Tras siete meses de espera, ¿un concurso basado en el abaratamiento?
El 24 de noviembre de 2020 el Ayuntamiento de Cuenca convocaba a nuestra Asociación para contar, en una reunión informal desprovista de datos técnicos, sus propósitos para el centro de la ciudad y la relación de los mismos con los 10 millones de euros europeos de los denominados fondos EDUSI.
Se nos contó, sin información presupuestaria ni temporal, que se pretendía renovar el mercado y sus aledaños, peatonalizar la calle Tintes, reurbanizar Carretería, Sánchez Vera y la calle Colón y recuperar el maltratado Parque de San Julián. Ante tan gratos planes, nuestra Asociación pidió conocer cómo semejante plan organizaría temporal y económicamente todo lo prometido. El alcalde se comprometió a, en dos semanas, presentarnos un programa completo.
Se debe tener en cuenta, que el planteamiento del programa EDUSI (Estrategia de Desarrollo Urbano Integrado) debe ser abierto a la ciudadanía y que ésta pueda participar (no sólo ser informada). Ni la sociedad conquense, ni nuestra asociación hemos tenido opciones de participar en la planificación urbana que se pretende para nuestro barrio, ni para la ciudad. Es más, a día de hoy estamos esperando conocer ese plan de desarrollo urbano, económico y social para Cuenca.
26 semanas después de aquel anuncio, es decir seis meses y medio (y con la premura de tener que ver materializado el objeto del dinero EDUSI en diciembre de 2023 para evitar perderlo) ayer desde el Ayuntamiento se nos sorprendía con la convocatoria de un concurso para el Mercado incompatible con la calidad que exige el degradado centro de la ciudad, y creemos que también con la Ley de contratos del sector público en sus artículos 183 apartado 3 y 309 apartado 1. Nos preguntamos: ¿Todo este tiempo para confeccionar un pliego de condiciones que valora el abaratamiento (55 puntos de 100) por encima de la calidad del proyecto y el abaratamiento como requisito en este caso único para la adjudicación de dirección de la obra y la coordinación de la seguridad y salud?. Este criterio, además de, en nuestra opinión, contrario a la legislación, es incomprensible. Con seguridad el dinero europeo no será gastado en su totalidad. ¿Por qué entonces primar el abaratamiento?. ¿Desconoce el Ayuntamiento la necesidad de primar la calidad en un barrio tan deteriorado como el centro de la ciudad?. ¿Acontecimientos tan desagradables como el de las inmediaciones de las Casas Colgadas no van a servir ni siquiera para valorar la necesidad de adjudicaciones basadas en la calidad?
Si este punto nos resulta incomprensible, también lo es no conocer tanto tiempo después de la promesa efectuada en noviembre los planes del Ayuntamiento para todo lo prometido entonces. ¿Ya no se va a hacer nada en el Parque, ni en Carretería, ni en la calle Colón...?. Por último, los socios que invirtieron su tiempo escuchando al Ayuntamiento defendieron los riesgos de la ampliación de plazas de parking o el incremento de los metros dedicados a hostelería, que podría suponer el cierre de (todavía) más locales a pie de calle. Ninguno de los extremos comprobamos que se han tenido en consideración. ¿La participación pública es, en este siglo para el Consistorio, la exposición a la ciudadanía del proyecto adjudicatario en base muy probablemente a esa baja económica?
Aprovechamos por último la presente manifestación para recordar al Consistorio la falta de respuesta a documentación y propuestas presentadas ante el mismo, como el estado de expedientes sancionadores o propuestas para la legislación de la ocupación del espacio público.
