
Con 54 años y más de 30 dedicados al sector cooperativo, Amanda Aurora Olmeda es hoy por hoy un referente del liderazgo femenino en Castilla-La Mancha. Su historia comenzó en el año 1995, cuando con solo 24 años asumió la gerencia de su primera cooperativa en Casas-Ibáñez. Aquel nombramiento no fue fácil, nos cuenta. En esa época, el mundo cooperativo estaba dominado por los hombres, y ser mujer, joven y sin experiencia era un hándicap. Sin embargo, Amada logró convertir lo que otros consideraban debilidades en una motivación para demostrar sus capacidades.
“Cuando me entrevistaron me dijeron que tenía esas tres debilidades y una era ser mujer”, recuerda. Gracias a la confianza del consejo rector y del presidente de la cooperativa, comenzó una carrera en el mundo cooperativo rural que desembocaría en Bodegas Villavid y en su pueblo natal, Villarta, en la comarca de La Manchuela conquense.
La trayectoria de Amanda Aurora Olmeda es también la historia de la modernización del sector cooperativo de la región. Bajo su liderazgo, Bodegas Villavid gestiona más de 1.600 hectáreas de viñedos y produce principalmente vinos tintos, con una amplia gama que incluye jóvenes, semidulces, de roble y crianza. Para Amada, la clave del éxito no está solo en la calidad de los vinos, sino en el compromiso con el capital humano: “Prácticamente todos los trabajadores que ahora estamos en Bodegas Villavid tenemos raíces en el pueblo, somos hijos de agricultores y hemos crecido participando en todas las tareas del campo”, subraya. Este enfoque ha permitido que la cooperativa mejore su producción y que haya contribuido a fijar población en el municipio y a mantener la vitalidad económica local.
“Cuando empecé, el mundo cooperativo estaba dominado por los hombres. Hoy, las mujeres ocupan cargos relevantes como enólogas, gerentes e ingenieras”
A lo largo de estos 30 años de actividad profesional en el medio rural, Amada ha sido testigo y protagonista de la evolución del papel que ha desempeñado la mujer rural. Cuando comenzó “era impensable ver a una mujer liderando una cooperativa”. Hoy, afirma orgullosa, la situación ha cambiado: “Ahora las mujeres formamos parte de la gestión, igual que los hombres. Hemos roto estereotipos y demostrado que podemos liderar, innovar y contribuir al desarrollo del sector”.
Además de su papel en la gestión empresarial, Amada resalta la importancia de visibilizar a la mujer rural en todos los ámbitos: “En mi sector he visto muchos cambios y me siento orgullosa de haber contribuido a ellos de alguna manera; se han modernizado instalaciones, maquinaria y calidad de los vinos y a ello han contribuido tanto hombres como mujeres. Hay mujeres que ocupan cargos relevantes en las cooperativas, como gerentes, enólogas e ingenieras”.
El reconocimiento que Amada va a recibir el 15 de octubre por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha en el Día Internacional de la Mujer Rural es para ella un homenaje a otras muchas mujeres que han trabajado y trabajan en el ámbito rural y cooperativo. “La pasión, dedicación, perseverancia y trabajo duro son claves para alcanzar metas y superar obstáculos. Espero que mi experiencia sirva de inspiración para futuras generaciones de mujeres que deseen seguir mis pasos. Que nunca se den por vencidas para alcanzar sus sueños.”, afirma emocionada.