DIPUTACIÓN FERIA DEL LIBRO
Más entrevistas: Jair Ruibal Antonio Najarro Rosario Pardo Olivia del Saz Ortega David Ximénez Claudia Molina Jairo Cárcaba José María Albareda Jorge Sánchez Albendea Andoni Sierra Ron

“En los libros son posibles los sueños sin miedo a nada”

La autora pedroñera Teresa Pacheco Iniesta ha publicado un nuevo poemario, '¿Cómo se dice adiós?', y su segundo libro de relatos, 'Ahora vuelvo'
“En los libros son posibles los sueños sin miedo a nada”
Foto: Saúl García
19/09/2020 - Dolo Cambronero

"Todo lo que nos emociona en la vida debería acabar bien”, dice la escritora Teresa Pacheco Iniesta, de Las Pedroñeras. Por ello, la mayoría de los 21 relatos que conforman Ahora vuelvo tienen un final feliz. La autora publicaba este libro tras el fin del estado de alarma, cuando también veía la luz su nuevo poemario, ¿Cómo se dice adiós?, los dos de la mano de la editorial Amargord. “Envié las dos obras y les gustaron”, celebra esta pedroñera afincada en Madrid que estudió Enfermería pero ejerce de abogada y se define como cuentista y se confiesa hechizada por la poesía.

Háblenos de Ahora vuelvo.

Es mi segundo libro de relatos. El primero fue en 2014. He tardado bastante en publicarlo porque, aunque escribo poesía desde hace muchísimos años, esta no me había abducido tanto como ha ocurrido últimamente. Así, entre los dos libros de relatos, he escrito tres libros de poesía. Ahora vuelvo tiene 21 relatos. Respecto al libro anterior, son casi todos bastante más largos. De hecho, dos de las personas que leen mis libros antes de publicar me decían que hiciera una novela de algunos de los relatos.

¿Qué temática tratan?

Toco muchos palillos. Aunque son historias de encuentros casuales. Y casi todos tienen final feliz. Eso es lo que realmente buscamos en la vida, que las historias de cualquier tipo terminen bien, que ya terminan mal a veces en la vida. En cuanto a los temas, en uno trato las instrucciones previas; aunque en ningún sitio hablo de ellas directamente, la cuestión del testamento vital va implícita en la historia. Como novedad, hay dos relatos en los que Facebook tiene todo el peso. Salen cosas interesantes de la red social. Además, hay algún relato sobre el deseo de la igualdad de la mujer y también hablo del dolor cuando es insoportable. Es muy heterogéneo aunque sí hay un hilo conductor, que son los encuentros felices, y la catarsis personal en algunos de ellos. Y también el resurgir de la esperanza cuando la crees perdida. A veces no se cumplen los sueños por el qué dirán. En mi generación somos de acatar costumbres y órdenes. En los libros sí son posibles los sueños, sin miedo a nada.

¿Cómo surgió el nuevo poemario?

Tenía la sensación de que iba a ser el último libro de poemas. Porque yo soy fundamentalmente cuentista y dije que ya estaba bien, todo el día escribiendo y leyendo poesía. Pero ya tengo otro a medias. [Risas] Hace contigo lo que quiere. Casi todos los poemas pueden enmarcarse en el título, Cómo se dice adiós. Pero excepto dos o tres poemas, el resto no han tenido que ver con la pandemia, a pesar de que parece que surge en una situación de despedidas. No he podido escribir ni apenas leer en este tiempo. ¡Lo que yo soñaba con quedarme en casa, sin tener que desplazarme una hora para ir a trabajar, como es mi caso, que vivo en Madrid...! Pues no he podido escribir apenas y, lo más dramático para mí, leer, tampoco. Los poemas estaban escritos antes de la pandemia. El título lo había pensado incluso para el primero pero le cuadra perfectamente a este libro porque en 2019 hubo muchas muertes en mi familia, entre ellas la de mi padre. Habla de lo que cuesta despedirse de las personas, de tus sueños, de tu forma de concebir la vida a la que tienes que renunciar. De las preguntas que te haces y que siguen sin respuesta.

"Poder inventar mundos, historias y personajes que hacen y dicen cosas que a ti te gustaría hacer y decir es un placer inmenso"

Con la compra de sus libros, hay un regalo muy especial: un ajo morado.

Desde mis primeros libros empecé regalando un ajo que yo compraba. Mi pueblo va en mi corazón siempre y el ajo es su producto estrella. Después, Coopaman, cooperativa dedicada a los ajos, empezó a regalármelos porque hacía mucha publicidad. En la librería Toro Ibérico, que es la primera que lo está vendiendo porque la distribución no se va a hacer hasta finales de septiembre en todo el país, regalan ajos con cada libro. A los que me lo piden directamente a mí también intento enviárselos. Esta vez me han hecho unos paquetes muy bien presentados con una etiqueta personalizada. La gente está encantada. En las presentaciones, preguntaba muchas veces: ‘Decidme la verdad. ¿Venís por los ajos o por los libros?’ [Risas]

¿Qué significa la escritura para usted?

Para los que escribimos desde tan pequeños como yo, que lo hago desde los 12-13 años, es una necesidad vital. Quizás hay una sensación de soledad más acusada que en otras personas. No concibo sentarme a escribir a ver qué sale; no, es que está dentro. No podría vivir sin escribir. No es una elección. Y, por otro lado, poder inventar mundos, historias y personajes que hacen y dicen cosas que a ti probablemente te gustaría pero no se puede, es un un placer inmenso. Publicar es una suerte pero es algo secundario al hecho de escribir. Me ayuda a vivir, como la lectura. Yo devoro libros desde que me acuerdo. En mi primer libro de relatos no estaba en mi objetivo publicar. Siempre pensé que iba a ser el más fresco y que el segundo iba a salir menos espontáneo. Pero creo que no ha sido así porque me han dado mucha alegría las opiniones de los que lo han leído. Me he sentido bastante libre escribiendo aunque sí he tenido más responsabilidad respecto a la técnica. El editor ha estado muy pendiente del estilo. Creo que ha salido un buen libro aunque siempre nos parece que es muy mejorable. Y en la poesía, siempre desconfías de la calidad de tu escritura. Nos pasa a casi todos. Pero tiene un objetivo: descargar tu emoción y emocionar a otros.

¿Para cuándo una novela?

Tengo una novela a medias desde hace mucho tiempo. Algún día la terminaré... Mucha gente me pregunta que para cuándo la novela. Me insisten mucho. En España no hay cultura de lectura de relato, como si lo consideraran un género menor. Pero es mucho más difícil de escribir. Uno de mis referentes es la cuentista canadiense Alice Munro, Premio Nobel de Literatura.