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“La formación es un tesoro y, más aún, en tiempos de crisis”

El decano de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades asegura que para el próximo curso se apuesta por la máxima presencialidad posible
“La formación es un tesoro y, más aún, en tiempos de crisis”
Santiago Yubero, en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de Cuenca. Foto: Saúl García
12/07/2020 - Miguel A. Ramón

En tiempos de crisis, como es el caso de esta terrible pandemia que está azotando de manera generalizada a todo el planeta, muchos son los que se plantean cuál es la receta más adecuada para afrontar un escenario tan adverso como éste. Para Santiago Yubero, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades del Campus de la UCLM en Cuenca, hay una opción muy importante a tener en cuenta: formación, formación y formación.

Y es que lo tiene muy claro, “si ya de por sí es fundamental contar con una formación académica para dar esperanza al futuro, en una situación como ésta, con más motivo”. No en vano, es de la opinión de que “la formación es un tesoro y, más aún, en tiempos de crisis”, ya que “te pueden quitar el empleo, el dinero, etc., pero tu formación la tienes siempre y, sin duda, te puede abrir puertas, quizá en otro país, pero, al fin y al cabo, ofrecer una salida, un futuro”. Y, según recalca, “eso es lo que lleva haciendo, desde su creación, la Universidad de Castilla-La Mancha, aportando cultura a la sociedad y, por ende, un futuro para la región”.

Es en esta línea donde sitúa a la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de Cuenca, en la que él está al frente. Un centro universitario que ha sabido, no sin esfuerzo, dedicación y trabajo, adaptarse en tiempo record a esta nueva situación y afrontar la recta final del presente curso con las suficientes garantías para lograr cumplir con los objetivos académicos establecidos y que, en todo momento, sus alumnos adquirieran las competencias establecidas inicialmente.

NUEVO CURSO ACADÉMICO

Un esfuerzo que ahora se está complementando con el diseño de un nuevo escenario de cara al próximo curso académico 2020-2021, que, sin duda, vendrá marcado por las lógicas limitaciones para garantizar la seguridad sanitaria de todos. Un curso que, tal y como remarca Yubero, se está confeccionando sobre la máxima de intentar ofrecer al alumnado la mayor presencialidad posible en el aula, teniendo siempre muy presente la probabilidad de un rebrote en octubre. Presencialidad entendida, tal y como subraya, como que “los alumnos tengan más del 50 por ciento de sus clases en el aula, combinándolas, eso sí, con presencialidad online a través de las plataformas de la universidad y contemplando al profesor en el aula; de tal manera que todas las semanas, los alumnos van a tener que ir a la facultad, pero sin dejar a un lado la dinamización de esa docencia presencial-virtual por si en un momento determinado surgiera un brote”.

Para ello, desde la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades, más allá de la instalación de geles hidroalcohólicos, “se están adaptando las aulas a las nuevas normas de distanciamiento social desanclando bancos, además de dotarlas de medios audiovisuales que posibiliten esa presencia online de los estudiantes, así como su participación activa en las clases”, indica Yubero.

El objetivo es, según recalca, que “los alumnos de primero se sientan arropados y todos los demás tengan la máxima normalidad posible, siempre dentro de un marco de seguridad, por supuesto”.

De hecho, las previsiones iniciales apuntan a la normalidad en la matriculación de alumnos. Y es que, en palabras del decano, no se puede obviar el hecho de que este año se hayan presentado muchos más alumnos de lo habitual a la EvAU, a lo que se suma el hecho de reconocer que la oferta de la UCLM y, por ende, de esta facultad, es tan buena o más que cualquier otra, con unos equipos de docentes contrastados y reconocidos a nivel nacional e internacional. Como ejemplo no duda en poner al CEPLI, que es, sin lugar a dudas, “el mejor centro de su temática en el mundo de habla hispana, y su revista de investigación se sitúa entre las 16 mejores del mundo en su área”.

Y es que esta facultad no solo ofrece los grados en Educación Social y en Humanidades-Historia Cultural, sino también un nuevo máster en Producción y Comunicación Cultural, que realiza en colaboración con la Facultad de Comunicación. Una oferta académica muy atractiva que, tal y como recalca, posibilita bastantes salidas laborales, sobre todo en el caso del Grado de Educación Social. En definitiva, una “muy buena opción a la hora de optar por formarse y máxime en las actuales circunstancias”.

DIFÍCIL ADAPTACIÓN

Ha sido un trabajo ingente, pero, sin duda, era necesario y primordial. Eso es lo que asegura Yubero cuando habla de la adaptación record a la que se vio abocada la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades, al igual que el resto de centros universitarios, ante la declaración del estado de alarma con motivo de la pandemia de la Covid-19.

Reconoce que algo tenían avanzado, puesto que ya tenían en marcha diversas plataformas digitales con las que se desarrollaban y controlaban másteres, como, por ejemplo, en el CEPLI, que cuenta con el 80% del alumnado de fuera de España, en especial de Europa o América. Pero, aun así, “el salto fue tan rápido que hubo que implementar los mayores esfuerzos para adaptarse a esa virtualidad que llevaba consigo una metodología muy distinta a la presencial, no solo en la impartición de clases sino también en la evaluación, que ha tenido que ser más continua”, puntualiza. Con este panorama, las cosas no fueron fáciles. Todo lo contrario, subraya el decano.

Y es que no todos los alumnos contaban con los medios tecnológicos que le permitían seguir el curso en unas condiciones adecuadas, lo que obligó a la UCLM a tomar cartas en el asunto y proporcionarles ordenadores, lo que permitió concluir el curso e, incluso, hacer el TFG (Trabajo de Fin de Grado).

A ello hubo que sumar los grandes dramas familiares a los que se tuvieron que enfrentar algunos alumnos, con el fallecimiento de familiares y amigos o la pérdida de trabajo de padres, hermanos, etc. Situaciones que, según Yubero, siempre se tuvieron muy presentes, hasta el punto de que la UCLM ofreció sus servicios de atención psicológica, que en el caso del Campus de Cuenca está enclavado en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades. Un servicio que atendió bastante demanda y que fue crucial para muchos alumnos.