El encuentro comenzaba con ambos equipos tratando de asentarse en el césped del Obispo Laplana, sin llegar a fructiferar ninguna de las aproximaciones. Minutos bastante espesos, lo cual es extrapolable a toda la primera mitad en general. Las ocasiones llegaban a cuentagotas y estas no generaban excesivo peligro a los porteros.
En el minuto 12, Jorge Martínez probaba suerte en una segunda jugada con un lejano disparo de primeras que no encontraba los tres palos. Las malas noticias llegaban en el minuto 20 con la lesión de Mayordomo: visiblemente aquejado, el joven requería ayuda para retirarse del césped tras no poder hacerlo por su propio pie. El Azuqueca B dispondría de una buena opción a balón parado, pero Mario se inventó una buena mano para evitar que los visitantes abriesen la lata.
La mejor para el Obrero llegaba tras una mala salida de Rubén García, meta azudense, que Kameni aprovechaba con un cabezazo al que llegaba algo forzado, por lo que el balón no salió con toda la potencia que el ariete hubiese deseado. Jorge Saz sacaría el balón antes de que pudiese cruzar la línea. Bastante espesos ambos equipos en el resto de la primera mitad, sin llegar a protagonizar ocasiones claras para abrir el marcador. Por otra parte, el árbitro había establecido un criterio de amarillas bastante bajo, sacando la cartulina en varias acciones insuficientes. Tanto Obrero como Azuqueca tendrían que proponer mucho más.
Al poco de darse por comenzada la segunda mitad, llegaba un jarro de agua fría para los de Angulo: una jugada por el flanco izquierdo ocasionó un barullo en el área. La poca contundencia de la defensa provocaba que el balón le quedase franco a Roberto García, que definía casi en el área chica ante Mario.
Minutos después, Javier Escolano se inventaba un disparo con poco ángulo desde el lado derecho que se estrellaba con la cruceta de la portería defendida por Mario. Tras estas acciones, el Obrero se crecería más y más a cada jugada. Ganando presencia en área rival, estaban causando verdaderos estragos a balón parado, rematando prácticamente cada una de las opciones de las que disponían desde el saque de esquina o faltas laterales.
Reclamarían mano los locales tras un tiro de Rául Verdejo que era bloqueado dentro del área. El colegiado no apreció nada punible en la acción, estimando que el juego debía continuar para descontento de grada y equipo. En estos momentos, el Azuqueca B estaba completamente botellado en su área. Jesús estaba a punto de ver puerta en un córner botado por Verdejo, pero la trayectoria no encontró el arco.
Perdonaba una y otra vez el combinado de Las 500, que seguía finalizando jugada en cada una de las alternativas de las que disponía a balón parado. De nuevo, Jesús estaba a punto de peinar un balón que era casi gol seguro, pero no llegó por muy poco. Raúl Verdejo, de falta, se sacaba un potente disparo que obligaba a Rubén García a emplearse abajo en el 80. Volverían a demandar mano los locales dentro del área, empero el árbitro no vio nada castigable.
Ya en el descuento, Jorge Recuenco era expulsado en una tangana generada por una falta. Empujó innecesariamente a un jugador visitante, viendo la roja directa. La última del partido era una tijera de Messi tras un balón llovido desde la derecha que se marchó por encima del travesaño por muy poco.
Con esta derrota por la mínima, los rojillos desperdician una buena oportunidad de abrir brecha con un rival directo. La semana que viene buscarán los tres puntos en su visita al Seseña.
