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Día Mundial de la Reserva de la Biosfera

La Reserva del Cabriel impulsa su desarrollo con más de seis millones en inversiones

Desde la asociación subrayan el potencial turístico y sostenible de un territorio que combina tradición y naturaleza
Fotos cedidas a Las Noticias de Cuenca
03/11/2025 - C.I.P.

En el Día Mundial de la Reserva de la Biosfera, el Valle del Cabriel reafirma su papel como uno de los espacios naturales más singulares de la península. Su declaración, que abarca más de 400.000 hectáreas repartidas entre tres comunidades autónomas, cuatro provincias y 52 municipios —37 de ellos en la provincia de Cuenca—, ha supuesto un impulso económico y turístico sin precedentes.

El alcalde de Cardenete y miembro de la directiva de la Asociación Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel, Francisco José Cócera, recuerda que este reconocimiento “no supone una figura extra de protección, sino que pone en valor aquellos enclaves naturales donde el ser humano ha trabajado y convivido con la naturaleza durante siglos”.

Según detalla, la reserva está generando una “inversión bestial” por parte de las instituciones implicadas. Desde 2023 hasta 2026 se destinarán más de seis millones y medio de euros procedentes del Ministerio, la Junta, fondos europeos y universidades. De ellos, 4,5 millones corresponden al Plan de Sostenibilidad Turística del Valle del Cabriel, impulsado por la Diputación de Cuenca, que beneficiará directamente a los 37 municipios conquenses incluidos.

El objetivo es reforzar la comarca como destino turístico sostenible mediante actuaciones de movilidad, recuperación del patrimonio cultural y puesta en valor de los recursos naturales. “El valor principal es el valle del río Cabriel y todo lo que conlleva: las huertas, los molinos, las formas de vida tradicionales y la vinculación histórica de los pueblos con el río”, explica Cócera.

Además, se trabaja en nuevas líneas de acción como el fomento de la ganadería extensiva o la recuperación de fuentes y manantiales, con el propósito de “poner en valor el inmenso valor que tiene el agua en esta zona”.

Aunque se trata de una comarca con pueblos pequeños, Cócera asegura que la reserva “es una marca de calidad” que empieza a atraer visitantes y oportunidades. “Es una manera de atraer gente, y ahora hay que trabajar también en el fomento de las producciones locales para poder venderlas con ese marchamo de calidad de Reserva de la Biosfera”, señala.

El regidor confía en que el turismo de naturaleza y la gastronomía actúen como motores de desarrollo para toda la comarca. “Lo que más esperamos es que todo lo que tiene que ver con el turismo vinculado a la naturaleza y al patrimonio cultural sea un revulsivo importante”, concluye.

Los vecinos reivindican el cuidado del entorno

Los habitantes y visitantes que recorren estos días el Valle del Cabriel coinciden en destacar la belleza del paraje y su necesidad de preservación. “En invierno es un sitio espectacular; en verano, no tanto. Se llena de gente y de desperdicios, y deberíamos cuidarlo un poco más”, comenta un vecino.

Julia, una visitante española que vive en Francia, reconoce haber quedado sorprendida por el paisaje. “Es precioso, bastante salvaje todavía, y lo merece”, afirma, aunque advierte que “depende de nosotros, los humanos, que hacemos estragos en la biosfera. Hay que cuidarlo”.

El río, protagonista indiscutible, despierta admiración en todos. “Me encanta. Podría pasarme horas viendo correr el agua”, añade Julia, destacando la pureza del cauce. “Está muy limpio, no hay algas ni suciedad. No sé si lo mantienen o es de natural así, pero es una preciosidad”.

Para Gloria, otra visitante, el valor del paisaje va más allá del río: “A mí me gusta todo, el entorno, el agua y los árboles. Hay álamos, chopos, romero, tomillo... venir en primavera o en otoño es una maravilla”.

Sin embargo, también comparte la necesidad de mayor vigilancia y educación ambiental durante los meses de mayor afluencia. “Debería haber algún guarda forestal en verano. El problema es la mala educación; hay contenedores, pero la gente no los usa. A veces esto está lleno de basura”, lamenta.

Pese a todo, los vecinos reconocen que el entorno “está bastante bien conservado”, y valoran las medidas de control de acceso en zonas más sensibles como las Hoces del Cabriel o las Chorreras de Enguídanos, “donde incluso había accidentes cada año por la masificación y el aparcamiento descontrolado”, añade.