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Antonio Pérez: "No he hecho más que ver, andar y leer"

Antonio Pérez: "No he hecho más  que ver, andar y leer"
30/05/2017 - G. D.

El coleccionista de arte Antonio Pérez será reconocido Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha en el acto institucional del Día de la Región que se celebra este miércoles en Cuenca

Castilla-La Mancha, y Cuenca en especial, tienen desde hace años mucho que agradecer al coleccionista de arte y autor del Objeto Encontrado Antonio Pérez (Sigüenza, 1934), cuya amplia colección de pinturas y de obra gráfica, que incluye a autores como Saura, Millares, Pagola, Bonifacio o Lucebert, propició que, con el respaldo de la Diputación, en 1998 abriera sus puertas la Fundación Antonio Pérez en Cuenca capital y en 2006 hiciera lo propio el Museo de Obra Gráfica en San Clemente, dos de los espacios museísticos más valorados no solo de la provincia, sino de la región, el primero solo superado por el irrepetible Museo de Arte Abstracto. Su nombramiento como Hijo Predilecto de C-LM en el acto institucional del Día de la Región servirá para reconocer la contribución al enriquecimiento cultural de Cuenca de este hombre de mundo e irónica mirada.

P.-¿Qué supone este reconocimiento?
R.-Me da mucha alegría porque soy castellano-manchego y me alegro mucho de haber tomado la decisión de venirme a vivir a Cuenca hace ya más de cuarenta años procedente de París, donde estuve veinte años. Me alegra mucho lo que he podido hacer aquí, lo bien que me han tratado siempre, la verdad sea dicha. 

P.-Es un premio que además sentirá como conquense y como seguntino…
R.-Las dos cosas, sí. A la Fundación Ciudad de Sigüenza también le han dado un premio y va a venir mucha gente el día 31. Yo en este mundo he seguido una máxima que se puede leer en El Quijote, que dice que tres cosas hacen al hombre discreto: ver, andar y leer. Yo más que eso no he hecho, pero he tenido la suerte de conocer más o menos a todos los pintores y escritores de mi generación, y como creo que tengo bastante pasión por ello, lo han notado. Porque otra cosa más no he hecho.

P.-¿Y se siente uno castellano-manchego en esta comunidad donde ese sentimiento no abunda como en País Vasco o Cataluña?
R.-Yo copio siempre a aquella famosa bailarina negra de los años 20, Josephine Becker, que decía que tenía dos amores, mi país y París. Pero a mí eso del país es una cosa que me da igual una ciudad que otra. Me encuentro muy a gusto en Cuenca, porque la he elegido, pero no tengo ningún sentimiento nacionalista. Me gusta mucho estar en C-LM, por supuesto, pero no para echar nada en cara a otros.

P.-¿Qué ciudad destacaría de la región?
R.-Toledo es muy importante por lo que significa, pero Cuenca me parece una ciudad con muchos artistas. Antonio Saura y los que después vinieron alrededor del Museo de Arte Abstracto han muerto o están mayores, pero, aunque no exista un Picasso, hay una gran cantidad de jóvenes pintores muy interesantes. La pintura tiene una importancia muy grande y se ha multiplicado. Me parecen muy importantes la Facultad de Bellas Artes y la Escuela de Cruz Novillo.  

P.-El gran problema para los nuevos artistas es que vivir del arte parece más difícil que hace años…
R.-Es que existe una especie de falta de amor al coleccionismo. Es curioso pero hace veinte años la gente compraba más que ahora, y muchos de los hijos de aquellos están ahora vendiendo cosas. Y cuando yo les pregunto que si venden por necesidad, me dicen que no, que es porque no les interesa. Quizá las nuevas técnicas o maneras de difundir el arte han hecho que la pintura interese menos. Yo es algo que no acabo de entender.

P.-Pero también será por la economía…
R.-Sí, pero la gente que compraba siempre ha sido gente con dinero. Y luego siempre ha habido cosas más accesibles, como la obra gráfica. Así que, a parte de la cuestión económica, yo creo que se ha perdido un poco la ilusión por comprar obras de arte.

P.-¿Está Cuenca activa culturalmente?
R.-Se habla mucho del abandono del arte pero lo que yo más reprocho es la falta de curiosidad entre los propios artistas. A veces nos quejamos mucho de que no se hacen cosas pero hay artistas que luego no van a ver las exposiciones que se hacen. Recuerdo que cuando vine por primera vez aquí en el año 1957 solo había una galería en la parte baja de la ciudad, Machete, y desde entonces han salido muchos museos, fundaciones, galerías, y se hacen exposiciones muy interesantes… Aunque todo lo que se haga en cultura es poco.

P.-¿Y qué le pareció la muestra de Ai Weiwei incluida en La poética de la libertad?
R.-A mí me interesó. Pero más que nada porque es un personaje mediático, estrafalario, con gracia. Pero he visto cosas más interesantes.

P.-¿Parece que la gente cada vez conoce más la Fundación Antonio Pérez?
R.-La gente va mucho. Pero es curioso porque es sobre todo gente de fuera la que habla bien de ella. Yo les animaría a ciertos políticos a que estuvieran una temporada en la mesa de entrada donde está el guardia y escucharan los comentarios que hace la gente. A mí me hace mucha ilusión cuando viene gente de fuera, me reconoce al verme y me habla de la Fundación.

P.-A sus casi 83 años ahí sigue, buscando nuevos objetos encontrados, organizando exposiciones…
R.-Los objetos es algo de lo que no me canso. Cada vez lo que más me interesa es mirar, ver. También estar con pintores y la literatura. Siempre estoy mirando novedades, por ejemplo compro los culturales de El País, ABC y El Mundo. Me gusta estar al tanto y frecuentar las librerías. 

P.-¿Y qué libro tiene entre manos?
R.-Justamente el último que ha publicado José Manuel Caballero Bonald, Examen de ingenios, que es un libro sobre los escritores que él ha conocido, un libro extenso que me está gustando muchísimo.