“Hay que pelear para que las niñas lo tengan más fácil”

Marian García (Belmonte, Cuenca, 1982), más conocida como Boticaria García, será una de las seis reconocidas por el Gobierno de Castilla-La Mancha el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres. Doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética, y en Óptica y Optometría, la divulgadora científica y sanitaria fue uno de los rostros conocidos que participó el pasado noviembre en la campaña del Ejecutivo regional ‘Implícate contra la violencia de género’.

“Tengo una posición que puede servir de altavoz. Me van a encontrar siempre en todo lo que pueda ser amplificar mensajes en los que creo profundamente”, señala acerca de su colaboración con esta causa.

Enhorabuena por el reconocimiento. ¿Qué significa?

Un agradecimiento muy grande hacia la Consejería de Igualdad y a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por pensar en mí porque siempre se dice que “nadie es profeta en su tierra” aunque a mí todo el mundo me trata fenomenal en mi tierra. Pero, a su vez, que sea yo una de las que reconocen también me parece una responsabilidad porque dentro de la región son muchísimas las mujeres que hacen un trabajo mucho más importante que el mío y que muchas veces es invisible.

Hablaba usted precisamente en sus redes de la falta de visibilidad de las mujeres del mundo rural.

El trabajo de muchísimas mujeres sigue siendo invisible y sigue sin haber igualdad plena. Es verdad que estamos muchísimo mejor que hace unos años, afortunadamente, porque solo faltaba que fuéramos para atrás como los cangrejos... Pero mientras siga habiendo desigualdad manifiesta y esa brecha, es muy importante hacer esa reivindicación y que se ayude a sensibilizar a los hombres. Porque el 8 de marzo no es un día solo para las mujeres. Es para impulsarlas y para sensibilizar a los hombres porque, si ellos no están sensibilizados, de nada sirve que dediques un día a las mujeres para visibilizarlas si al final el compañero que tiene al lado en el trabajo, su jefe, sus compañeros de vida… no lo entienden igual.

Otro problema es la falta de visibilidad de referentes femeninos en la ciencia. Usted es un ejemplo para niñas y jóvenes.

Es una gran responsabilidad. Yo pienso que los referentes deben ser los valores y las acciones más que las personas porque los seres humanos nos equivocamos mucho y me da mucho miedo cuando los referentes son las personas. Pero es cierto que estos días están ocurriendo cosas bonitas en coles de la región, donde, hablando del Día de la Mujer a niños pequeños, se han hecho murales o vídeos en los que me han mencionado. Que pueda servir de estímulo el trabajo que hago a los niños es un orgullo porque creo que lo más importante es la educación. No llegamos tarde para nadie porque a todo el mundo se le puede sensibilizar pero hay que actuar con los más pequeños.

Las mascarillas ‘Boticaria García’ han ayudado a la creación en Belmonte de un centro comarcal de psicooncología y fisioterapia. ¿Cómo ha sido esa colaboración?

Hemos puesto nuestro granito de arena en este proyecto que ha sido impulsado por las mujeres de la junta local de la Asociación Española Contra el Cáncer. Gracias al Ayuntamiento, han conseguido reconvertir una antigua escuela infantil. Qué bonito que un colegio en desuso pueda servir para dar atención psicológica o fisioterapéutica a muchísima gente porque va a dar servicio a muchos pueblos de La Mancha. Nosotros, con las mascarillas, hicimos una donación. De los más de 150.000 euros que hemos donado ya a distintas causas, 60.000 se han quedado en la región: hemos ayudado a construir dos cámaras frigoríficas para el Banco de Alimentos en Ciudad Real y en Toledo; hemos hecho una donación para la investigación contra el cáncer en la Universidad de Castilla-La Mancha; y el proyecto de Belmonte. Siempre intento barrer un poco para casa. En el proyecto somos de distintos lugares pero yo siempre intento que vaya una parte para la región porque la España rural o las universidades que son un poco más pequeñas, necesitan un poco más de ayuda porque a otros les llegan los recursos antes. Es un proyecto que hace que de algo tan feo como las mascarillas se haya sacado algo bonito, que es poder destinar recursos a estos fines sociales.

¿Cómo ve la situación sanitaria? ¿Nos estamos relajando?

Me preocupa profundamente que se debata si se abre o no en Semana Santa. ¿Vamos a repetir el mismo error? Ocurrió en verano y en Navidad y, si no ponemos medios, pasará en Semana Santa. O las medidas son más intervencionistas o la cuarta ola puede ser tremenda aunque estaremos probablemente mejor que en enero y febrero porque hay más gente vacunada y que lo ha pasado. Estamos en un buen momento porque la incidencia ha bajado mucho y pensar en volver a empezar, me parece preocupante.

¿Un deseo en el plano de la igualdad entre mujeres y hombres?

Yo me enfocaría en los niños porque ahí está la clave. En educar a nuestros hijos y a nuestras hijas, y resalto a nuestros hijos, porque es donde está la solución de cara al futuro. Nosotras tenemos que pelear con lo que nos ha venido dado y pelear para que el camino que tengan que recorrer las niñas que están ahora empezando a andar sea más fácil que el que han tenido muchísimas mujeres.