"Para mí, tallar es una pasión”
Hacer de un pasatiempo una labor con la que pulir sus habilidades académicas. Pese a los dos grandes mundos que separan la vida de Abraham Ibáñez, el ajetreo y la innovación de su carrera universitaria como ingeniero de diseño en Valencia, y la vida rural y la tradición en su Cañete natal, este joven conquense ha sido capaz de unirlos mediante una labor de la que se ha convertido en todo un artesano: el tallado del material que desechan los cérvidos en su cambio de cornamenta, lo que se conoce como desmogue
Todo comienza cuando, en un paseo por la sierra, Abraham se encontró los cuernos de un pequeño gamo. “Mi padre me explicó que era un proceso natural por el cual los cérvidos mudaban cada año su cornamenta, entonces guardé ese cuerno como recuerdo”. Tiempo después, la curiosidad y la habilidad para las manualidades de este cañetero le llevaron a probar a tallar y trabajar con este material.
Tras cortar la roseta (parte en la que el cuerno se une al ciervo) y tallar la imagen de un ciervo en su interior, Abraham descubrió que era un material “muy bueno para trabajarlo debido a su dureza”. Así, cada cierto tiempo, tallaba figuras e imágenes en las rosetas por encargo para sus vecinos, hasta que probó a enseñar su labor artesanal a través de internet. “Comencé colgando algunos anuncios, pero cuando empecé a colgar en redes fotos de los trabajos fue cuando se produjo un “boom” en los pedidos. Es un material que al no ser muy común llama mucho la atención”.
Así, nació un pequeño proyecto llamado “Artesanía Cuerno de Ciervo”, pero fue al ir aplicando conocimientos y enseñanzas de su formación académica cuando empezó a dar forma a lo que hoy día es 'Artesanía El Viso': “Le cambié el nombre por ser algo muy general y le incorporé el diseño que utilizaba mi abuelo para marcar las ovejas. Era algo que lo heredaba el hijo varón menor de la familia. De mi abuelo pasó a mi padre y de él a mí, por eso es también un orgullo”.
Lejos de quedarse en las redes, el duro confinamiento que azotó al país desde marzo fue aprovechado por este conquense para montarse su propia página web (www.artesaníaelviso.com) con la que “automatizar aún más todo el proceso”.
Así, y con la ayuda de amigos y tutoriales de internet, Abraham montó su portal con tienda incluida desde la que vende sus productos creados con cornamentas de cérvidos a todo el país “e incluso fuera de España”.
PROCESO Y VENTA
A medida que crecían las peticiones que recibía, Abraham tuvo que buscar más piezas de desmogue para lo que contactó a una empresa en Toledo que se los proporciona. Una vez llega a su taller, este joven corta las rosetas y guarda los cuernos para todo tipo de utilidades. “Lo más demandado sus figuras o siluetas talladas en la roseta, pero también hago navajas, relojes, lámparas, llaveros, colgantes e incluso un jamonero”.
Abraham destaca que “estas navidades he vendido muchos mordedores para los perros, puesto que el cuerno tiene muchas propiedades y es ideal para las mascotas, tanto cuando desarrollan los dientes como cuando son adultos”, explica.
Eso sí, tras unas navidades “agotadoras”, con más de un centenar de pedidos y donde no ha parado de realizar encargos para que los pedidos llegaran a tiempo, este cañetero ya piensa en un nuevo proyecto con muebles de madera ecológica. “Para mí tallar es un hobby, porque me tranquiliza o me distrae, es una pasión”.
