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"Todo el mundo tiene una faceta creativa, más o menos explorada, pero la tiene”

Desde Mé Dusa-Arte Baúl, un establecimiento entre galería de arte, museo y tienda, ubicado en Casco Antiguo de Cuenca, Gabriela Guerrero da proyección a los artistas noveles
"Todo el mundo tiene una faceta creativa, más o menos explorada, pero la tiene”
Foto: Saúl García
20/11/2022 - Irina Romero

Un seudónimo es capaz de reinventar todas las obras de un artista. Esta es la esencia de Gabriela Guerrero González (1982), argentina de nacimiento y afincada en Cuenca desde 2010. Formada en la música desde adolescente como pianista, posee un amplio recorrido académico. Cursó un año de Filosofía en la Universidad Nacional de Córdoba y es licenciada en Derecho por la misma institución. Ahora es profesora elemental de Piano, Solfeo y Cultura Musical, además de estar matriculada en el grado de Bellas Artes en la UCLM y regentar su propio negocio dedicado al arte en el que da proyección a los artistas noveles.

“Mé Dusa-Arte Baúl es su nombre y nace hace 17 años, cuando pinté mi primer cuadro”, asegura. La primera clase de pintura que recibió fue lo que le hizo descubrir un “mundo inexplorado” que pronto convirtió en Mé Dusa, su alter ego. Desde entonces, su arte se dedica a deconstruir mitos: “Me gusta reinterpretar el significado de las cosas, darles una nueva interpretación, y Medusa me pareció un personaje muy atractivo”.

Su proyecto ha ido tomando distintas formas y continúa haciéndolo. Gabriela describe Mé Dusa-Arte Baúl como un ámbito de constante transformación, un punto medio donde prefiere que el espectador defina lo que es. “Tenemos muchísimos clientes que dicen que parece una galería o un museo, y hay clientes para los que solo es una tienda”. Cuenta que su negocio se planteó como algo abierto a cualquier artista o artesano de dentro o fuera de la ciudad: “Seguimos teniendo vínculo, y es lo más bonito porque vas trayendo otras ideas que se retroalimentan”. Así, las creaciones expuestas a la venta en su local pertenecen tanto a otros artistas como a la propia Gabriela.

“Me considero como una más, entonces las colecciones que tenemos son a veces limitadas, temporales o colaborativas”, añade. En Mé Dusa-Arte Baúl se pueden encontrar desde esculturas y cuadros en distintos materiales, hasta joyas y abanicos que la artista considera como souvenirs. Aclara que, actualmente, está inmersa en plasmar el romanticismo de la noche en varios formatos, además de trabajar en otra serie de cuadros aún por definir.

Experimenta con diversas destrezas artísticas, además de la pintura, como la escultura, el grabado y el vídeo arte. Esta última la emplea para construir relatos más autobiográficos y reflexionar acerca de sus experiencias personales. Y, de hecho, dos de sus piezas de vídeo arte pueden encontrarse en su canal de YouTube. La primera muestra a Gabriela y sus amigas mientras customizan un vestido de novia: “Quería darle un nuevo significado al mito que encierra el vestido de novia haciendo poesía visual”. El segundo vídeo es una biografía contada a partir de una melodía minimalista desde la que “se parte de la literatura y se va construyendo la historia a través del recuerdo”.

Su día a día en la tienda, por otro lado, es bastante impredecible debido a la zona en la que se encuentra. Describe que hay momentos muy tranquilos, otros donde hay mucha gente y momentos en que la rutina es la protagonista. Por ese motivo, estableció un pequeño taller dentro de su local.

Los días que Mé Dusa-Arte Baúl está abarrotada de curiosos, Gabriela los encuentra como los más interesantes: “Siempre terminas en una conversación descubriendo a alguien, y te das cuenta de que todo el mundo tiene una faceta creativa, más o menos explorada, pero la tiene”. Considera estos encuentros como un constante aprendizaje necesario para su vida laboral y personal.

De cara al futuro, Gabriela desea seguir en Cuenca para terminar otros proyectos pendientes como el grado medio de Serigrafía Artística en la Escuela de Arte Cruz Novillo. Y es que, como emprendedora, considera importante dedicarle tiempo y formación”. Confía en que Mé Dusa siga en constante evolución y se mantenga por muchos años más.