Paso atrás en el acceso al Casco al limitarse el uso del ascensor

La decisión de la empresa que gestiona el parking de Mangana de limitar el uso del ascensor que comunica la calle Alfonso VIII a la altura de la entrada a esta infraestructura con la plaza de Mangana, y que desde la construcción del parking, en el año 2003, era muy utilizado, sobre todo en dirección a la Plaza Mayor, por todo tipo de vecinos y de conquenses, que de esta manera se evitaban tener que subir un buen tramo de cuesta para llegar a la Plaza, ha sentado como un jarro de agua fría a las asociaciones de vecinos de la ciudad, que consideran que de esta forma se ve mermada la accesibilidad a esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad pero con tanta cuesta como es el Casco Antiguo.

“Está claro que la gente se quitaba un buen tramo de cuesta utilizando el ascensor, por lo que facilitaba el acceso al Casco a todos los vecinos, no solo a los usuarios del parking”, apunta Juan de Arce, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo.

Aunque es cierto que el aparcamiento está gestionado por una empresa privada, no hay que olvidar que se construyó con fondos públicos, por lo que el presidente vecinal tiene claro que debería estar abierto a toda la población. “Entiendo que mantener en marcha el ascensor supone un coste para la empresa, pero el Ayuntamiento debería financiarlo para que no se corte el servicio”, considera De Arce.

A su entender, la decisión de reestringir el uso de esta infraestructura no sería tan grave si estuviera abierto el ascensor de la calle Zapaterías, que comunica esta calle con Mangana, pero este es un ascensor que, pese a construirse hace ya casi una década, nunca ha sido utilizado, aunque justo este jueves el alcalde, Ángel Mariscal, anunciaba su intención de ponerlo en marcha a través de un convenio con la UCLM para dar un uso artístico al entorno de la plaza de Mangana.

Lo que De Arce en cambio no considera tan necesario es un pequeño ascensor construido en la remodelada plaza de Mangana para subir un único piso con el fin de permitir el acceso a la plaza a personas en sillas de ruedas, pues estas lo tienen realmente complicado para llegar sin obstáculos hasta ese ascensor. “Una rampa hubiera sido menos costoso”, sostiene.

RECORTE DEL AUTOBÚS

Este cierre del ascensor a todos los públicos se produce además pocos días después de que el Ayuntamiento recortara el transporte urbano, manteniendo la periodicidad con el Casco Antiguo en media hora de lunes a viernes y en una hora los fines de semana, pero con el añadido de que el vehículo de la línea 1 ya no sube hasta el barrio del Castillo, sino que se queda en la Plaza Mayor, y al conectar con el AVE hay más riesgo de que sufra retrasos. 

Cierto es que está previsto que se vuelva a poner en marcha el tren turístico, pero todavía no es una realidad y el coste que suelen tener los billetes de este medio de transporte, mucho más elevado que el del autobús, hace que esté principalmente dirigido a los turistas, no así a los ciudadanos de la capital.

Sin remontes mecánicos 

Asimismo, aunque el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, propuso el pasado otoño construir un ascensor de acceso al Casco Antiguo en el entorno del puente de San Pablo, en la hoz del Huécar, con fondos del Consorcio Ciudad de Cuenca, su propuesta no fue respaldada por el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal. Sí se anunció la creación una comisión que analizaría esta y otras posibilidades, pero de momento no ha trascendido que haya habido algún avance.

Los precedentes, además, no invitan al optimismo, ya que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) rechazó hace una década un proyecto para instalar unos remontes mecánicos entre el barrio de San Martín y la plaza de Ronda planteado por el arquitecto ya fallecido Manuel de las Casas.