Guillermo López, número 1 MIR de España 2014

El número 1 MIR de España de este año es un joven de raíces conquenses, concretamente de Villalba del Rey. Con 24 años ha sacado la mejor nota de los 12.000 aspirantes que se enfrentaban al examen. De su padre, facultativo internista en el Hospital Virgen de la Luz de Toledo, ha aprendido muchas cosas, como que a la hora de atender a los pacientes es tan importante el factor científico como el humano"Un paciente no es solo un caso clínico, sino una persona que sufre y necesita apoyo"
A sus 24 años Guillermo González López ha dado un paso muy importante en su presente académico y su futuro profesional como médico. Sus buenas notas le han convertido en el número 1 MIR de España de esta edición de 2014. Tras este logro se esconden muchas horas de esfuerzo y trabajo que comenzaron cuando el joven entró en la Universidad Autónoma.
Su padre es médico internista en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo. Su hermano también y ahora trabaja en Londres. Aún así, Guillermo no tenía del todo claro si iba a escoger esta profesión porque le apasionan las ciencias. Al final optó por la medicina y las cosas no le están yendo nada mal.
Guillermo vive en Madrid, aunque pasó 10 años de su vida en Ferrol. Sus raíces son conquenses, sus padres tienen una casa en Villalba del Rey. Allí van con frecuencia durante las vacaciones y muchos fines de semana. Nuestro entrevistado siente una gran afición por la astronomía, en su casa de Villalba del Rey tiene un telescopio desde el que disfruta del espectacular cielo de Cuenca.
Enhorabuena, Guillermo. Ser el número 1 es muy difícil, ¿no?
Es algo complicado de hacer porque son 12.000 personas las que se presentan, pero es un motivo de orgullo, por supuesto.
¿Cuánto esfuerzo hay detrás de ese puesto?
Todo el mundo estudiamos bastante. Acabamos la carrera en mayo o en junio, según la universidad, y en verano estudiamos hasta febrero, que es el examen. Son seis meses de estudio, más los seis años de la carrera, porque la manera en la que sales formado cuenta mucho para lograr una buena nota también.
¿Cuántas horas le has tenido que dedicar al día?
Desde que nos pusimos en serio en julio, aproximadamente ocho horas al día o así, es bastante, pero no solo yo, todo el mundo.
¿Eso hace que tengáis que renunciar a las cosas que se suelen vivir a vuestra edad?
Sí, evidentemente es mucho el tiempo que hay que dedicarle, no puedes hacer todo lo que te gustaría. Aún así, creo que también hay momentos para el ocio y, de hecho, es necesario sacar algún tiempo para dedicarlo a tus cosas porque si no acabaría dándote algo.
¿Qué especialidad has elegido, y en qué hospital?
Dermatología, en el Hospital La Paz de Madrid.
¿Por qué?
En un principio no tenía muy claro qué es lo que iba a hacer, pero Dermatología es una especialidad que me gustó desde que la estudié en 5º. Me interesa mucho el diagnóstico a partir de ver un patrón visual, por eso me gustaba la Radiología también. Al final estuve yendo a rotar un día a cada sitio antes de decantarme y me convenció más Dermatología y el tipo de enfermedades que se ven.
También tuviste la oportunidad de estar en Psiquiatría de La Paz. ¿qué es lo que más te ha sorprendido desde el punto de vista profesional y humano de esa especialidad?
A partir de 4º, como estudiante, rotamos por todas las especialidades. Es verdad que Psiquiatría es un poco diferente, aunque realmente en todas las especialidades no tienes que dejar nunca de lado la parte humana para atender bien al paciente y no olvidarte de que no es solo un caso clínico, sino una persona que sufre y necesita apoyo.
¿Cómo se equilibran la sensibilidad suficiente para tratar con personas en dificultades y la frialdad necesaria para que tampoco os afecten la cantidad de situaciones que vivís en un hospital?
Es complicado. A algunas personas les afecta más que a otras, pero nos acostumbramos a ver todo tipo de casos y lo hacemos desde el ámbito profesional, como una situación que hay que resolver.
¿Cambia mucho la medicina de los libros y las prácticas en la universidad a las experiencias reales en los hospitales?
Es evidente que no es lo mismo estudiar en los libros y resolver casos clínicos con hipótesis a través de test, como son los MIR, que la vida real. Las prácticas que realizamos en el hospital son distintas, muchas veces no se trata de casos obvios, hay incertidumbre en el diagnóstico y cada persona es un mundo. Es completamente diferente.
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención en el hospital universitario?
Quizás ver la profesionalidad de los médicos, los conocimientos que tienen, que parece que te va a costar a ti llegar a eso, pero supongo que se coge con la práctica.
Tras acabar la especialidad, tenéis que afrontar el mundo laboral. ¿Cómo está ahora mismo la Medicina?
Eso te lo respondería quizás mejor alguien que está acabando la residencia, lo que sé es que está complicado encontrar trabajo, al menos en el ámbito de la sanidad pública, hay más paro que antes. Tengo un hermano que ha hecho Medicina y está trabajando en Londres, Inglaterra. La crisis ha afectado a la Medicina también, a ver dentro de cuatro años cómo está. Yo confío en que vaya mejor porque médicos hacen falta siempre.
¿Qué cuenta tu hermano de su experiencia en Londres?, Ser médico ¿es allí más duro que aquí?
Es distinto, allí no ha afectado la crisis, no tienen tanto problema de paro. En cuanto a la formación médica que reciben aquí los residentes no tiene nada que envidiar la española a la de otros países. Allí ganan más dinero los médicos. Él ha ido de forma temporal, un par de años, para formarse, y luego tiene que volver a España si puede y encuentra trabajo.
Desde tu punto de vista, ¿qué aporta la sanidad pública a los pacientes, y a los profesionales?
Es importante la sanidad pública porque es garantía de que todo el mundo va a tener la misma atención médica, independientemente del dinero que posean. Ahora mismo en España es muy buena, tiene los mejores profesionales, los mejores servicios y es importante que se intente mantener la calidad a pesar de la falta de dinero en estos momentos.
¿Contemplas la posibilidad de marcharte de España también si vieras que aquí no hay trabajo?
Sí, aunque me gustaría establecerme definitivamente en España y si me marchara, que fuera algo temporal, ya no solo por trabajo, sino por completar mi formación en algún centro de prestigio.
Tu padre también es médico. ¿Qué consejos te da?
Siempre ha sido un ejemplo para mí, me ha dado el consejo de desarrollar las tres facetas que ha de tener un médico: la asistencial, la docente y la investigadora. Me recuerda siempre que en medicina estás con pacientes y no solo se trata de ser buen médico, sino también de ser buena persona ante ellos.
De no haber escogido esta profesión, ¿qué te hubiera gustado ser?
Tuve muchas dudas, a mí siempre me atrajo el mundo de la ciencia y no me hubiese importado escoger otra carrera como física o astronomía.
Imagino que no todo es estudiar, ¿qué te gusta hacer en el tiempo libre?
No tengo aficiones muy raras, disfruto estando con los amigos, pasarlo bien… me gusta leer, aunque ahora me he centrado en los libros de medicina. También me gusta tocar el piano, lo que pasa es que últimamente lo tengo un poco abandonado, pero lo voy a retomar. Y, es un poco friki, pero también me gusta la astronomía. En mi pueblo tengo un telescopio y el cielo de allí es espectacular porque no hay contaminación lumínica, me gusta mucho hacer observaciones desde allí, eso es un privilegio.
Mantienes tu vinculación con Cuenca, ¿verdad?
Vamos bastante, en vacaciones y muchos fines de semana desde que era pequeño, tenemos una casa de Villalba del Rey, mi padre es de allí y la familia de mi madre también. Incluso participo en una procesión de Viernes Santo.
Si tuvieras que explicar a tus compañeros de Madrid cómo es Cuenca, ¿qué les dirías?
Que es una provincia muy bonita, muy rural, con muchos pueblos y un campo muy bonito. Es una zona típica castellana. Y la ciudad de Cuenca es preciosa, monumental y medieval. Ni qué decir de la Hoz del Huécar y la del Júcar.