en parte también que Cuenca vaya a tener un nuevo hospital– y hacer algún tipo de acto significativo, que representen también a la ciudadanía. Me importa mucho que se sea consciente de lo mucho y bueno que se trabaja en Cuenca, y de lo que ha supuesto el Virgen de la Luz.
Se cierra una etapa y comienza otra que traerá muchos cambios. Además de las mejoras en equipamientos, instalaciones, personal... ¿Cómo plantea el funcionamiento del nuevo Hospital Universitario?
Para mí es muy importante que el nuevo hospital suponga una nueva forma de hacer salud –que es lo que promociona el Plan de Salud vigente en Castilla-La Mancha– y no solo dentro del área hospitalaria sino en el Área Sanitaria de Cuenca. Por eso me importa muchísimo que aprovechando la inercia de ser una Gerencia Integrada, los 32 equipos de Atención Primaria conozcan a la perfección el proyecto y como sservirse para dar mejor calidad asistencial en sus pueblos a los ciudadanos, que es al fin y al cabo para lo que estamos. Me importa mucho la continuidad asistencial que queremos darle al proyecto, una prestación que empieza y termina en Atención Primaria, pero que pasa por el área hospitalaria con un conocimiento absoluto de lo que le está sucediendo. Quiero llevar al Área Sanitaria de Cuenca a la Medicina del siglo XXI, una medicina transversal, absolutamente protocolizada, homogeneizada y que suponga continuidad asistencial. Es lo mejor que le podemos dar al ciudadano.
¿Cómo es el proyecto que plantea en este sentido para optimizar la Atención Primaria?
Venimos trabajando en él desde hace mucho tiempo y yo creo que está dando ya sus frutos. La interconexión digital tiene que suponer una revolución para la Atención Primaria. Las telecomunicaciones están suponiendo un avance brutal, tenemos proyectos como la electrocardiógrafo digital, que hay que exprimirla al máximo. Ciudadanos que se hacen un electrocardiograma en Tragacete y que en el mismo momento se lee en servicios de urgencias de cardiología o de la UCI aquí en Cuenca o desde el Centro Coordinador de las Gerencias de Urgencias y Emergencias en Toledo. Con la teledermatología nuestros profesionales de Atención Primaria hacen una interconsulta a través de una imagen médica y ya no tiene que viajar el paciente. Son dos ejemplos prácticos de lo que se está dando hoy en día. Es el conocimiento y las características clínicas del paciente las que viajan, permitiendo que al paciente se le solucione su problema de salud en el mejor punto posible. Si tiene que ser el hospital al hospital, pero optimizando al máximo la atención primaria, que con 244 consultorios locales que tenemos en esta área sanitaria podemos llegar a la puerta de la casa del ciudadano y tenemos que servirnos de ello.
Eso también conlleva un mayor esfuerzo en formación...
Efectivamente el proyecto se completa ahí. Cuenca tiene que meterse de lleno en el mundo de la investigación. Prestamos históricamente una calidad asistencial muy buena, pero tanto desde el mundo hospitalario como desde la Atención Primaria no estamos muy implicados en la investigación y hoy en día estar fuera de ese mundo es estar fuera de lo que se cuece en la medicina avanzada y en el siglo XXI. Uno de los objetivos claros es aprovechar la herramienta IDISCAM, el Instituto de Investigación Sanitaria de Castilla-La Mancha para que Cuenca sea un bastión importante de investigación. Y aquí la docencia y la formación es absolutamente clave. Necesitamos tener más médicos residentes, más enfermeros, psicólogos, farmacéuticos… porque cuesta muchísimo traer profesionales de otras regiones a Castilla La Mancha y en concreto a Cuenca. Es mucho más fácil conseguir que no se vayan y para eso lo que tenemos que hacer es formarlos aquí. Nuestro enfoque es claro y rotundo hacia potenciar la docencia y la formación en el posgrado MIR el EIR familiar o e FIR, y por supuesto, todo eso tiene que dar frutos en el mundo de la investigación. Queremos que el traslado al nuevo hospital sea mucho más que una mudanza, tiene que convertirnos en un modelo transversal de hacer medicina.
¿Ha tenido ya oportunidad de mantener contacto con los centros de salud?
Sí, este miércoles tuvimos una reunión con todos los coordinadores y responsables de los 32 centros del área de Salud y les trasladamos todo el proyecto que queremos poner en marcha, que fundamentalmente gira en torno pilares estratégicos, fundamentales como estructurar un buen plan de atención comunitaria. Hay que salir de la atención individualizada, salir de los centros para ir a una atención a la comunidad para la que servimos. Más atención comunitaria es potenciar la Atención Primaria. Y eso lo tienen que hacer los médicos de familia, pero principalmente estamos hablando del personal de enfermería, de las unidades de apoyo como fisioterapia, matronas, como también los trabajadores sociales y los administrativos. Otro pilar importantísimo es llevar a efecto el plan de atención al paciente crónico pluripatológico complejo. Hemos hecho un trabajo extraordinario desde la Consejería en años previos para identificar qué pacientes son, dónde están, hasta cómo se llaman, qué patologías padecen y por tanto, hay que hacer un trabajo proactivo con ellos antes de que se desestabilicen.
¿Por ejemplo?
Hemos abierto prácticamente todas las pruebas diagnósticas que tiene el hospital a la Atención Primaria, los servicios centrales no son servicios del hospital, son del Área Sanitaria. Y nuestros médicos de familia tienen que familiarizarse completamente con ellos para utilizarlos en su día a día y solventar en su pueblo el problema que afecta a sus vecinos. Y para eso tienen abiertas las resonancias magnéticas, los TAC craneales, la analítica completa y muchas otras. Queremos potenciar que los ciudadanos se puedan hacer la analítica en sus propios pueblos. Ese es otro pilar fundamental, ganar resolutividad en Atención Primaria, bien en proyectos espectaculares como el de la ecografía digital o la retinografía digital, que van a ser una realidad ya en la Atención Primaria de Castilla-La Mancha y Cuenca no puede quedarse al margen de ello.