Para muchas generaciones, el olmo fue un símbolo de sus pueblos y un lugar de encuentro con los vecinos. Un hongo causante de la grafiosis acabó prácticamente con todos ellos en la provincia de Cuenca, y ahora, un proyecto de la Junta se ha propuesto recuperarlos gracias al trabajo que se está desarrollando en el vivero provincial.
“Se están utilizando olmos resistentes a esta enfermedad y estamos planificando su plantación en puntos emblemáticos de los municipios, en colaboración con los ayuntamientos y agentes medioambientales”, ha explicado José Ignacio Benito, delegado de Desarrollo Sostenible, quien ha subrayado que la plantación actual llegará a los municipios que ya se han acogido y que “habrá nuevas plantaciones en la época más educada para ello”.
El objetivo del Vivero Forestal Provincial de Cuenca es la crianza y conservación de plantas autóctonas en peligro de extinción, con especial atención a la restauración de ecosistemas y a la recuperación de zonas degradadas. En lo que va de 2025, se han distribuido alrededor de 2.000 plantas entre centros educativos, asociaciones y ayuntamientos.
Además, el vivero se ha consolidado como un espacio de educación ambiental en el que niños y jóvenes participan en plantaciones y actividades que buscan el cuidado del patrimonio verde. Entre los ejemplos recientes, Benito ha destacado la recuperación de la vegetación de ribera en el municipio de Mira, afectado gravemente por la DANA.
La Junta ha invertido más de 75.000 euros en la mejora de las instalaciones, incluyendo la renovación del invernadero, la modernización del riego y la recuperación de las naves de almacenamiento.
