“Moralmente, yo no le podía decir que no a Isidoro”
Uno de los ‘fichajes’ del Rebi BM Cuenca para esta temporada ha supuesto una gran sorpresa que trae gratos recuerdos a los aficionados: se trata de Francisco Javier ‘Zupo’ Equisoain, que vivirá su tercera etapa en el club en calidad de director general tras haber sido entrenador entre 1993 y 1995, así como entre 2010 y 2014.
¿Qué tal estos primeros días? ¿Muy movidos en cuanto a fichajes?
La verdad es que ahora es cuando más trabajo hay que hacer en el aspecto de formalizar contratos, actualizar datos en ASOBAL… con el tema de la profesionalización piden muchísimos papeles y documentación. Ahí estamos, pico y pala, dándole, y también con el gerente la venta de abonos. En el mes de agosto hay mucha actividad.
La figura del director general hacía mucha falta precisamente por esa profesionalización
Ha cambiado todo con este tema, ahora mismo se ha puesto todo muy serio, hay una rigurosidad tremenda en todos los aspectos, justificas hasta el ultimo céntimo y tienes que modernizar el club entre comillas. Hay que modernizar también la figura del director general. Está en fútbol y baloncesto, deportes que llevan muchos años con esta figura dentro del club y ahora entra en el balonmano. ¿La misión? Coordinar, dirigir el trabajo de los deportistas para sacar lo mejor de cada uno de ellos y administrar los medios con los que cuenta el club de la manera más productiva posible. También que se forme un proyecto deportivo acorde a sus características.
Un todoterreno de las distintas parcelas del club
Sí, aunque el trabajo se ha distribuido a nivel de los directivos por áreas. Hay dos directivos encargados de la base, pero yo tengo que supervisar. A nivel deportivo, también la metodología del entrenamiento en la cantera pero también el control, la relación con los padres, los jugadores… yo aporto ideas en el funcionamiento y superviso todo. Cada vez más clubes apuestan por contratar un profesional de este tipo que medie y controle la cantera, la base, la relación con los jugadores, la masa salarial… un poco todo. Creo que es importante la figura de este personaje.
¿Cómo se fragua tu regreso al club?
Tenía un año más de contrato en Italia, pero quería irme porque se estaba haciendo duro, llevaba año y medio viviendo en un hotel y se hacia durísimo. La familia estaba muy lejos y obviamente lo que quería era venir más cerca de casa. Llegué a un acuerdo con el equipo italiano para rescindir el contrato y casualmente que fui a Zaragoza a hacer unas tecnificaciones. Le dije a mi mujer: “¿Quieres que vayamos a Cuenca? Hace tiempo que no vamos”. Llegué a Cuenca y estuve con Isidoro. Cuando le comenté que estaba a punto de llegar a acuerdo con los italianos, me dijo enseguida: “Si llegas a un acuerdo, vente y nos echas una mano”. Obviamente yo no le podía decir que no, porque yo hace muchos años en Las Torcas, en mi casa, le convencí para que fuese presidente. Le convencí con un chuletón, estaban también Juan Olivares y Lidio en la cena. Moralmente no le podía decir que no, porque yo en su momento le metí en esto (risas). Hablé con mi mujer y dijimos que adelante. Una bonita historia.
Imagino que ha cambiado mucho desde la última vez que estuviste aquí
Ha mejorado todo. El status del equipo no tiene nada que ver a cuando yo estaba aquí, en todo. También estoy convencido de que, si no me hubiera ido a Catar, seguiría de entrenador aquí. Nunca puedes decirlo seguro, pero siempre lo he comentado.
¿La plantilla de esta temporada ya está cerrada?
Totalmente, no entra nadie (risas). El otro día no pude estar en el partido, tenía un tema personal en Pamplona. Espero que no se pasen los apuros del año pasado, pero tampoco puedes valorar nada ni tener una medida porque no sabemos el rendimiento de los demás equipos. Creo que el equipo está bien armado, ahora hay que esperar el trabajo y los resultados. Objetivo número uno: la permanencia, quedar lo más arriba posible y que Cuenca continúe en ASOBAL, que es súper importante. Pero quedar sexto, séptimo, octavo, decimoquinto… no sabemos. A ganar partidos, eso es lo importante.
“Mi misión es coordinar y dirigir el trabajo de los deportistas, así como administrar los medios del club”
Eres alguien con una amplísima experiencia como entrenador. En tu figura, ¿también hay alguna competencia en temas tácticos o técnicos?
Nada, eso es tema de Lidio y de su segundo entrenador. Si él me pide mi opinión, yo se la doy, pero no voy a entrar. Eso es un poco como el tema de los jugadores, que me ha tocado negociar las bajas de Rubén Río y Miguel Espinha, y también el fichaje de Majed Hamza. Pero el portero lo elige el entrenador, yo no. Le doy un abanico de porteros e informes y luego él ve vídeos, se informa por otros medios y lo elige, yo trato de cerrar el contrato. Hay muchos contactos y trabajo detrás de representantes que he ido conociendo. Es mucho tiempo, estamos hablando de 38 años entrenando sin parar salvo un año que paré en Pamplona y este que es el segundo.
Con el proyecto ya encauzado en una temporada con algo de incertidumbre, solo queda seguir trabajando para disfrutar de una buena temporada
Eso es lo que queremos y esperamos, que fluya, todo vaya bien, que los resultados acompañen, que la gente disfrute con el balonmano y que no haya problemas deportivos ni clasificatorios.