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"Las cantareras de Mota del Cuervo cogían los materiales de la tierra y hacían obras de arte"

Jimena González Gimena saca a la luz el oficio de estas mujeres a través de una exhaustiva investigación titulada ‘Cantareras de Mota del Cuervo. Las magas del barro’
"Las cantareras de Mota del Cuervo cogían los materiales de la tierra y hacían obras de arte"
Fotos: Paula Montero
21/12/2022 - Paula Montero

Si hay un oficio que forma parte de la idiosincrasia de Mota del Cuervo es la cantarería, que a lo largo de la historia ha logrado ser una de las señas de identidad de este municipio por la calidad excepcional de estas piezas artesanas. Sin embargo, lamentablemente, en la actualidad ha desaparecido casi por completo. Pero, ¿se conoce realmente la historia de este oficio? No. 

Por ello, Jimena González Gimena (Quintanar de la Orden, Toledo, 2005) ha decidido sacarla a la luz y darle a las mujeres cantareras el lugar que merecen y aprovechó el prestigioso concurso internacional de investigación histórica Eustory Iberia como altavoz para conseguirlo. Y, como podrán imaginar, lo ha logrado ya que se ha alzado con nada más y nada menos que el segundo premio de la décimo quinta convocatoria de este certamen que cada año presenta la Real Maestranza de Caballería de Ronda junto a otras asociaciones de carácter nacional e internacional. 

Concurso que este año tuvo como objetivo motivar a los jóvenes preuniversitarios a investigar sobre su historia local y, vista la propuesta, Jimena se decantó por profundizar en la cantarería, algo que no hubiera sido posible sin los moteños y moteñas que “me abrieron las puertas de su casa y de su corazón”, recuerda.

A través de una exhaustiva investigación titulada ‘Cantareras de Mota del Cuervo. Las magas del barro’ la joven ha tenido la oportunidad de ponerles cara, de presenciar en vivo y en directo una de las últimas cocciones tradicionales y de adentrarse en padrones de población de los años cincuenta para, finalmente, darse cuenta que estas mujeres quedaron en un segundo plano. Y es que hoy en día se conservan listados en los que las tareas de alfarería se atribuyen a sus maridos cuando eran estas féminas quienes “cogían los materiales de la tierra y los convertían en verdaderas obras de arte”, tal y como señala Jimena. 

“Me chocó mucho la manera en la que se les ha eliminado de la historia” y por ello se propuso como reto contar al mundo lo que sucedió realmente porque “si no sabemos de dónde venimos, ¿cómo vamos a saber a dónde vamos?”

En su caso, Jimena sí tiene claro hacía dónde va pues el año que viene, si todo va según lo previsto, empezará la universidad como estudiante del Grado de Filología Hispánica ya que se autodefine como “una persona que ha sido atravesada por las letras. con inquietudes y ganas de aportar cosas a la sociedad para mejorar el mundo en el que vivimos”, dice. Como muestra de ello, sus relatos ya aparecen publicados en varias antologías y además, desde hace varios años, trabaja en su primera novela histórica que, a falta de algunos retoques como buena perfeccionista que es, tiene casi lista para publicar. 

Por ahora, sus retos personales pasan por cumplir el sueño de su madre, que no es otro que mostrar al mundo esa primera novela, aunque por encima de todo espera “no abandonar nunca lo que me gusta”. Por este motivo, de aquí a unos años espera haber terminado la carrera de Filología Hispánica para dedicarse de lleno a la investigación y divulgación de conocimientos con el propósito de continuar escribiendo sobre “la historia de la mujer, de diferentes colectivos invisibilizados o sobre cualquier tema que me atrape y despierte algo en mí”, apostilla. 

Y es que, las cantareras de Mota del Cuervo son para Jimena ‘magas del barro’ pero ella, sin duda, es una auténtica maga de las letras.

Foto: Paula Montero