Sentido y sentidos
El centro comercial El Mirador fue inaugurado en 2002. Un auténtico bombazo para la ciudad. Después de más de veinte años, siguen abiertos en sus instalaciones muy pocos de los comercios originales; seguimos sin Zara en Cuenca y ahora también sin tren. Hay paneles laminados que cubren lo que deberían ser escaparates y a tres mil metros de allí el pequeño comercio sobremuere cada día. Mientras, en cada furgoneta, en cada decauve de la ciudad, anida un repartidor en potencia.
Y en estas, se anuncia la creación de un nuevo centro comercial en la ciudad. Para más inri, descubierto. A veces parecemos de Albacete. No es que me parezca mal, es que no lo entiendo. Pero no se preocupen, parece que no soy mucho de entender. Tampoco entiendo que Juan Roig, el de Mercadona, diga que han subido una burrada los precios al tiempo que anuncia un beneficio récord de 718 millones de euros en 2022 y que aproximadamente la mitad de los españoles sigan pensando que estos, como los de eléctricas y demás, no deben pagar impuestos. No entiendo que se le llame caza del empresario al hecho de pagar impuestos por parte de estos, y justicia cuando quien paga soy yo o el vecino del quinto. Por cierto, alguien de mi comunidad le ha robado un carro a Juan Roig. Eso lo entiendo, aunque no lo comparto. Al final tendremos que pagar más impuestos o algún sobrecoste para amortizar el carrito.
