Verano de escombros

Yo no voy a hablar de Bárcenas, hoy. Sucede que esta semana allá donde miro veo escombros, y no sé si son mis ojos o este mundo: Ayuntamiento y Diputación a la greña, profesores perseguidos, Marín con sus pajas mentales, estudiantes que no pueden pagar su matrícula, los convenios que se caen, la luz al alza… Parece que eso de que los veranos no tienen noticias es algo ya superado. El caso es que me ha costado mucho encontrar una excusa para escribir sin haceros llorar. Esa excusa se llama Gabriel Navarro, un motillano que corre que se las pela y se ha alzado con el oro en los 10000 metros en el mundial sub-23.

Siempre, pero en este tiempo más, alegra conocer noticias como esta en una provincia como Cuenca, la única que jamás ha aportado un futbolista a primera división. Lo de este chico viene de lejos, su palmarés como juvenil y júnior da miedo, y esperemos que vaya para largo, aunque viendo los antecedentes, lo más probable es que llegue hasta donde pueda hacerlo él solo, por sus propios pasos. Que no espere nada de nadie. Que no espere a la suerte. Que no espere y siga corriendo sin mirar atrás. Porque ahora todos, especialmente los políticos, querrán una foto con él, pero mañana, si te he visto, no me acuerdo. Y es que aunque la gloria de la victoria nos hace eternos en la historia, no se puede vivir de ella más de un instante. Enhorabuena y gracias, Gabriel.