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“El humor es fundamental para aprender y reírnos de los errores”

El espectáculo ‘Ya me has tocado el cuento’ llega este jueves a Cuenca con una reflexión sobre los estereotipos masculinos en las películas Disney
“El humor es fundamental para aprender y reírnos de los errores”
Alejandro Chaparro durante el show. Foto cedida
26/11/2025 - Rubén M. Checa

Revisar los modelos de masculinidad heredados de las películas clásicas de Disney a través del humor, la música en directo y mucha autocrítica. Ese es el objetivo que persigue la obra ‘Ya me has tocado el cuento’, una continuidad de ‘No me toques el cuento’ creada por Olivia Lara y Alejandro Chamorro.

El espectáculo, que tendrá lugar en el Auditorio José Luis Perales de Cuenca este 27 de noviembre a partir de las 20:30 horas, no solo garantiza risas, sino también una reflexión “necesaria” sobre cómo nos han educado los relatos de siempre, tal y como detalla Chamorro en esta entrevista con Las Noticias de Cuenca en la que habla sobre el origen del proyecto, la evolución de los cánones en las películas Disney así como de la importancia de reírse para poder cambiar. 

 

 ¿Cómo surge Ya me has tocado el cuento?

Desde hace años tenía amistad con Olivia Lara, directora, dramaturga y actriz que interpreta a Bella en ‘No me toques el cuento’. Ellas llevaban varias temporadas en los Teatros Luchana y fui a ver la función. Salí de allí con dolor de estómago y mandíbula de tanto reírme. Me pareció una fantasía. Con una envidia sana absoluta, la cogí aparte y le dije: “Olivia, tenemos que hacer la segunda parte”. Nos sentamos, unimos su productora y la nuestra (Evoca) y sacamos esta segunda parte adelante con muchísima ilusión. Y la verdad es que está funcionando muy bien. Estamos ya en la tercera temporada.

 

Este jueves 27 de noviembre llegáis al Auditorio de Cuenca. ¿Qué se va a encontrar el espectador?

A cuatro príncipes Disney icónicos que todos conocemos, ya sea por los cuentos o las películas. De repente, sus princesas los abandonan y ellos no saben qué hacer. A partir de ahí comienza un aprendizaje a través del humor, que creemos que lleva a un lugar muy bonito e invita a la reflexión… además de provocar dolor de estómago de tanto reír.

 

¿Por qué estos príncipes no saben qué hacer sin sus princesas?

Porque siempre les han enseñado cómo deben comportarse, pero todo en función de ellas. Hablamos del machismo, del paternalismo, de la homofobia, de distintas masculinidades mal aprendidas. Ellos tienen que desprenderse de eso y deconstruirse poco a poco a lo largo de la función.

 

Uno de esos príncipes es la Bestia, personaje que usted interpreta. ¿Qué aprendizajes mal entendidos representa?

Hombre, desde luego encerrar a Bella para conseguir su amor fue una mala elección desde el principio, y nos reímos de ello. Pero, más allá del cuento que todos conocemos, nosotros hemos construido identidades propias para estos personajes. Así, en mi Bestia veréis a un tipo con carácter muy fuerte, que se siente el macho alfa, protector, bruto, homófobo… Ha aprendido valores mal entendidos que le impiden plantearse ciertas cosas. Incluso llega a cuestionarse su sexualidad durante la función. Hasta ahí puedo leer: eso lo descubriréis viéndola.

 

“Lo difícil de esta obra era saber qué contar y cómo hacerlo para que el mensaje llegase a todo el público”

 

¿Qué fue lo más desafiante a la hora de construir la obra y la dramaturgia?

Encajar todas estas masculinidades y sus consecuencias dentro del humor. El humor es una herramienta fundamental para que aprendamos como sociedad y nos riamos de nuestros errores. Lo difícil era saber qué contar y cómo hacerlo para que llegara el mensaje. Ese mérito es sobre todo de Olivia, aunque en ensayos todos aportamos nuestra visión como hombres criados en esta sociedad y en estos cuentos.

 

Quien haya visto ‘No me toques el cuento’, ¿qué va a encontrar aquí?

Esa obra termina con las princesas abandonando el mundo de los cuentos para irse al mundo real. Esta empieza con una carta de despedida a los príncipes: “Nos vamos. Ahí os quedáis”. Pero da igual si no has visto la primera. Se construyó así a propósito: cada obra funciona de manera independiente. Si ves ambas, encajan como dos medias naranjas, con muchas referencias entre ellas.

 

 

 

¿Cree que los cánones de Disney han cambiado en estos años?

Totalmente. Incluso el propio concepto de “princesa” y “príncipe” se ha desdibujado. Ahora vemos mujeres independientes, valientes, potentes, que resuelven su historia. Y los hombres también se han deconstruido: siguen siendo protagonistas a veces, pero desde un lugar mucho más equilibrado. Esa igualdad es en la que queremos estar todos y la que defendemos en la obra.

 

En esta segunda parte habéis incluido música en directo. ¿Qué aporta?

Sí, tenemos música e instrumentos en directo, que es novedad respecto a ‘No me toques el cuento’. Allí cada princesa tenía su canción; aquí tenemos también una canción común para todos los príncipes, que el público ha recibido muy bien.

 

Tres temporadas después, ¿cómo está siendo la respuesta del público?

Maravillosa tanto Madrid, donde estamos fijos en los teatros Luchana y como en Barcelona y en la gira por toda España. La gente sale encantada, dándonos las gracias. Muchas mujeres vienen con sus parejas y luego ellos se acercan diciendo: “Jolín, me habéis hecho reflexionar”. Eso es justo lo que buscábamos: risas, aprendizaje, reflexión… y, por supuesto, llenar los teatros, que está ocurriendo.

 

¿Qué supone para ustedes que los hombres se acerquen y digan que han reflexionado?

Es la mayor satisfacción. Muchas mujeres vienen primero con amigas, y luego vuelven con sus parejas porque creen que es más fácil mostrar estas cosas a través del humor que hablándolas seriamente. El mensaje cala porque llega desde un sitio amable y dinámico. Cuando recibimos esos comentarios, pensamos: “Misión cumplida”.

 

 

“Sería horrible parecerse a un príncipe de Disney, las mujeres y los hombres somos igual de válidos y nadie está por encima de nadie”

 

¿Qué mensaje le daría al público que está dudando si ir o no?

Que el vivo y el directo no tiene precio. Las risas, el buen rollo, el dejar tus problemas a un lado… Además, todo ello envuelto en música y humor, y acompañado de una reflexión que te llevas contigo. Creo que son razones suficientes para aceptar esta invitación y pasar un rato que no deja indiferente. Nos hace muy felices ir a Cuenca. Es la primera vez en estas tres temporadas, así que ojalá funcione muy bien para poder volver muchas más.

 

Cuando vino a Cuenca ‘No me toques el cuento’ nos comentaba Olivia que sería horrible parecerse a una princesa Disney. ¿Sería igual de horrible parecerse a un príncipe Disney?

Desde luego. Esos príncipes representan un aprendizaje mal entendido que viene de muy atrás. Quitarse esa losa cuesta, pero por eso hacemos esta obra: para darnos cuenta de que nada de eso es necesario. Hombres y mujeres somos igual de válidos, potentes, maravillosos. Nadie está por encima de nadie. Queremos mostrar que el camino es caminar juntos.