Derbi castellanomanchego con mucha emoción, pero también crueldad para el Rebi Cuenca. 33-33 era el resultado final tras 60 minutos de mucha intensidad en los que el equipo conquense fue de más a menos, acertando los alcarreños en la última jugada del encuentro para poner el empate.
Tras dos pérdidas iniciales, el Rebi Cuenca despertaba para ponerse a la altura de un Guadalajara que se había adelantado. Importante en este sentido era el estado de forma de Pedro Tonicher, en portería, quien cuajó una enorme primera mitad. El toma y daca continuaba durante los tanteos posteriores hasta que Perbela, con dos cañonazos -cuánto le echaba de menos el equipo-, sumado a una buena finalización de Afonso Mendes, le allanaban el terreno a los conquenses.
Mejor el Ciudad Encantada con el paso de los minutos, remontando también gracias a un acertado Fede Pizarro. Aprovechando que estaban en superioridad numérica debido a una exclusión alcarreña, Toth anotaría desde el centro del 40x20 a puerta vacía.
La ventaja de dos goles se desvanecía tras unos minutos poco inspirados de los conquenses en los que Pedro Tonicher firmó un auténtico recital: la grada se deshacía en elogios hacia el luso, que sostenía al equipo cuando más lo necesitaba. Toda vez despertó el equipo de Lidio Jiménez, aprovechó para machacar: Antúnez, Rajmond Toth y Diego Gandara, el pivote por partida doble, ponían la directa para un Rebi Cuenca que se marchaba con ventaja de 16-12 al descanso.
Logró mantener este colchón el equipo local durante los primeros minutos de la segunda mitad e incluso la amplió tras dos buenas acciones desde el extremo izquierdo por parte del cordobés Sergio Antúnez.
Con el 24-18 en el luminoso, se complicó el guion: dos pérdidas ocasionaron dos rápidos goles en contra y Santi Simón anotaba el 24-22 desde 7 metros. Pidió tiempo muerto Lidio Jiménez para frenar la tónica, pero siguió acercándose un Guadalajara que se ponía a un tanto hasta que el canterano Álvaro Martín rompió la sequía goleadora.
A falta de 15 minutos, se reestablecía la igualdad y el Rebi Cuenca gozaba de tan solo un gol de ventaja, por lo que el partido no estaba acabado ni mucho menos. No daba el brazo a torcer el equipo de Lidio Jiménez, que defendía esa ventaja con uñas y dientes hasta que Chiuffa aprovechó un fallo rival para poner el 28-28.
A partir de entonces, el partido se convirtió en un tuya-mía en el que el equipo alcarreño no conseguía remontar ni el conquense alejarse. Se encomendó a Perbela el Rebi en estos momentos delicados, probando con lejanos cañonazos que fueron bloqueados.
Fede Pizarro ponía el 32-31 a falta de minuto y medio para encender a un Sargal que contenía la respiración cuando Guadalajara empataba. Estaba claro que se iba a decidir en la última acción. Rajmond Toth volvía a adelantar al Rebi Cuenca para culminar su particular gran partido, pero el destino sería cruel con el equipo conquense: tras un tiempo muerto, Ahmed, para el Guadalajara, recibía un balón que le dejaba solo ante Dani Arguillas y no falló en la definición a falta de cinco segundos. Empate a 33 y final del partido.
Jarro de agua fría para el Rebi Cuenca, que volvía a sufrir un revés en la última jugada, algo que ya ha ocurrido otras veces esta campaña. Los conquenses tratarán de rascar a domicilio este fin de semana en su visita a Bidasoa Irún para la jornada que pondrá fin a la primera vuelta de la ASOBAL. Quedan undécimos en la clasificación, aunque la posición es engañosa, ya que se encuentra en una apretada zona con varios equipos que pujan por no meterse en la zona baja.