“La inspiración muchas veces la regala la realidad y el público me da momentos únicos”
Está a punto de cumplir veinte años sobre el escenario y regresa a Cuenca para “hablar de la vida en el mundo rural”. Algo sobre lo que los conquenses entienden. Y mucho. Hablamos del humorista Agustín Durán (Picón, Ciudad Real, 1982) que presentará su espectáculo titulado ‘Cazafantoches’ el próximo 28 de octubre dentro de la programación del Festival de Otoño de Cuenca. Será en la Plaza de la Constitución a las 21:30 y solo espera que “la gente vaya a pasárselo bien” con sus chascarrillos y canciones.
El próximo 28 de octubre actuará en el Festival de Otoño de Cuenca, ¿qué va a poder ver el público en su espectáculo Cazafantoches?
En él hablo de nosotros mismos, de nuestra tierra, de la vida en el mundo rural. Hago una descomposición de mi propio personaje porque me meto muchísimo conmigo mismo. Además, la gente es una parte muy importante porque les hago cantar y participar.
Actuará de forma gratuita y en un festival de calle, ¿qué le parecen este tipo de iniciativas?
Me encantan. Al fin y al cabo, por lo que tengo visto, en el Festival de Otoño de Cuenca se cuida bastante el sonido y que la gente esté bien. No se hacen las cosas de cualquier manera. Además, este tipo de eventos permiten que mi espectáculo que está en la calle Alcalá de la Gran Vía de Madrid por un precio de 16 euros, de repente llegue a una plaza de Cuenca y sea accesible para todos. Esto da pie a que a quien le gustas vaya a verte y a quien no, también. Es bonito poder llegar a cuanta más gente mejor.
¿Qué tienen de especial sus monólogos?
En el humor, para que te guste, tienes que sentirte identificado. Cuando se hace el videoclip de la vendimia la gente que lo mueve y comparte es la que ‘dobla los lomos’ porque saben reconocer momentos de su propia vida y experiencia que hacen que se sientan identificados. El humor de nuestra región, de Castilla-La Mancha lleva triunfando muchos años porque hay gente muy buena triunfando a nivel nacional como José Mota o Goyo Jiménez. Eso hace que en todos los lugares que he visitado de España la gente nos tenga un cariño especial. ¡Hasta en Murcia!
En sus actuaciones habla de temas cotidianos del día a día de los pueblos, ¿cómo se inspira?
La inspiración muchas veces la regala la propia realidad. En ‘Cazafantoches’ hablo de cosas que dejan claro que los de pueblo no somos tontos. Desde hace años se ha puesto de moda pagar por vendimiar y lo llaman turismo enológico pero, en realidad, estás pagando 200 euros por estar ‘eslomao’ vendimiando. Me parece una idea maravillosa. Hace un par de años en una finca de la Bretaña francesa pusieron de moda la vendimia nudista, con lo cual la gente iba para ver carnes y a los dueños se les llenó aquello. Muchas veces, como en estos casos, la propia realidad supera cualquier cosa que quisiera escribir de manera forzada. Además, dentro del espectáculo dedico una parte importante a hablar de los motes de los pueblos y la mayoría de los que cuento son reales. Son puro humor, muchos hechos a partir de desgracias, y eso permite a la gente reirse de sus circunstancias.
Para hablar de hechos como los que ocurrieron en la Bretaña francesa tiene que estar siempre al día e informado...
Sí, porque el espectáculo está vivo. Tienes que recoger cosas que ocurren en la actualidad porque de vez en cuando hay que ir podando la huerta para que broten de nuevo los tomates.
¿Cree que hay alguien que pueda sentirse ofendido por el tono cómico con el que aborda actividades como la vendimia o la recogida de la aceituna?
Soy muy objetivo conmigo mismo y como pretendo que se ría cuanta más gente mejor intento pisar los menos charcos posibles para evitar cualquier división. Me gusta bailar por el medio. Sí es verdad que, al principio, cuando hice los primeros vídeos de la aceituna había gente que me escribía preguntándome: ¿Te estás cachondeando de los que cogemos aceituna? Ahora ya me han cogido el punto. Al final, lo que hago con cada vídeo es darle visibilidad a esa actividad a través del humor. De hecho hay algunos que son reivindicativos porque creo que el humor es una herramienta muy buena para reclamar cosas que son necesarias.
Si tuviera que quedarse con uno de sus monólogos, ¿cuál sería?
Le tengo mucho cariño al primer espectáculo que me hizo rodar por España. Se llamaba ‘Hola borreguetes’. Sin embargo, al final, cada espectáculo es especial porque la gente en cada uno de ellos me regala momentos únicos e irrepetibles.
¿Cómo ha cambiado su vida desde ese primer ‘Hola borreguetes’?
Ha cambiado mucho a nivel laboral pero no en lo personal. Cuando empecé las primeras actuaciones era profesor de piano y me dedicaba a la docencia. Durante un tiempo compaginaba las clases y las ‘tontás’. Al final, en 2019, decidí apostar por la comedia. Mi día a día no ha cambiado, soy muy ‘terruñero’, me gusta estar en Ciudad Real, en Picón. Sigo teniendo la suerte de estar en el mismo sitio rodeado de la misma gente.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Estoy preparando el videoclip de la aceituna de este año porque hay que hacerlo con tiempo. Por otro lado, el 2 de noviembre se cumplen 20 años de la primera vez que yo me subí a un escenario a decir ‘tontás’. Por ello, estamos preparando un espectáculo de cumpleaños veinteañero y lo presentaremos próximamente. Queremos planificar 7 u 8 fechas en ciudades especiales como Cuenca. Además me gustaría actuar, como no, en Ciudad Real. También en Toledo, Albacete, Guadalajara, Barcelona, Madrid y Valencia están en la lista de deseos. En él haré un recopilatorio de mis grandes hits.
Entonces, ¿volveremos a verle pronto por Cuenca?
Sí, siempre tengo ganas de ir porque me tratan fenomenal. La gente tiene un carácter especial, aunque hay algunos que piensan que sois un poco agrios pero yo he debido de tener suerte porque siempre he estado muy a gusto. ¡Y me he ido bien comido también!. Solo espero que la gente el día 28 vaya a pasárselo bien y si no les gusta... ¡Le devuelven el dinero!
