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Cruz Roja

“Estos paseos todos los viernes por la mañana nos dan la vida a los dos”

El Área de Mayores de Cruz Roja Cuenca atendió a 141 personas de la provincia el pasado año
“Estos paseos todos los viernes por la mañana nos dan la vida a los dos”
Foto: Saúl García
19/02/2021 - Miguel A. Ramón

Hace algo más de un año ni se conocían, pero de esa fecha a esta parte todos los viernes pasan juntos aproximadamente una hora, que aprovechan para pasear, hacer algún recado, tomar algo en una terraza (cuando se puede, claro) o, simplemente, charlar.

Aparentemente nada les une. Juan Millán Solano es un agricultor jubilado de 81 años de edad, natural de Palomares del Campo, y Luis Miguel Ruiz Sánchez tiene 60 años, nació en Mira y es inspector de siniestros y empleado de seguridad privada ya retirado al encontrarse en situación de incapacidad permanente total.

Sin embargo, sí tienen algo en común, Cruz Roja. Y es que Juan Millán es un usuario del Programa de Acompañamiento a Mayores que la entidad social tiene en marcha en Cuenca y Luis Miguel Ruiz es su acompañante y, por lo tanto, uno de los voluntarios que hacen posible este proyecto enmarcado dentro del Plan Cruz Roja Responde.

En este tiempo, dicen haber entablado una buena amistad, que, además, les sirve de sesión terapéutica para ambos. De hecho, Juan no duda en asegurar que está esperando toda la semana a que llegue el viernes para poder disfrutar de una hora entretenido, paseando, charlando o, incluso, tomándose algo en una terraza y compartiendo mesa con Luis Miguel.

No en vano, vive solo en un pequeño apartamento de la zona de Carretería, saliendo a la calle exclusivamente lo imprescindible y, por supuesto, sin detenerse a hablar con otras personas, “como así me aconsejan mis hijos por eso del coronavirus”, apunta.

De ahí que esa hora todos los viernes se convierta en un momento muy especial para él, un momento en el que puede romper esa rutina diaria al tiempo que le parece insuflar ánimos para afrontar los días siguientes. Y es que “la soledad es muy dura”, aunque, tal y como señala, afortunadamente, una de sus hijas puede teletrabajar, lo que le permite con asiduidad pasar unos días con él.

IMPORTANTE PARA AMBOS

Pero si importante es para Juan, no lo es menos para Luis Miguel. El hecho de que desde hace un año se encuentre en situación de incapacidad permanente total le ha supuesto contar con todo el tiempo del mundo; algo que no parecía combinar muy bien con su naturaleza y, menos aún, con la frenética actividad laboral que llevaba desempeñando desde hacía muchos años, compaginando un trabajo en una aseguradora, como inspector de siniestros, de lunes a viernes, con otro en una empresa de seguridad privada durante los fines de semana. “Fue un parón en seco, difícil de llevar”, asegura, porque “al no tener que trabajar, salía a la calle y solo veía personas mayores por todos los lados, bien paseando o viendo obras, y no me veía así con cincuenta y tantos años, sobre todo viniendo de trabajar durante 25 años siete días a la semana”.

Así las cosas, vio en Cruz Roja una salida a esa situación y no dudó en ofrecerse como voluntario. Y, de hecho, su actividad en la entidad humanitaria no se reduce exclusivamente a este Programa de Acompañamiento, sino que colabora allí donde se le necesita, hasta el punto de “ir a la sede todas las mañanas de lunes a viernes e, incluso, algún fin de semana, para hacer no solo tareas administrativas, sino también ayudar de manera puntual donde se me requiera, ya sea en la recogida de alimentos en supermercados como en su distribución entre los usuarios”.

El caso es, tal y como subraya, “sentirme bien conmigo mismo al poder ayudar a otros, al tiempo que es todo un bálsamo para mí”, aunque eso le lleve alguna reprimenda que otra de su esposa, Carmen, que le recrimine que dedique tanto tiempo al voluntariado. Pero Luis Miguel lo tiene claro: “Cuando hago una cosa de éstas, lo hago con toda la voluntad y corazón”.

A la vista de todos estos detalles, no es de extrañar que tanto Juan como Luis Miguel no duden en asegurar que “estos paseos todos los viernes por la mañana nos dan la vida a los dos”. De hecho, tal y como subraya Juan, “cómo serán de importantes para nosotros que hemos llegado a salir, incluso, lloviendo”.

Es indudable que existe cierta química entre ellos. Una afinidad que en este año de andadura ha quedado más que patente y les ha ayudado a disfrutar mutuamente de estos momentos, que, como dicen, les está permitiendo afrontar con otro humor este escenario tan adverso con motivo de la pandemia. Momentos que han servido para conocerse mejor, charlar sobre la actualidad o, incluso, rememorar esos recuerdos de su vida que necesitaban compartir con otra persona.

Toda una experiencia terapéutica para ambos, que esperan poder mantener en el tiempo y seguir disfrutando, porque, según dicen, “les hace muy bien”.

“Estos paseos todos los viernes por la mañana nos dan la vida a los dos”

Juan y Luis Miguel son un claro ejemplo de la encomiable labor que está llevando a cabo Cruz Roja Cuenca con las personas mayores en nuestra provincia, uno de los colectivos a los que esta organización humanitaria está prestando especial atención durante la crisis sanitaria de la Covid-19 a través del conocido como Plan Cruz Roja Responde, “la mayor operación humanitaria de la historia de la entidad en cuanto a movilización de recursos, capacidades y personas”, según aseguran.

Una intervención que se centra en parte en tratar de reducir el aislamiento y sensación de soledad que sienten nuestros mayores, agudizada más aún con el adverso escenario de la pandemia, mejorando su autonomía. Con este objetivo, Cruz Roja dispone de un equipo del Área de Mayores que, por un lado, se encargan de realizar llamadas o videollamadas de seguimiento y, por otro, llevan a cabo acompañamientos a los mayores de la provincia, que son usuarios de este servicio. Gracias a estos contactos telefónicos de seguimiento, los técnicos de la organización pueden hacer una valoración de las necesidades de esa persona y si detectan que la persona sufre los efectos de la soledad, se interviene para mejorar su estado y revertir su situación.

BALANCE DEL 2020

A modo de balance, indicar que desde este Área de Mayores de Cruz Roja Cuenca se han realizado a lo largo del pasado ejercicio 2020 un total de 154 llamadas o videollamadas, además de cerca de 60 acompañamientos a una docena de personas mayores. Acompañamientos que, según explican desde Cruz Roja Cuenca, se suelen desarrollar a través de paseos o charlas al aire libre en los que una persona voluntaria pasa tiempo con la persona mayor con la finalidad de que el usuario o usuaria se sienta acompañado, escuchado y ello contribuya a paliar la sensación de soledad.

De ahí que se pueda afirmar que el trabajo desempeñado por los voluntarios de Cruz Roja sea clave en las intervenciones que se realizan. Actuaciones que desde el Área de Mayores llevan a cabo un total de 26 voluntarios, gracias a los cuales la entidad humanitaria ha podido atender en la provincia durante el pasado ejercicio a un total de 141 personas mayores.

Una atención frente la soledad y el aislamiento social involuntario de nuestros mayores que, tal y como recuerdan desde Cruz Roja, se puede hacer realidad gracias a la financiación a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) autonómico, que gestiona la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

“Estos paseos todos los viernes por la mañana nos dan la vida a los dos”

COTRA LA SOLEDAD

Cruz Roja lleva más de treinta años desarrollando programas destinados a las personas mayores con el objetivo de mejorar su calidad de vida en su proceso de envejecimiento y en diferentes áreas de la persona.

En su última Asamblea General uno de los compromisos que adoptó la entidad social fue el de “contribuir a romper el aislamiento y la soledad de las personas en situación de vulnerabilidad” en la idea de reducir su impacto y el tremendo coste humano y económico que conlleva, partiendo de la base de que no todas las personas que están solas experimentan soledad y hay muchas personas que se sienten solas estando acompañadas.

Por otra parte, a lo largo del año se llevan a cabo diferentes agendas informativas a todas las personas mayores de 65 años de la provincia mediante llamadas telefónicas. Estas agendas tienen como objetivo ofrecer información básica relacionada con cuestiones que son de interés para su salud como las campañas de vacunación para la gripe, consejos para protegerse de las altas o bajas temperaturas en función de la época del año o sensibilizarles sobre conductas de buen trato a las personas mayores y, durante la pandemia, informarles sobre medidas de higiene y salud en relación a la Covid-19.


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