De Senegal a Cuenca para cuidar a más de 600 ovejas
Mamadou Hamet Diallo es de Senegal. Tiene 45 años, y los últimos cinco los ha pasado en España. Desde muy joven, en su país, ha trabajado ayudando a su padre con la ganadería y, cuando llegó aquí, tuvo claro que quería ejercer el pastoreo.
Aunque hizo cursos de mecánico, chapa o pintura, hace casi un año no dudó en inscribirse a la Escuela de Pastores del Gobierno de Castilla-La Mancha, con el fin de obtener una cualificación profesional que le permitiera poder trabajar en el oficio. “Me apasiona”, asegura.
Dicho y hecho, tras cinco meses de formación, ahora lleva un mes contratado en una explotación ganadera de Arcas, cubriendo vacaciones, y se muestra la persona más feliz del mundo mientras cuida a las 600 ovejas.
Belén bodoque, hija del propietario de la explotación, ha asegurado que sólo puede decir cosas buenas de Mamadou. “No encontrábamos a nadie para cubrir las vacaciones, no hay profesionales, y a través de la escuela de pastores lo hemos contratado y su labor, él solo con los 600 animales, ha sido excepcional y muy buena”, ha subrayado.
Por eso, Bodoque ha trasladado a las instituciones la “necesidad” de que esta escuela siga funcionando y que a los ganaderos “nos den la oportunidad de poder tener una cartera de donde sacar a pastores para poder trabajar, que si no, no podemos”.
Y es que, tal y como ha subrayado, en la actualidad no existe apenas gente que quiera ejercer este oficio ancestral, y los ganaderos “no nos podemos permitir tener un mes o dos la explotación parada”.
ESCUELA DE PASTORES
Pedro Luna Campos, coordinador de la Escuela de Pastores de Castilla-La Mancha, asegura que el proyecto se está consolidando poco a poco y que es una prueba de que, sin grandes recursos, pero con sentido común y conocimiento de la realidad del campo, se pueden dar respuestas a un sector con tantas dificultades como el ovino y el caprino.
Ha detallado que la escuela mantiene una bolsa de empleo con alrededor de 214 jóvenes, que se actualiza mensualmente debido a la movilidad: algunos encuentran trabajo gracias a la propia escuela, otros cambian de oficio y los alumnos que finalizan la formación se incorporan de inmediato. Esta bolsa, coordinada desde la Consejería de Agricultura y disponible en la web, está abierta a todos los ganaderos de la región. Cuando alguno se pone en contacto con la escuela, se busca el perfil más adecuado en función del tipo de explotación y de la comarca.
La formación, ha añadido, es breve, de 25 horas, pero suficiente para dotar a los alumnos de una base en el manejo diario del ganado, que es lo que más demandan los ganaderos. No se trata de técnicas avanzadas, sino de preparar a los futuros trabajadores para que puedan seguir aprendiendo directamente en la explotación. Con este sistema, ha subrayado, se ha logrado ofrecer al sector una herramienta que hasta hace poco no existía.
Desde su puesta en marcha en 2022, el impacto en el empleo ha sido enorme. Según Luna Campos, los ganaderos llaman a la escuela en situaciones extremas: algunos necesitan cubrir una jubilación o una baja médica y reconocen que, si no encuentran a alguien en cuestión de semanas, se podrían ver obligados a cerrar o vender el ganado. Una realidad que, ha enfatizado, es mucho más dura de lo que se suele imaginar.
APOYO A LA GANADERÍA EXTENSIVA
El vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha destacado durante la visita a la explotación ganadera de Arcas que la Escuela de Pastores es una de las iniciativas que el Gobierno regional ha puesto en marcha para apoyar a la ganadería extensiva, un sector que considera estratégico en la comunidad autónoma. Ha recordado que en la región existen más de 5.000 explotaciones de este tipo y más de dos millones y medio de cabezas de ganado.
Y es que, según ha dicho, uno de los principales retos del sector es la dificultad para incorporar profesionales, especialmente pastores, cuya labor resulta imprescindible para garantizar la viabilidad de las explotaciones.
Martínez Guijarro ha asegurado que el Gobierno está satisfecho con el funcionamiento de esta iniciativa, pero considera necesario ir más allá. En este sentido, ha apuntado a la oportunidad de integrar laboralmente a personas migrantes que, en muchos casos, ya desempeñaban tareas similares en sus lugares de origen. “Con la formación adecuada, podrían adaptarse a la realidad de la ganadería extensiva en España, lo que permitiría resolver simultáneamente problemas de integración social y de relevo laboral en el campo”, ha subrayado.
Asimismo, ha recordado la importancia de la ganadería extensiva no solo desde el punto de vista económico, sino también medioambiental. Ha puesto como ejemplo que este verano se ha insistido en sus beneficios para el sector forestal ya que la ganadería extensiva ayuda a limpiar también los montes, tarea que tradicionalmente han desempeñado los ganaderos y que hoy cobran especial relevancia en un contexto de reducción de la cabaña ganadera y de cambio climático.
Por eso, ha anunciado que antes de que termine el mes, el Gobierno autonómico va a resolver la convocatoria que se conoce coloquialmente como la convocatoria de las ovejas bombero, que beneficiarán a 67 explotaciones ganaderas, permitiendo, a partir de enero, que puedan limpiar 3.000 hectáreas de monte en el conjunto de la región.