"Profetas de la confusión"
La industria farmacéutica, al igual que la de las armas es la más poderosa del mundo.
Son sus propios intereses económicos, los que hacen que los perdedores seamos la población en general. Ellos no miran por el bienestar del mundo, priorizan sus propios intereses, aunque el daño de la confusión en la población sea una realidad vivida por una gran multitud.
Esa injusticia de priorizar sus propios intereses económicos, anteponiendolos al bienestar general de la población, nos hace irremediablemente sumisos a la gran mayoría.
La manipulación está ahí, se trata de que nos manipulen lo menos posible. Abrir los ojos y estar alerta para que el daño que hacen unos cuantos no nos alcance de lleno en nuestras frágiles vidas.